Aileen: ¡Hola! ¡¡Que bueno estar nueva vez con ustedes!!
Cathy, Mayra y yo estamos muy agradecidas a Dios por la bendición de compartir con ustedes a través de Mujer para la gloria de Dios, una producción del Ministerio de mujeres Ezer, de la IBI, bajo la sombrilla del Ministerio de Integridad & Sabiduría.
El programa de hoy se titula “Jesús, el lente perfecto para ver la vida”. Y dada nuestra ceguera espiritual, la pregunta que queremos contestar al terminar el programa es ¿Con qué frecuencia malinterpretamos los eventos que nos ocurren?
Mayra: Gracias a Dios por su sintonía y mensajes. En verdad es una bendición poder compartir con ustedes! Y es por esto que queremos invitarlas a compartir con nosotras también a través de nuestra página de Instagram con algunas preguntas reflexivas que estamos posteando, para que puedan sacar mayor provecho personal al contenido de MPLGDD. ¡No dejen de responderlas! Y como siempre antes de iniciar con nuestro estudio, vamos a presentarnos a nuestro Señor, oremos.
Cathy: ¡La semana pasada revisamos en detalle sobre toda la maldad y tortura de la que fue objeto Jesús, hasta llegar a crucificarle! Además de comentar sobre la reacción tan contrastante y amorosa de Jesús, hacia sus enemigos. También vimos el obrar del Espíritu Santo en el corazón de unos de los ladrones al lado de Jesús, mientras estaban clavados en la cruz. ¡Cristo le perdonó sin este haber hecho nada “bueno”, así como tampoco hemos hecho ninguno del resto de los cristianos!
Simplemente por la fe que este ladrón puso en Jesús, este fue salvo, por gracia, así como todos los cristianos!
Hoy queremos comenzar a revisar otra profecía que fue completada cuando Jesús fue crucificado. Y esta la podemos leer en Salmo 22:18 leemos “reparten mis vestidos entre sí, y sobre mi ropa echan suertes”.
Aileen: Y también leamos Mateo 27:35 “Y habiéndole crucificado, se repartieron sus vestidos, echando suertes;” Y recordemos que los Salmos fueron escritos alrededor de 1000 años antes de Cristo nacer. ¡Asombrosa la orquestación y soberanía de Dios! Y quiero leer otros versículos de este Salmo 22 porque es impresionante como este habla sobre la crucifixión. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?… Pero yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo. Todos los que me ven, de mí se burlan; hacen muecas con los labios, menean la cabeza, diciendo: Que se encomiende al SEÑOR; que Él lo libre, que Él lo rescate, puesto que en Él se deleita” …
Mayra: Y continúa diciendo “Muchos toros me han rodeado; toros fuertes de Basán me han cercado. Ávidos abren su boca contra mí, como un león rapaz y rugiente. Soy derramado como agua, y todos mis huesos están descoyuntados; mi corazón es como cera; se derrite en medio de mis entrañas. Como un tiesto se ha secado mi vigor, y la lengua se me pega al paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malhechores; me horadaron las manos y los pies. Puedo contar todos mis huesos…”
Resulta muy curioso tratar de descifrar lo que el salmista estaba pensando en el momento que escribió este Salmo, porque este no tenia forma de saber lo que habría de ocurrirle a Cristo, ¡ni como este moriría!
Cathy: Sin embargo, ¡el Espíritu Santo si sabía, y como evidencia inspiro al salmista para que este plasmara lo que habría de suceder y así hoy podamos entender que, desde la eternidad, todo esto responde al plan perfecto de Dios! Aunque al momento de ocurrir los juicios y crucifixión de Jesús, parecía que los lideres religiosos y autoridades romanas estaban controlando y saliéndose con la suya, ¡el orquestador real de todo lo que sucedía era Dios! Y tengo una pregunta capciosa: si Dios es el orquestador de todo, y todo ocurrió como Él lo planeó ¿No es El, el autor de este pecado?
Aileen: Claro que no, Dios es 100% santo y no puede pecar. Según el catecismo de Westminister Dios “no es ni puede ser el autor del pecado”. Aunque la traición de Cristo estaba predestinada desde la eternidad como un medio para efectuar la expiación, fue Judas no Dios quien traicionó a Cristo. ¡Fueron los lideres judíos y romanos quienes torturaron y crucificaron a Jesús!
Mayra: En cualquier circunstancia, Dios puede prevenirnos de cometer un pecado, influenciándonos y regenerando nuestra mente. Sin embargo, si Él no lo previene, siempre terminaremos haciendo lo malo.
