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Lectura de Hoy

12-10-2023

Devocional

Devocional: Salmos 99–101

Algunos de los salmos se encuentran agrupados en colecciones. Los que van del 93 al 100 celebran el reinado y la venida del Señor. Temáticamente, sin embargo, abarcan desde el júbilo eufórico del Salmo 98 (la meditación de ayer) hasta un sobrecogimiento más sutil pero profundamente sumiso. Después del gozo incontenible del Salmo 98, en el Salmo 99 encontramos una profunda reverencia. Pasamos de un festival de adoración a una catedral.

El salmo se divide en dos partes. La línea que se repite, “¡Él es santo!” (99:3, 5), establece el tema de la primera. No dice algo tan simple como que Dios es bueno o moral (aunque no excluye dichas nociones). Se hace hincapié en la “Deidad” total de Dios, lo que lo diferencia de los seres humanos. Sólo él es Dios. Los dos ejemplos de la frase “Él es santo” tienen el propósito de resumir las líneas precedentes en cada caso. (a) El Señor reina; es exaltado sobre los poderosos querubines (99:1). Aunque se manifiesta en Sión, no es una deidad tribal: “¡excelso sobre todos los pueblos!” (99:2). “Sea alabado su nombre grandioso e imponente” (99:3) y después el estribillo que resume, “Él es santo”. (b) Si él reina sobre todas las cosas, es el Rey supremo (99:4). No sólo es poderoso, sino que ama la justicia y la ecuanimidad, lo cual se despliega eminentemente en la comunidad de su pacto: “Has actuado en Jacob con justicia y rectitud” (99:4). Solo existe una única respuesta apropiada ante un Dios semejante: “Exaltad al Señor nuestro Dios; adoradlo ante el estrado de sus pies” (99:5), y de nuevo el estribillo resumen, “Él es santo”.

La segunda parte del salmo contempla la verdad de que, aunque es exaltado y santo, Dios eligió revelarse a los seres humanos. Tal vez pensemos que Moisés, Aarón y Samuel eran casi sobrehumanos. Sin embargo, el salmista se preocupa de colocarlos entre los sacerdotes y entre aquellos que invocaron su nombre: no eran fundamentalmente diferentes de los demás. Además, eran frágiles e imperfectos como todos nosotros. Según el versículo 8, Dios fue para ellos (no “para Israel”) “un Dios perdonador”, aunque castigó sus rebeliones.

Así pues, el tema de la santidad del Señor no acaba en la simple trascendencia, sino en un Dios inimaginablemente misericordioso que se revela a nosotros, los seres humanos, incluso cuando nos rebelamos contra él. Si su santidad es revelada en su misericordia y en su ira, dicha santidad ni debe desesperarnos, ni debemos presumir de ella. “Exaltad al Señor nuestro Dios; adoradlo en su santo monte: ¡Santo es el Señor nuestro Dios!” (99:9).


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Publicaciones Andamio, 2016. Usado con permiso.

Devocional: Colosenses 2

La siguiente situación ocurrió en el contexto de un estudio bíblico que dirigía una mujer de la iglesia que yo pastoreaba. Una persona de una secta conocida se había infiltrado en este grupo y la mujer de nuestra iglesia pronto se encontró en aguas demasiado profundas. Me invitaron y acabé participando en una confrontación pública con el “pastor” (aunque él no se llamaba a sí mismo así) de la secta del intruso. Una de las cosas que él quería negar enfáticamente era la deidad de Jesucristo. Al observar juntos las referencias bíblicas que dicen algo sobre la deidad de Cristo, nos encontramos con Colosenses 2:9. Él quería interpretar el pasaje de manera muy libre, algo como: “en Cristo, todos los atributos de la Deidad habitan en forma corporal”.

Le pregunté qué atributos de Dios no se encontraban en Jesús. Inmediatamente, se dio cuenta del problema. Si decía “ser eterno” (cosa que él creía), se vería atrapado, porque estaría en contradicción con su propia traducción. Pero si respondía “ninguna” (negando sus propias creencias), entonces ¿cómo se podría distinguir a Jesús de Dios tan claramente como él proponía?

