Reflexiones
Papá, eres el pastor de tú hogar.
PAPÁ, ERES EL PASTOR DE TU HOGAR
El ser humano, por naturaleza, busca un héroe, un salvador, un vengador, que corrija todos los males y que cure todas las heridas. Nosotros, los creyentes, sabemos dónde encontrar lo que el mundo solo puede admirar en películas. Los hijos de Dios sabemos quién es Aquel héroe que el cine solo puede imaginar, y por lo tanto, tenemos una gran responsabilidad hacia nuestra sociedad y nuestras familias.
Las nuevas generaciones necesitan escuchar el mensaje del evangelio de una forma clara, limpia, transparente y sin adulterar. Si eres padre, Dios te ha dado, en Su soberana providencia, la tarea crucial de pastorear a tu familia (Dt 6:7-9; Ef 6:4; cp. 1 Ti 2:13). Esto no desacredita ni minimiza el rol de las madres, pero sí exige a los hombres, los padres de familia, que tomen su labor con seriedad y urgencia.
¿CÓMO ENTENDER ESTA TAREA PASTORAL?
Tu llamado como pastor de la familia se basa en lo más importante: mostrar a Cristo. Tu esposa e hijos deben ver a Cristo en ti. Tu manera de actuar, hablar y pensar debe reflejar la mente y la persona de Cristo.
Este llamado no es exclusivo para padres; después de todo, Pablo instruye a todos los creyentes: “Sean, pues, imitadores de Dios como hijos amados» (Ef 5:1)”. Pero el hecho de que todos los cristianos deban reflejar a Dios no minimiza su importancia en la figura paterna. Figura fundamental para el buen funcionamiento de todos en la familia, porque refleja la imagen paterna de Dios.
El padre tiene la responsabilidad de pastorear a su familia, porque su tarea es imitar los roles paternal y pastoral de Dios (Sal 23:1).
En otras palabras, Dios pastorea a tu familia a través de tu paternidad pastoral (Jer 3:15). Desde luego que no eres el único pastor que tu familia tendrá. La iglesia local es el foco central para un cuidado pastoral integral. Pero si nos enfocamos en el contexto familiar, sin lugar a duda, el padre tiene el llamado bíblico a ser el líder espiritual de los suyos.
Hay casos donde la madre tiene más conocimiento bíblico en la familia y eso no es malo; de hecho, ¡es muy bueno! (Cualquier intento de mezclar masculinidad bíblica con machismo es un intento absurdo para justificar lo injustificable). Puede conocer más porque creyó el evangelio de Dios antes que tú (como en mi caso), o porque ella tiene mayor flexibilidad de horario para estudiar la Biblia. Pero no estoy hablando de quién posee más conocimiento bíblico, sino de quién posee el llamado bíblico al liderazgo espiritual: esa labor le corresponde al padre, en caso de que sea creyente.
Repito, esto no subestima la labor de la mujer en la familia, pero sí se trata de reafirmar tu rol como esposo y padre. El padre de familia tiene un llamado bíblico a mostrar a Cristo en su familia. ¿CÓMO EJECUTAR ESTA TAREA PASTORAL? Pablo dice: “Maridos, amen a sus mujeres, así como Cristo amó a la iglesia. (Ef 5:25).”
El hombre que habla con frialdad no muestra a Cristo. El hombre que maltrata a su esposa con palabras hirientes, o que controla a sus hijos a través de ira y amenazas, no muestra a Cristo. El hombre que se burla, ataca, lastima, grita o es indiferente a las necesidades de su familia no muestra a Cristo. El hombre bíblico pastorea, no simplemente da órdenes. El hombre espiritual construye, no destruye; lidera, no ordena. El hombre espiritual muestra más de Cristo y menos de sí mismo.
Si tu familia sabe quién eres, pero no sabe quién es Cristo en ti, algo trágico está sucediendo. De hecho, el llamado bíblico al liderazgo espiritual no es un llamado al autoritarismo dictatorial, sino a un amor sacrificial arropado con humildad y envuelto en servicio incondicional al prójimo. En pocas palabras, el llamado al liderazgo espiritual es un llamado a amar como Cristo ama. De esta forma se muestra a Cristo: amando como Él ama.
Amar como Cristo debe ser una característica en tu vida, papá. Tu amor por tu familia debe echar fuera cualquier rastro de indiferencia que tengas hacia tu esposa, hijos o familia. Tristemente, la imagen popular del papá malhumorado, gruñón y enfadado muchas veces es una fiel descripción de nosotros. Culpamos al estrés del trabajo, al tráfico pesado o a la falta de vacaciones, pero no es verdad. Somos así, porque no estamos tomando con seriedad nuestro llamado a ser pastores del hogar.
Tratamos a nuestros jefes y compañeros de trabajo mejor que a nuestra propia familia. Tenemos interés por las necesidades de otras personas, pero somos indiferentes a las necesidades de nuestra propia iglesia familiar. Si no te has dado cuenta, tu familia es tu iglesia, en el sentido de que son las ovejas que Dios ha puesto a tu cuidado. ¿Qué tanto las amas y cómo lo demuestras cada día?
Amar como Cristo se expresa en un interés genuino por otros. Jesús lo dijo así: “En esto conocerán todos que son Mis discípulos, si se tienen amor los unos por los otros» (Jn 13:35).” Amar como Cristo nos amó es una característica de una vida transformada por el evangelio. Un hombre centrado en el evangelio es un hombre centrado en el amor a su familia. No ignora a su familia, no se refugia en su trabajo, ni rehúye del cuidado de sus hijos, sino que busca cualquier momento para servir como un conducto del amor celestial sobre aquellos que más lo necesitan.
Papá, ama a tu familia, protégelos con una cobertura de amor que solo viene de arriba (Juan 15:12–27). Considera que el verdadero papá es pastor, es líder, es un servidor de su familia, y así, es un servidor de Dios. Tu familia ya ha visto suficientes “HÉROES DE COMIQUITAS”, ahora es tiempo de que vean a Cristo, nuestro HÉROE, en ti. DIOS LES BENDIGA RICA Y ABUNDANTEMENTE.
<strong>Franklin Mirabal</strong>
Franklin Mirabal es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central de Higüey, República Dominicana.