Cathy: Dios creó a los seres humanos con un sentido moral hacia lo bueno. Con la caída vino la libre elección, la cual es el origen de la inmoralidad en el universo. Entonces, en última instancia, Dios es responsable de crear criaturas morales, quienes a su vez son responsables del mal moral. Dios permitió el mal al crear criaturas libres, pero las criaturas libres fueron quienes actuaron en desobediencia a Dios, dando paso al mal. Es decir que Dios solamente permite el mal, pero no lo promueve. Finalmente, aun el mal cometido, producirá un bien mayor a través de Cristo, en quien todas las cosas son hechas nuevas (2 Corintios 5:17).
Aileen: Ahora quiero que regresemos a la escena de la cruz. La Biblia nos dice que era la hora de la media día, del viernes, e imaginemos lo que las personas en aquel momento en Jerusalén sintieron “Y desde la hora sexta hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena.” (Mateo 27:45).
¡Las autoridades, puestas por Dios para representarle, hicieron todo tipo de manipulación malévola contra el Hijo de Dios! ¡Y hasta Su creación inanimada no pudo quedarse en silencio, y se manifestó! Y esto me hace recordar también cuando Jesús entró en Jerusalén montado en un pollino, que la multitud se regocijó llamándole rey. Y cuando los fariseos se quejaron, Jesús les dijo “Os digo que, si éstos callan, las piedras clamarán”.
Mayra: Y para ser hasta más precisas, esto es precisamente lo que ocurrió cuando Jesús murió, ¡y la tierra tembló que las rocas se partieron!
Y especulo al decir que, en aquel momento, el corazón de los que estaban allí debió sentir una pesadez y una sensación de que algo malo estaba ocurriendo! A las 3 de la tarde, cuando la penumbra comenzó a cubrir el cielo, “Jesús exclamó a gran voz, diciendo: DIOS MIO, DIOS MIO, ¿POR QUE ME HAS ABANDONADO?”
No puedo imaginar lo que los religiosos debieron sentir en ese momento al escuchar a Jesús citar el Salmo 22, mientras el sol fue eclipsado!
Cathy: Una de las personas que estaba al pie de la cruz, al escuchar a Jesús corrió para limpiar sus labios con una esponja empapada de vinagre. Mientras muchos de los allí presentes seguían burlándose y comentando sobre si Elías vendría a salvarle.
Luego Jesús clamó otra vez a gran voz, y dijo “tetelestai” y Su Espíritu exhaló por ultima vez. Esta palabra griega significa “está terminado”, y es la misma palabra que se escribía en los documentos comerciales o recibos, en los tiempos del NT, para indicar que una factura se había pagado en su totalidad.
¡Apuntando así a que Dios mismo pagó nuestra deuda con su propia sangre!
Aileen: Una deuda que nos era imposible a nosotras pagar! Como Ezequiel 18:20 nos enseña “El alma que peque, ésa morirá.” ¡Es decir que la deuda de nuestro pecado solamente podía ser saldada con nuestra muerte! El problema es que el pecado de cada una de nosotras era contra un Dios perfecto, y solamente la muerte de alguien perfecto podía saldar nuestra deuda. Por eso Romanos 6:23 nos dice “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.” Y como manifestación del saldo de esta deuda, es el punto que Mayra mencionó, sobre lo que sucedió con las rocas y el temblor de tierra!
Mayra: Y otra manifestación que simbolizaba que nuestra deuda fue cancelada, fue que el velo del templo se rasgó en dos, de arriba hacia abajo. Recordemos que el velo separaba al santísimo del área santa del Templo. Esta era el área a donde solamente podía entrar el sumo sacerdote, una vez al año, después de someterse a un ritual de limpieza y oración en el día de la pascua.
Según Josefo el historiador judío, el templo de Herodes tenía las mismas dimensiones del Templo de Salomón y leemos en 1 Reyes 16 que el velo tenía un tamaño de 30 pies de altura, de ancho y de largo. Las dimensiones eran tan grandes, como simbolismo de la brecha que hay entre Dios y los hombres.
Cathy: Y la rotura de arriba hacia abajo apuntaba a que este acercamiento era propiciado por Dios. Y no podemos olvidar que en este mismo día los judíos sacrificaban sus corderos sin mancha, los cuales representaban justamente lo que Jesús estaba haciendo. Los judíos no conectaron los puntos sin embargo leemos en Mateo 27:54 «El centurión y los que estaban con él custodiando a Jesús, cuando vieron el terremoto y las cosas que sucedían, se asustaron mucho, y dijeron: En verdad éste era Hijo de Dios”. ¿No les llama la atención que un ladrón y algunos soldados romanos fueran quienes reconocieran lo que estaba ocurriendo?