De cualquier forma, Colosenses 2:9 es aún más fuerte de lo que su traducción le permitía: “en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad”. Observemos:

(1) En este contexto, a los colosenses se les exhorta a continuar la vida en Cristo, “de la manera que recibisteis a Cristo Jesús como Señor” (2:6). Estas palabras nos sugieren, como es usual, la identidad divina de Jesús, porque la palabra Señor era la manera más común de dirigirse a Dios en las versiones griegas del Antiguo Testamento.

(2) Tanto en esa época como en la nuestra, hay personas que tratan de engañar a la gente mediante “vana y engañosa filosofía que sigue tradiciones humanas” (2:8). Prácticamente, en todos los casos, la meta de dichas filosofías engañosas era disminuir o relativizar a Cristo, para desviar la atención y la lealtad del pueblo hacia otras cosas. No sólo estos versículos, sino gran parte de la carta a los colosenses demuestra que, quienquiera que sean estos herejes, su ataque es contra Cristo. Pablo no cede: “Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo” y en él estás completo, en él puedes disfrutar de toda la plenitud que jamás podrás experimentar (2:9). Volverse a otras añadiduras en vez de a él es desastroso, pues sólo él “es la cabeza de todo poder y autoridad” (2:10).

(3) Por lo visto, al menos una de las ramas de herejía en Colosas intentaba lograr que los creyentes le añadieran a Cristo una gama de rituales judíos. Pablo, sin embargo, permanece firme: él entiende que los rituales ordenados por el Antiguo Testamento eran “una sombra de las cosas que van a venir; la realidad se halla en Cristo” (2:17).

Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Publicaciones Andamio, 2016. Usado con permiso.

1 Reyes 15

Reinado de Abiam

15 En el año dieciocho del rey Jeroboam, hijo de Nabat, Abiam comenzó a reinar sobre Judá. Reinó tres años en Jerusalén; y el nombre de su madre era Maaca, hija de Abisalom. Y Abiam anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él. Su corazón no estuvo dedicado por completo al SEÑOR su Dios, como el corazón de su padre David. Pero por amor a David, el SEÑOR su Dios le dio una lámpara en Jerusalén, levantando a su hijo después de él y sosteniendo a Jerusalén. Porque David había hecho lo recto ante los ojos del SEÑOR, y no se había apartado de nada de lo que Él le había ordenado durante todos los días de su vida, excepto en el caso de Urías el hitita. Y hubo guerra entre Roboam y Jeroboam todos los días de su vida.

Los demás hechos de Abiam y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá? Y hubo guerra entre Abiam y Jeroboam. Y durmió Abiam con sus padres y lo sepultaron en la ciudad de David; y su hijo Asa reinó en su lugar.

Reinados de Asa y Nadab

En el año veinte de Jeroboam, rey de Israel, Asa comenzó a reinar sobre Judá. 10 Reinó cuarenta y un años en Jerusalén; y el nombre de su abuela era Maaca, hija de Abisalom. 11 Asa hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, como David su padre. 12 También expulsó de la tierra a los sodomitas de cultos paganos, y quitó todos los ídolos que sus padres habían hecho. 13 También quitó a Maaca su abuela de ser reina madre, porque ella había hecho una horrible imagen de Asera. Además, Asa derribó su horrible imagen y la quemó junto al torrente Cedrón. 14 Pero los lugares altos no fueron quitados; sin embargo, el corazón de Asa estuvo dedicado por completo al SEÑOR todos sus días. 15 Trajo a la casa del SEÑOR las cosas consagradas por su padre y sus propias cosas consagradas: plata, oro y utensilios.

16 Y hubo guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todos sus días. 17 Baasa, rey de Israel, subió contra Judá y fortificó Ramá para prevenir que nadie saliera o entrara en ayuda de Asa, rey de Judá. 18 Entonces Asa tomó toda la plata y el oro que había quedado en los tesoros de la casa del SEÑOR y en los tesoros de la casa del rey, y los puso en manos de sus siervos. Y el rey Asa los envió a Ben Adad, hijo de Tabrimón, hijo de Hezión, rey de Aram, que habitaba en Damasco, diciéndole: 19 «Haya alianza entre tú y yo, como hubo entre mi padre y tu padre. Te envío un presente de plata y de oro. Ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí».

