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6 claves para detectar el evangelio de la prosperidad
Nota del editor: El pastor John Piper recibe preguntas de algunos oyentes de su podcast Ask Pastor John. A continuación está una de esas preguntas y su respuesta.
Pastor John, durante muchos años has sido un abierto opositor del evangelio de la prosperidad. Un episodio anterior del podcast se tituló acertadamente: «Por qué aborrezco el evangelio de la prosperidad». Eso resume tu posición bastante bien, y tus palabras allí son fuertes. Un oyente del podcast, Derek, escribió recientemente para hacer una pregunta adicional: «Pastor John, ¿cómo se reconoce la teología de la prosperidad cuando no es tan obvia? ¿Cuáles son algunos indicadores clave para discernir una teología de la prosperidad “suave”?».
Realmente aprecio esta pregunta. Estoy deseoso de mencionar algunas cosas en las cuales pueden fijarse, y no creo que sea tan difícil de enlistar. Cualquiera podría sentarse y proponerlas. Así que he pensado al menos en seis que he anotado: seis cosas a las que prestar atención. Si las ves, lo más probable es que estés tratando con una teología de la prosperidad incipiente o una teología de la prosperidad suave o naciente.
1. No existe una doctrina robusta del sufrimiento
Observa la ausencia de una doctrina seria sobre la necesidad bíblica y la normalidad del sufrimiento; es decir, nota la ausencia de una doctrina del sufrimiento. Mientras Pablo recorría las iglesias, dijo que el discipulado básico era enseñar que hay que entrar en el reino a través de muchas tribulaciones (Hch 14:21). ¿Es esta la enseñanza doctrinal básica en la iglesia? Las tribulaciones son necesarias, hay muchas y debes pasar por ellas.
¿Es esencial Romanos 8:23 para hacer frente a la enfermedad y la calamidad? Los que tenemos el Espíritu Santo gemimos, esperando nuestra adopción como hijos, la redención de nuestros cuerpos. ¿Se resalta que los cristianos llenos del Espíritu Santo pueden tener cáncer y gemir bajo las calamidades y las miserias de la caída?
Jesús dice en Juan 15:20: «Si me persiguieron a Mí, también los perseguirán a ustedes». ¿Se enfatiza que un cristiano fiel será perseguido? Vemos en Hebreos 12 y en 2 Corintios 1 que Dios es soberano sobre todo nuestro dolor y lo ordena para nuestra santidad. Así que esa es la primera cosa para prestar atención: ¿Existe una doctrina seria sobre la necesidad y la normalidad del sufrimiento?
2. No hay un llamado claro a negarte a ti mismo
Presta atención si no hay una doctrina clara y prominente sobre negarse a sí mismo; es una pista de que algo no va bien. Jesús dijo: «Si alguien quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y que me siga» (Mt 16:24). Pablo dijo: «Si ustedes viven conforme a la carne, habrán de morir; pero si por el Espíritu hacen morir las obras de la carne, vivirán» (Ro 8:13). «Yo estimo como pérdida todas las cosas en vista del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús» (Fil 3:8).
"El progreso normal en la vida cristiana pasa por decir «¡no!» a las cosas de menor valor y «¡sí!» a Cristo"
En otras palabras, el progreso normal en la vida cristiana pasa por decir «¡no!» a las cosas de menor valor y «¡sí!» a Cristo. Muchas de esas cosas de menor valor son el tipo de placeres a los que los predicadores de la prosperidad no les gusta decir «no». Entonces, ¿existe una buena doctrina sobre negarse a sí mismo?
3. No hay una exposición seria
Fíjate en la ausencia de una exposición seria de las Escrituras. ¿La predicación se toma la Biblia en serio, explicando lo que realmente hay en los textos? ¿Examina los pasajes de la Escritura, explicando el flujo de pensamiento? ¿O da la sensación de que el pastor tiene sus temas favoritos y da vueltas sobre ellos una y otra vez, haciendo que unos pocos textos sirvan a su propósito?
Así que observa si hay un manejo cuidadoso y continuo de las Escrituras de una manera expositiva. Pero sospecha si todo lo que recibes es una predicación temática con algunos de los temas favoritos del pastor que se inclinan hacia la prosperidad.
4. No se lucha con las tensiones
Observa si no se tratan las tensiones en las Escrituras. Es decir, ¿el predicador trae a colación los pasajes que parecen contradecir los textos que está exponiendo y luego da explicaciones cuidadosas para mostrar cómo realmente encajan juntos? ¿O se contenta con decir lo que parece haber en un texto y ni siquiera plantea el problema? Puede haber otros diez textos que parezcan decir otra cosa.
Creo que es una mala señal si semana tras semana piensas: ¿No se da cuenta de que lo que acaba de decir de este texto se contradice en algunos otros lugares de la Biblia? Y parece que no está enterado o no le interesa. Ese es un problema serio.
5. Hay estilos de vida exorbitantes
¿Los líderes de la iglesia tienen estilos de vida exorbitantes? ¿Conducen vehículos, viven en casas, visten ropa y viajan a lugares a los que solo los muy ricos pueden ir o que solo los muy ricos pueden poseer? ¿Vive el pastor por encima del promedio de la gente de su comunidad? ¿Por qué? Sé que puede haber razones culturales y tradicionales para ello, pero ¿hay razones bíblicas para ello? Trata de descubrirlo.
¿Qué mueve a este pastor? ¿Por qué se preocupa tanto por la ropa que viste, por el automóvil que conduce, por el barrio en el que vive, por la forma en que viaja y por las comodidades que obtiene en sus viajes? Algo así no luce como el Jesús que no tenía donde recostar su cabeza (Mt 8:20).
6. Hay demasiado ego
¿Hay una prominencia del yo y una marginación de la grandeza de Dios? ¿Parece que el predicador se exhibe a sí mismo? ¿Interviene demasiado en la conversación? ¿Es la grandeza, la majestad y la gloria de Dios el centro de todo lo que dice y hace? ¿Está el predicador enamorado de la gloria de Dios en el evangelio? ¿Está quebrantado de corazón por su pecado? ¿Está contrito y es humilde? ¿Busca no llamar la atención a su persona? ¿Se arrepiente de sus pecados y da ejemplo de cómo apropiarse diariamente de la dulzura de lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz? ¿O margina la majestad de la gracia mientras se exalta a sí mismo?
Estas serían algunas de las cosas que yo tendría en cuenta al tratar de discernir si una iglesia se desvía hacia el evangelio de la prosperidad.
Publicado originalmente en Desiring God. Traducido por Eduardo Fergusson.
John Piper (@JohnPiper) es fundador y maestro de desiringGod.org y ministro del Colegio y Seminario Belén. Durante 33 años, trabajó como pastor de la Iglesia Bautista Belén en Minneapolis, Minnesota. Es autor de más de 50 libros.