Reflexiones
¿Cómo controlo mis emociones y la ira según la Biblia?
¿CÓMO CONTROLO MIS EMOCIONES Y LA IRA SEGÚN LA BIBLIA?
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. (Efesios 4:26)”
La Palabra de Dios en el libro de Génesis nos dice que todos fuimos creados a la imagen de Dios: “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. (Génesis 1:27) “
También nos muestra que nuestro Dios tiene emociones al igual que todos nosotros y esto lo podemos entender, porque si tenemos emociones es porque nuestro Dios también las tiene y cuando las expresamos, es porque estamos diseñados a Su imagen y semejanza.
Las emociones en sí mismas son algo bueno y útil para expresar lo que sentimos, sin embargo, dentro de estas hay maneras piadosas y formas impías de usar las emociones.
Para entender esta figura de mejor manera, tomaremos como ejemplo la emoción de la “IRA", que lo podemos entender como una gran molestia o un enojo incontrolable y en este sentido la Biblia nos muestra que Dios en ocasiones también ha manifestado esta emoción de enojo en Su proceder: “Y se ENOJÓ Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces. (1 Reyes 11: 9) “ La Escritura también nos muestra en otros pasajes de la Escritura, que nuestro Señor Jesucristo también se molestó en gran manera, sobre los mercaderes que no respetaron el Templo y sobre los religiosos de aquella época: “Y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los cambistas, y volcó las mesas. (Juan 2:14-5)”
“Entonces, mirándolos alrededor con ENOJO, entristecido por la dureza de sus corazones, dijo al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y la mano le fue restaurada sana. (Marcos 3: 5).”
La emoción de la ira cuando la sabemos canalizar no está mal, pues muchas veces al anunciar un mensaje o al plantear una idea con vehemencia, está emoción toma protagonismo, pues nos será de gran utilidad, pero muchas veces nuestra ira o enojo es el resultado de la incapacidad de poder controlarlas (me ha pasado muchas veces), lo cual es incorrecto. Otras veces y en forma positiva, manejamos nuestra ira para alertarnos de una situación negativa y así, buscar la sabiduría de Dios y saber cómo reaccionar, pero con demasiada frecuencia reaccionamos mal, y la ira que sentimos, rápidamente se transforma en violencia, sin pensar en las consecuencias que esta acción traerá, para nuestras vidas y para las personas que nos rodean.
Cuando actuamos de esa manera, irremediablemente dejamos que nuestra ira o enojo nos gobiernen, en lugar de controlar nosotros este sentimiento emocional.
“Porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios. (Santiago 1:20)”
El apóstol Pablo en la carta que le escribe a los Efesios les dice en este sentido claramente:
“Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. (Efesios 4:26) “
Por lo tanto, entendemos que, si nos podemos enojar, pero no debemos permitir que nuestro enojo dure más de lo que dura el día. Todos nosotros como hijos de Dios necesitamos aprender a manejar nuestras emociones sobre todo muestra ira, ya que, si esta emoción nos domina, nos alejará de la paz interna que nuestro Dios nos proporciona.
A veces, nuestras emociones son "FALSAS" porque son el resultado de creer en algo falso. Por ejemplo, podemos sentirnos desesperados, porque tememos haberle fallado a Dios y nos olvidando que Dios es misericordioso y está dispuesto a perdonar, todos nuestros pecados cuando nos acercamos a Él con un corazón arrepentido.
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (1 Juan 1: 8-9). “
Quizás nos sentimos tristes, porque percibimos que hemos sido desplazado por un amigo de gran estima, cuando en realidad ese amigo, tenía una obligación previa y él nunca tuvo la intención de alejarse de nosotros. Tales emociones son naturales que las tengamos, pero estas no debiesen controlar nuestras vidas y menos dejar que ellas nos gobiernen.
Quizás antes de reaccionar en forma airada ante una situación extrema, es de sabio y necesario, verificar si estas emociones que estamos sintiendo en ese momento, se basan en algo que es verdadero. Como cristianos, tenemos el Espíritu Santo para guiarnos, instruirnos, recordarnos y ayudarnos a ser más como lo es Cristo.
“Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. (Efesios 5: 15–18). “ Cuando somos conscientes de nuestras emociones y de la obra de Dios en nuestras vidas, cambiamos radicalmente y nuestro Dios se glorificara en nuestras vidas.
En lugar de dejar que nuestras emociones y que nuestras percepciones de la verdad nos confundan, dejemos que nuestro Dios transforme nuestras mentes como lo manifiesta la carta que le escribe el apóstol Pablo a los hermanos de Roma: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12: 2). “
Cuando sometemos nuestras emociones al poder de nuestro Dios y le pedimos que nos ayude a aprender de ellas, podremos manejarlas adecuadamente y podremos usarlas a nuestro favor. Por lo tanto, desarrollemos nuestro dominio propio y mantengámonos alerta, porque nuestro enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
Mantengamos firmes en la Fe, sabiendo que nuestros hermanos en todo el mundo están soportando la misma clase de emociones y sufrimientos que nosotros, por lo tanto, manejemos nuestras emociones y sometámonos a nuestro Dios, para que podamos expresar nuestras ansiedades a la voluntad de Él.
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. (Filipenses 4: 6-7)”
Reconocer, que no estamos solos y entender el plan eterno de Dios, nos confronta y nos hace confiar que al final Él lo hará todo para nuestro bien. “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28)”
Un buen recurso para ver a Dios obrando en nuestras vidas, lo podemos encontrar en los Salmos de la Biblia, ya que este libro recopila casi todas las emociones humanas, sean estas positivas o negativas, pero a lo largo del desarrollo de este libro, nos daremos cuenta de que nuestro Dios siempre es glorificado. Puedes usar los Salmos como un patrón a seguir, para aprender a expresar tus emociones a Dios y obtener Su perspectiva.
Otro regalo que Dios nos ha presentado para nuestra ayuda y edificación, incluso para manejar de mejor forma nuestras emociones, es tenernos los unos a los otros. La oración de Jesús por Sus seguidores está llena de Su deseo de que los cristianos se amen los unos a los otros. También se nos indica que debemos compartir nuestras cargas, incluidas nuestras emociones entre nosotros, que nos recuerden la bondad, longanimidad y el amoroso cuidado de Dios por nosotros. Siempre debemos tener presente que nuestras emociones no nos definen, ni deberían tener el poder de controlarnos.
Nuestro valor personal, está solo en nuestro Dios y Él nos prepara para manejar nuestras emociones, en lugar de ser controladas por ellas. Por lo tanto, no debemos temer, ni rehuir de ellas, pero en el proceso tampoco debemos dejar que nuestras emociones nos gobiernen. Esto nos indica, que debemos ser gobernados por Dios, para poder disfrutar de nuestras emociones y ser parte de Su diseño original, por lo tanto, llevemos nuestras emociones a Sus pies y confiemos en Él, para que seamos guiados por Su Santo Espíritu.
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. (Santiago 1: 5)”
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12: 2).”
QUE DIOS LOS CUIDE Y LOS BENDIGA DE UNA MANERA ESPECIAL Y PODEROSA.
<strong>Franklin Mirabal</strong>
Franklin Mirabal es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central de Higüey, República Dominicana.