20 Ben Adad escuchó al rey Asa y envió a los jefes de sus ejércitos contra las ciudades de Israel, y conquistó Ijón, Dan, Abel Bet Maaca, y toda Cineret, además de toda la tierra de Neftalí. 21 Y cuando Baasa lo oyó, dejó de fortificar Ramá, y se quedó en Tirsa. 22 Entonces el rey Asa hizo una proclamación a todo Judá, sin excepción, y se llevaron las piedras de Ramá y la madera con que Baasa había estado edificando. Y con ellas el rey Asa fortificó Geba de Benjamín y Mizpa.

23 Los demás hechos de Asa y todo su poderío, todo lo que hizo y las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Judá? Solo que en el tiempo de su vejez se enfermó de los pies. 24 Durmió Asa con sus padres y fue sepultado con sus padres en la ciudad de David su padre; y su hijo Josafat reinó en su lugar. 25 Y Nadab, hijo de Jeroboam, comenzó a reinar sobre Israel en el segundo año de Asa, rey de Judá, y reinó sobre Israel dos años. 26 E hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y anduvo en el camino de su padre y en el pecado con que hizo pecar a Israel.

27 Entonces Baasa, hijo de Ahías, de la casa de Isacar, conspiró contra él, y Baasa lo hirió en Gibetón, que pertenecía a los filisteos, mientras Nadab y todo Israel sitiaban a Gibetón. 28 Baasa lo mató en el tercer año de Asa, rey de Judá, y reinó en su lugar. 29 Y en cuanto fue rey, Baasa hirió a toda la casa de Jeroboam. No dejó con vida a ninguno de los de Jeroboam, hasta destruirlos, conforme a la palabra que el SEÑOR había hablado por medio de Su siervo Ahías el silonita, 30 por los pecados que Jeroboam había cometido, y con los cuales había hecho pecar a Israel, y por la provocación con que provocó a ira al SEÑOR, Dios de Israel.

31 Los demás hechos de Nadab y todo lo que hizo, ¿no están escritos en el libro de las Crónicas de los reyes de Israel? 32 Hubo guerra entre Asa y Baasa, rey de Israel, todos los días que vivieron.

Reinado de Baasa

33 En el tercer año de Asa, rey de Judá, Baasa, hijo de Ahías, comenzó a reinar sobre todo Israel en Tirsa, y reinó veinticuatro años. 34 Hizo lo malo ante los ojos del SEÑOR, y anduvo en el camino de Jeroboam y en el pecado con que hizo pecar a Israel.

Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Colosenses 2

Preocupación de Pablo por los colosenses

2 Porque quiero que sepan qué gran lucha tengo por ustedes y por los que están en Laodicea, y por todos los que no me han visto en persona. Espero que con esto sean alentados sus corazones, y unidos en amor, alcancen todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.

Esto lo digo para que nadie los engañe con razonamientos persuasivos. Porque aunque estoy ausente en el cuerpo, sin embargo estoy con ustedes en espíritu, regocijándome al ver su buena disciplina y la estabilidad de la fe de ustedes en Cristo.

Por tanto, de la manera que recibieron a Cristo Jesús el Señor, así anden en Él; firmemente arraigados y edificados en Él y confirmados en su fe, tal como fueron instruidos, rebosando de gratitud.

Jesucristo: Dios, salvador y vencedor

Miren que nadie los haga cautivos por medio de su filosofía y vanas sutilezas, según la tradición de los hombres, conforme a los principios elementales del mundo y no según Cristo. Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él, 10 y ustedes han sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.

11 También en Él ustedes fueron circuncidados con una circuncisión no hecha por manos, al quitar el cuerpo de la carne mediante la circuncisión de Cristo; 12 habiendo sido sepultados con Él en el bautismo, en el cual también han resucitado con Él por la fe en la acción del poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos.

13 Y cuando ustedes estaban muertos en sus delitos y en la incircuncisión de su carne, Dios les dio vida juntamente con Cristo, habiéndonos perdonado todos los delitos, 14 habiendo cancelado el documento de deuda que consistía en decretos contra nosotros y que nos era adverso, y lo ha quitado de en medio, clavándolo en la cruz. 15 Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él.

