¿Quieres vivir una experiencia o una relación con Dios?

En el evangelio de Lucas nos encontramos con la hermosa Parábola del hijo pródigo y el verso veinte manifiesta el deseo de este padre amoroso por su hijo a quién consideraba perdido.

“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó. (Lucas 15:20)”

En ese momento este padre no tenía regaños preparados, no tenía discursos, no había dispuesto ningún castigo para este joven, al contrario, él estaba feliz por el reencuentro y para tal efecto dispuso para su bienvenida una gran fiesta, un banquete y un vestido reluciente para su querido hijo.

Nosotros al igual que la historia de esta parábola debemos disfrutar de la nueva vestidura que Dios nos quiere poner, para así mirarnos en un espejo, pero no con nuestros ojos físicos, sino como nuestro Padre Celestial nos ve y nos desea vestir.

Todos nosotros al regresar a nuestro Señor después de andar perdidos por este mundo solo nos resta disfrutar de ese gran banquete que nuestro buen Padre Celestial nos ha preparado y de esa fiesta que Él ha dispuesto en honor nuestro.

“Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que a mí viene, no le echo fuera. (Juan 6:37 )”

Nuestro Dios al momento de recibirnos, no tomó en cuenta nuestro pasado y lo que hayamos hecho antes, o lo que no hicimos, a Él solo le importó que tomáramos una buena decisión y que regresemos a Su hogar para darnos nuevamente todo lo que Él tiene preparado para nosotros, y no solo cosas materiales sino también todo su cariño, amor, protección y seguridad.

“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. (2 Corintios 5:20)”

Según esta Palabra, nuestro Señor Jesucristo nos envió a este mundo con una gran misión, la cual consiste, en hablar de parte suya a este mundo perdido, y Él mismo rogara por cada uno de nosotros para que las personas puedan escuchar Su mensaje de Salvación.

Por esta razón, si sientes que por alguna causa que solo tu conoces te has alejado de Dios, hoy es el día, para que al igual que este joven que andaba perdido, puedas regresar a los brazos de tu Padre Celestial. Él nos ama a todos por igual y al abrirle nuestros corazones. Él nos entrega Su amor sin medida y nos acerca a Su Presencia, para que le busquemos en forma personal.

Al momento de aceptar a Jesucristo en nuestros corazones, nos constituimos en Sus hijos y estando bajo Su cobertura, lo tenemos todo en ÉL.
Por otro lado, en esta parábola tenemos al otro hijo de este padre (VER Lucas 15: 25 – 32)
Notemos en el versículo 29 el reclamo que hace este otro hijo:

“HE AQUÍ TANTOS AÑOS TE SIRVO”

Este otro hijo tenía un conflicto y una visión muy errónea de sí mismo, ya que él como heredero también era dueño y señor de esa casa y de los bienes que en ella había, por la sencilla razón que su padre era el dueño, pero el problema de este joven era que él no se veía con los derechos como hijo del dueño, él no se veía con autoridad, y tampoco con la identidad que le correspondía.

Nosotros a la luz de esta enseñanza, debemos trabajar para Dios, pero; ¡¡NO!! con la actitud de un jornalero sino con la actitud de un hijo del Rey.
Este otro hijo se veía a sí mismo como un trabajador más y por esa razón, él no disfrutaba de lo que ya tenía a través de lo que su padre, le había otorgado en vida.

Así nos pasa muchas veces a los hijos de Dios, Él nos ha dado todo y nos ha hecho sus herederos a través de los méritos de nuestro Señor Jesucristo, pero por el pensamiento y la visión paupérrima que tenemos de nosotros mismos, no podemos vivir como hijos del que hizo todas las cosas para nosotros y para que las disfrutemos.

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. (Efesios 2:4-9 )”

Vivir de la manera que Dios quiere que vivamos, no es solo una simple experiencia, es disfrutar de una hermosa relación con nuestro Dios, es vivir con la identidad que Cristo con Su sacrificio en la cruz del calvario, ganó para todos nosotros, es sentir que Él, se ha placido en hacernos herederos de todas las cosas junto a Su amado hijo Jesús.
QUE DIOS LOS LLENE DE AMOR, PAZ Y ESPERANZA EN TODAS SUS PROMESAS PARA CON NOSOTROS. DIOS LES BENDIGA.

Franklin Mirabal, es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central de Higüey, República Dominicana.

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