“Nosotros amamos porque Él nos amó primero”. (1 Juan 4:19)
Como hijas de Dios estamos llamadas a reflejar el amor de Dios en nosotras, en todo y con todos. Y no solamente a reflejarlo, sino también a compartirlo.
Por la Biblia, sabemos que Dios es amor, es su maravillosa naturaleza divina. Nos ama inmensamente, derramó Su amor en nosotras.
“Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado”. (Romanos 5:5)
Por lo tanto, Dios demanda que reflejemos y compartamos ese amor, pues solo los verdaderos creyentes pueden manifestarlo.
¿Sabías que reflejar y compartir el amor de Dios a los demás también trae consigo una cantidad de acciones significativas?
Esto empieza reflejando el amor de Dios en nosotras, y esto se relaciona con tener una relación íntima, comprometidas con Él y de obediencia a Su Palabra.
Es sumamente necesario que los demás vean en nosotras a Cristo y Su evangelio, nuestra forma de ser y comportamiento debe hablarles a otros de Cristo.
Aquí algunos ejemplos:
Siendo imitadoras de Cristo
Siendo luz
Siendo mansas y humildes
Siendo sabias y virtuosas
Viviendo cada fruto del Espíritu
Entendamos también que reflejar el amor de Dios va más allá:
Que llamarnos “cristianas”
Que congregarnos
Que asistir a las actividades y estar en grupos
Que ser maestras y predicar
El amor de Dios debe ser reflejado genuinamente en forma de pureza, piedad, bondad y gozo.
Todo lo anterior nos ayudara a compartir con excelencia Su amor a los demás.
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza, el amor: estos tres; pero el mayor de ellos es el amor”. (1 Corintios 13:13)
Todo esto es bueno, porque dejaremos en evidencia que Dios vive en nosotras, apuntaremos a los demás a Cristo y Su Nombre será glorificado y exaltado.
Si el amor de Dios se manifiesta en nuestras vidas, la luz de Cristo y Su evangelio serán los protagonistas, ya no seremos nosotras.
¿Cuáles serían algunas maneras prácticas de compartir Su amor con los demás?
Amando
Orando
Perdonando
Dando
Aceptando
Compartiendo
Escuchando
Cumpliendo
Valorando
Colaborando
Acompañando
Hospedando
Esperando
Sufriendo
Sirviendo
Hermanas, aquí algo relevante, tengamos cuidado de manifestar a cualquier persona falta de amor, desprecio, odio, acepción de personas, abandono, Etc. Nada de esto tiene justificación bíblica y por lo tanto no refleja para nada el amor de Dios.
“Si alguien dice: «Yo amo a Dios», pero aborrece a su hermano, es un mentiroso. Porque el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios a quien no ha visto. Y este mandamiento tenemos de Él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano”. (1 Juan 4: 20-21)
Te dejo con estas preguntas para reflexionar:
Los que me rodean, en mi trabajo, mi casa o centro de estudios, ¿ven el amor de Dios reflejado en mí? ¿Estoy compartiendo el amor de Dios? ¿Está siendo Dios glorificado y exaltado por mi causa? ¿Me siento comprometida a reflejar y compartir el amor de Dios?
Yicell de Ortiz dirige el blog yicelldeortizblog.com en donde tiene como propósito encaminar a las mujeres a Jesucristo y que ellas tengan vidas, matrimonios y familias fundamentadas en Él, proveyéndoles recursos bíblicos diversos y compartiendo también en las redes sociales. Es esposa y madre. Es miembro junto a su familia de la Iglesia Bautista Internacional (IBI), en donde junto a su esposo colabora en el ministerio de jóvenes Adultos M-AQUI."
