Reflexiones
Comprendiendo a Hebreo 2:18
“Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. (Hebreos 2:18)”
La vida cristiana es un camino de constante lucha espiritual. La tentación es una de las formas en que el enemigo intenta derribarnos. El pecado nos rodea y las tentaciones se presentan a diario. A veces podemos sentirnos débiles en esta lucha, sin embargo, la buena noticia es que no estamos solos en este camino. Hebreos 2:18 nos recuerda que nuestro Salvador, Jesús Cristo, también fue tentado y venció a la tentación. ¿Qué significado tiene para nosotros en concreto esta afirmación?
JESÚS: UN SALVADOR QUE COMPRENDE NUESTRA DEBILIDAD
Jesús vino a la tierra para vivir una vida humana y enfrentar las mismas tentaciones que enfrentamos nosotros. Él sabe lo que se siente ser tentado, pero además de eso, Él sabe cómo vencer la tentación. Él es un Salvador que comprende nuestra debilidad y nos hace saber que no estamos solos en nuestra lucha contra el pecado.
LA FORTALEZA DEL PADECIMIENTO DE JESÚS
En este versículo, se nos dice que Jesús padeció siendo tentado, pero esto no es todo lo que se nos da a conocer. Este versículo también nos muestra que nuestro Salvador es poderoso para socorrer a los que son tentados. La fortaleza de Jesús no solo está en su capacidad de resistir la tentación, sino también en su poder para ayudarnos a nosotros a resistirla. Él no solo vino a la tierra para mostrarnos qué hacer cuando se nos presentan tentaciones, sino también para proporcionarnos el poder para resistirlas. DIOS LES BENDIGA PODEROSAMENTE
Franklin Mirabal, es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central de Higüey, República Dominicana.