Advertencias contra mandamientos de hombres

16 Por tanto, que nadie se constituya en juez de ustedes con respecto a comida o bebida, o en cuanto a día de fiesta, o luna nueva, o día de reposo, 17 cosas que solo son sombra de lo que ha de venir, pero el cuerpo pertenece a Cristo. 18 Nadie los defraude de su premio deleitándose en la humillación de sí mismo y en la adoración de los ángeles, basándose en las visiones que ha visto, envanecido sin causa por su mente carnal, 19 pero no asiéndose a la Cabeza, de la cual todo el cuerpo, nutrido y unido por las coyunturas y ligamentos, crece con un crecimiento que es de Dios.

20 Si ustedes han muerto con Cristo a los principios elementales del mundo, ¿por qué, como si aún vivieran en el mundo, se someten a preceptos tales como: 21 «no manipules, no gustes, no toques», 22 (todos los cuales se refieren a cosas destinadas a perecer con el uso), según los preceptos y enseñanzas de los hombres? 23 Tales cosas tienen a la verdad, la apariencia de sabiduría en una religión humana, en la humillación de sí mismo y en el trato severo del cuerpo, pero carecen de valor alguno contra los apetitos de la carne.

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Ezequiel 45

Tierra para los sacerdotes

45 ’Cuando repartan por suertes la tierra en heredad, ofrecerán una parte al SEÑOR, una porción sagrada de la tierra; la longitud será de 25,000 codos (13,125 metros), y la anchura será de 20,000 (10,500 metros). Será sagrada en toda su extensión alrededor. De ella se tomará para el santuario 500 codos (262.5 metros) por 500 codos, en cuadro alrededor, y un espacio abierto en derredor 50 codos (26.25 metros). Y de esta área medirás una longitud de 25,000 codos (13,125 metros) y una anchura de 10,000 (5,250 metros); y en ella estará el santuario, el Lugar Santísimo. Esta será la porción consagrada de la tierra para los sacerdotes, ministros del santuario, que se acercan para ministrar al SEÑOR; será un lugar para sus casas y un lugar sagrado para el santuario. Y un área de 25,000 codos (13,125 metros) de largo y de 10,000 codos (5,250 metros) de ancho será para los levitas, ministros del templo, para su posesión, con ciudades donde habitar. Darán a la ciudad en posesión un área de 5,000 codos (2,625 metros) de ancho y de 25,000 codos (13,125 metros) de largo junto a la parte reservada de la porción sagrada; esta será para toda la casa de Israel. Y el príncipe tendrá tierra a ambos lados de la parte sagrada y de la propiedad de la ciudad, a lo largo de la parte sagrada y de la propiedad de la ciudad; por el lado occidental hacia el occidente y por el lado oriental hacia el oriente, su longitud corresponderá a una de las porciones, desde el límite occidental hasta el límite oriental. Esta tierra será su posesión en Israel; así Mis príncipes no oprimirán más a Mi pueblo, sino que darán el resto de la tierra a la casa de Israel según sus tribus’.

”Así dice el Señor DIOS: ‘Basta ya, príncipes de Israel; dejen la violencia y la destrucción, y practiquen el derecho y la justicia. Acaben con las extorsiones que hacen a Mi pueblo’, declara el Señor DIOS. 10 ‘Tendrán balanzas justas, efa justo (22 litros) y bato justo (22 litros). 11 El efa y el bato serán de la misma cantidad, de modo que el bato contenga un décimo del homer (22 litros) y el efa un décimo del homer; se les medirá de acuerdo con el homer (220 litros). 12 Y el siclo (11.4 gramos de plata) será de veinte geras. Veinte siclos, veinticinco siclos y quince siclos serán una mina para ustedes.

Ofrendas y fiestas

13 ’Esta es la ofrenda que ofrecerán: la sexta parte de un efa (3.7 litros) por cada homer (220 litros) de trigo; la sexta parte de un efa (3.7 litros) por cada homer (220 litros) de cebada; 14 y la ordenanza para el aceite, para el bato de aceite (22 litros), será la décima parte de un bato por cada coro; este equivale a diez batos o un homer (220 litros); porque diez batos son un homer; 15 y una oveja por cada rebaño de 200 de los abrevaderos de Israel, para la ofrenda de cereal, para el holocausto y para las ofrendas de paz, a fin de hacer expiación por ellos’, declara el Señor DIOS. 16 ‘Todo el pueblo de la tierra contribuirá a esta ofrenda para el príncipe en Israel. 17 Y al príncipe le corresponderá proveer los holocaustos, las ofrendas de cereal y las libaciones en las fiestas, en las lunas nuevas y en los días de reposo, en todas las fiestas señaladas de la casa de Israel. Él proveerá la ofrenda por el pecado, la ofrenda de cereal, el holocausto y las ofrendas de paz para hacer expiación por la casa de Israel’.