Aileen: Este ladrón era un pecador, judío o no, que nos representa a todos los pecadores, tanto gentiles como judíos. ¡Jesús no vino solamente para salvar a los judíos, sino al mundo entero! Nada es al azar con Dios, y mientras más lo conozcamos a través de Su Palabra, ¡más podremos ver Su perfección! Y yo me pregunto mientras esto sucedía ¿qué pensaron los discípulos? Sabemos que “todos los discípulos le abandonaron y huyeron” mientras Jesús era juzgado. (Mateo 26:56) Sabemos lo que ocurrió con Judas, “sintió remordimiento y devolvió las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: He pecado entregando sangre inocente.” (Mateo 27:3-10)
Mayra: Los religiosos solo utilizaron a Judas para conseguir su objetivo, no les importó como este se sentía… Entonces Judas arrojó las piezas de plata en el santuario, se marchó; y se ahorcó.” (Mateo 27:5)
Sabemos también que Pedro, al negar a Jesús 3 veces, y en un momento dado recibir la mirada del maestro, se sintió culpable, salió y lloró amargamente. (Lucas 22:62). Sabemos también que, en aquel momento, Juan estaba cerca porque en Juan 6: 25-26 vemos que alrededor de la cruz estaba su madre, y la hermana de su madre, María, la mujer de Cleofás, María Magdalena y Juan.
Cathy: Los estudiosos suponen que para este tiempo José, el esposo de María, había muerto a una joven edad porque después de la niñez de Jesús, él no es mencionado. Además, al momento justo antes de la muerte de Jesús, se le encarga a Juan el cuidar de María porque si no, su vida sería muy difícil.
No puedo imaginar el dolor que cada una de estas personas experimentaron en aquel momento… Aparte del dolor de ver a su ser querido sufrir, todas sus esperanzas parecían desvanecerse y que, con la muerte de Jesús, Satanás ganó. Aunque Jesús les había explicado que era necesario que el muriera, ninguna de sus seguidores entendía realmente lo que estaba sucediendo. Porque los caminos de Dios no son los nuestros (Isaías 55:8).
Aileen: No podemos evaluar la vida correctamente sin la ayuda del Espíritu Santo. Y ni los discípulos ni el resto de los seguidores de Jesús habían recibido todavía la morada del Espíritu Santo. Estaban tratando de evaluar acontecimientos espirituales con mentes mundanas.
Este fue el pico de la guerra espiritual ¿y cómo lo sabemos? Regresemos a Génesis 3:15 “Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el calcañar”. ¡El hijo de María aplastó la cabeza de Satanás! Por eso Pablos nos dice en Colosenses 2:15 “Y habiendo despojado a los poderes y autoridades, hizo de ellos un espectáculo público, triunfando sobre ellos por medio de Él”.
Mayra: ¡Lo que estaba ocurriendo era totalmente opuesto a la verdad! Aunque no sabemos lo que Satanás y sus ángeles caídos pensaron, podemos especular que estos se creían haber ganado. Estaban consiguiendo lo que querían a través de la decepción y engaño.
¡Todas estas personas a quienes Satanás logró engañar eran esclavos de su pecado! ¡El único que podía darles la libertad que ellos necesitaban era el mismo a quienes ellos estaban crucificando!
Cathy: Y me pregunto, dada nuestra impiedad ¿con qué frecuencia malinterpretamos los eventos a nuestro alrededor? Aun con la morada del espíritu Santo, yo puedo apagar en mi al Espíritu, según nos dice Pablo en 1 Tesalonicenses 5:19.
Esta pregunta que hacemos es de tanto peso que merece que meditemos sobre ella el resto de la semana! Procuremos conocer mejor a Dios mientras seguimos estudiando Su Palabra esta semana! Y les esperamos en nuestro próximo programa para continuar aprendiendo sobre nuestro amado Jesús!
Aileen: Queridas hermanas, recuerden que tenemos una gran necesidad de sus oraciones para seguir llevando el mensaje del evangelio para edificación de Su pueblo, y que Dios nos siga guiando en Su verdad. Oremos por el programa Mujer Para la Gloria de Dios, y toda iniciativa por compartir el evangelio. ¡Necesitamos la protección de nuestro Señor!
Mayra: Les esperamos en nuestro próximo encuentro, Dios les bendiga.