18 ”Así dice el Señor DIOS: ‘En el mes primero, el primer día del mes, tomarás de la vacada un novillo sin defecto y purificarás el santuario. 19 El sacerdote tomará de la sangre de la ofrenda por el pecado y la pondrá sobre los postes de la puerta del templo, en los cuatro ángulos del zócalo del altar y sobre los postes de la puerta del atrio interior. 20 Y así harás el día séptimo del mes para todo aquel que se desvíe o que sea ingenuo. Así harán expiación por el templo. 21 En el mes primero, a los catorce días del mes, será para ustedes la Pascua, fiesta de siete días; en ella se comerá el pan sin levadura. 22 En ese día, el príncipe ofrecerá por sí mismo y por todo el pueblo de la tierra un novillo en ofrenda por el pecado. 23 En los siete días de la fiesta ofrecerá en holocausto al SEÑOR siete novillos y siete carneros sin defecto, cada día de los siete días, y en ofrenda por el pecado un macho cabrío cada día. 24 Proveerá como ofrenda de cereal 22 litros por novillo, 22 litros por carnero, y 3.7 litros de aceite por cada 22 litros. 25 En el mes séptimo, a los quince días del mes, en la fiesta, proveerá de igual manera por siete días para la ofrenda por el pecado, para el holocausto, para la ofrenda de cereal y para el aceite’.


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Salmos 99–101

Alaben al SEÑOR por su fidelidad para con Israel

99 ¡Él SEÑOR reina, estremézcanse los pueblos; Él está sentado como Rey sobre los querubines, tiemble la tierra! El SEÑOR es grande en Sión, Y exaltado sobre todos los pueblos. Alaben Tu nombre grande y temible; Él es santo. El poder del Rey ama la justicia; Tú has establecido la equidad; Has hecho juicio y justicia en Jacob. Exalten al SEÑOR nuestro Dios, Y póstrense ante el estrado de Sus pies; Él es santo.

Moisés y Aarón estaban entre Sus sacerdotes, Y Samuel entre los que invocaron Su nombre; Ellos clamaron al SEÑOR, y Él les respondió. Les habló en la columna de nube; Guardaron Sus testimonios, Y el estatuto que Él les dio. Oh SEÑOR, Dios nuestro, Tú les respondiste; Fuiste para ellos un Dios perdonador, Pero también vengador de sus malas obras. Exalten al SEÑOR nuestro Dios, Y póstrense ante Su santo monte, Porque santo es el SEÑOR nuestro Dios.

Alaben a Dios todos los hombres

Salmo de acción de gracias.

100 Aclamen con júbilo al SEÑOR, toda la tierra. Sirvan al SEÑOR con alegría; Vengan ante Él con cánticos de júbilo. Sepan que Él, el SEÑOR, es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; Pueblo Suyo somos y ovejas de Su prado.

Entren por Sus puertas con acción de gracias, Y a Sus atrios con alabanza. Denle gracias, bendigan Su nombre. Porque el SEÑOR es bueno; Para siempre es Su misericordia, Y Su fidelidad por todas las generaciones.

Decisión de vivir rectamente

Salmo de David.

101 La misericordia y la justicia cantaré; A Ti, oh SEÑOR, cantaré alabanzas. Prestaré atención al camino de integridad. ¿Cuándo vendrás, Señor, a mí? En la integridad de mi corazón andaré dentro de mi casa. No pondré cosa indigna delante de mis ojos; Aborrezco la obra de los que se desvían; No se aferrará a mí. El corazón perverso se alejará de mí; No conoceré maldad. Destruiré al que en secreto calumnia a su prójimo; No toleraré al de ojos altaneros y de corazón arrogante.

Mis ojos estarán sobre los fieles de la tierra, para que moren conmigo; El que anda en camino de integridad me servirá. El que practica el engaño no morará en mi casa; El que habla mentiras no permanecerá en mi presencia. Cada mañana destruiré a todos los impíos de la tierra, Para exterminar de la ciudad del SEÑOR a todos los que hacen iniquidad.

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