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Cómo reconocer a un falso maestro
Hay falsos maestros de todo tipo: desde el líder sectario más desquiciado, hasta el evangelista de televisión más cautivante. Demasiados cristianos profesantes son engañados para que abracen ideas heréticas o apoyen movimientos espirituales peligrosos, algunos de los cuales incluso se hacen pasar por evangélicos.
Si eres un pastor, es probable que al menos algunos de los miembros de tu iglesia hayan coqueteado con enseñanzas falsas en algún momento de su travesía espiritual.
Por supuesto, los falsos maestros no son un fenómeno reciente, pues han estado tratando de socavar el evangelio y corromper al pueblo de Dios desde los primeros días de la Iglesia. Tito 1 nos muestra que el protegido de Pablo, Tito, tuvo que hacer frente a la amenaza de los falsos maestros entre los cristianos de Creta a mediados del primer siglo.
La grave amenaza espiritual
Lo más probable es que los falsos maestros en Creta fueran judíos incrédulos imponiendo algún tipo de legalismo a la iglesia. En la última parte de Tito 1:10, Pablo los identifica como “los de la circuncisión”, mientras que el versículo 14 dice que estaban dedicándose a “mitos Judaicos y a mandamientos de hombres que apartan de la verdad”. Pablo contesta en el versículo 15 con el argumento de que la pureza está directamente vinculada a la fe en lugar de los rituales. Además, sugiere que el resultado de la falta de fe es la impureza. Fuera cual fuera la forma exacta de esta herejía legalista, a Pablo le preocupaba que estuvieran contradiciendo el evangelio y poniendo en peligro al pueblo de Dios.
Hoy en día hay muchas doctrinas peligrosas que contradicen al evangelio. Algunas argumentan que el evangelio es confiar en Dios para traernos prosperidad material, otras sugieren que es posible aceptar a Jesús como tu Salvador sin hacer caso a su derecho al señorío sobre tu vida. Cada vez más, algunos abogan por el matrimonio homosexual, haciendo caso omiso tanto de las Escrituras como de 2,000 años de reflexión cristiana moral y teológica. Algunos creen que el cristianismo se reduce a servir a los demás o luchar por la justicia social, y no hay duda de que son buenas cosas, pero dicen poco sobre el pecado o la expiación. Las doctrinas peligrosas son de todo tipo, pero tienen lo que Danny Akin llama “matemáticas heréticas” como su denominador común: agregan, restan, multiplican o dividen el evangelio.
Frecuentemente la mala teología es igual a mala moralidad
En Tito 1:6-9, Pablo le recuerda a Tito el tipo de carácter piadoso que debe distinguir la vida de un anciano de la iglesia, incluyendo una lista de los vicios que hay que evitar. Luego, en los versículos 10-16, ofrece una larga lista de los pecados de los falsos maestros, lo que demuestra lo mucho que difieren moralmente de los pastores piadosos.
En el versículo 10, Pablo escribe, “Porque hay muchos rebeldes, habladores vanos y engañadores, especialmente los de la circuncisión”. Ellos no estaban trabajando conforme a las estructuras de autoridad ordenadas por Dios. Existe una razón por la que hoy en día muchos falsos maestros comienzan movimientos nuevos o trabajan como ministros independientes a través de la televisión o Internet.
En el versículo 11, Pablo dice que los falsos maestros difunden sus creencias para “ganancias deshonestas”. No sabemos quiénes apoyaron a estos falsos maestros o la forma en que los apoyaron, lo único que sabemos es que el beneficio financiero los motivó. Muchos falsos maestros hoy en día acumulan grandes riquezas mediante la venta de su mala doctrina a gente engañada (por ejemplo, piensa en jets privados).
En los versículos 12-13, Pablo cita a un filósofo cretense llamado Epimenedes con el objeto de enfatizar más el mal carácter de los falsos maestros: ” Uno de ellos, su propio profeta, dijo:« Los Cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos». Este testimonio es verdadero”. Un par de cosas acerca de este pasaje hace que algunos cristianos no entiendan este pasaje en primera lectura.
En primer lugar, ¿está afirmando Pablo que este filósofo pagano es un verdadero profeta? No, él simplemente está diciendo que lo que tenía que decir Epimenedes resulta verdad en este caso particular. Nosotros hacemos lo mismo cuando decimos que alguien “resultó ser un profeta”. Pablo es un misionero y en esta carta hace lo mismo que hizo en Hechos 17 en el Areópago, contextualizando su mensaje para encontrar a las personas donde están en sus propios términos culturales.
En segundo lugar, ¿es Pablo racista porque está de acuerdo con la crítica sin matices del filósofo del pueblo de Creta? Una vez más, la respuesta es no, pero es una pregunta justa. El proverbio de Epimenedes era tan común en el mundo antiguo que la palabra griega kretizein se utilizaba como sinónimo de mentiroso o tramposo. Mientras Epiminedes estaba criticando a la gente de Creta en general, Pablo está diciendo que el viejo adagio sobre cretenses es cierto en el caso de estos falsos maestros, ya que son mentirosos y tramposos y no se puede confiar en ellos. Se ajustan el estereotipo. Son cretenses por excelencia.
Pablo da un diagnóstico devastador a los falsos maestros en los versículos 15 y 16:
Todas las cosas son puras para los puros, pero para los corrompidos e incrédulos nada es puro, sino que tanto su mente como su conciencia están corrompidas. Profesan conocer a Dios, pero con sus hechos Lo niegan, siendo abominables y desobedientes e inútiles para cualquier obra buena.
Estos falsos maestros se preocupan muchísimo por la pureza ritual, sin embargo son lo contrario de puros. Su mentalidad y moralidad son pervertidas, y afirman conocer a Dios, pero sus obras lo niegan. Son detestables y desobedientes y no sirven para hacer ninguna buena obra. Son incrédulos haciéndose pasar por maestros cristianos. Son lobos disfrazados de ovejas.
Pablo escribe en el versículo 11 que los falsos maestros estaban “trastornando familias enteras” con sus enseñanzas. Esto podría significar exactamente lo que dice, que sin duda es bastante malo. Sin embargo la palabra que la NBLH traduce como “familias” también podría ser traducida como “hogar”, que en este contexto probablemente significaría “la iglesia doméstica”. Independientemente de si Pablo se refiere a las familias o a las iglesias en casa, el punto principal es el mismo: los lobos cazan ovejas.
La herejía no tiene absolutamente nada de lindo o inocente. La eternidad pende de un hilo.
La responsabilidad de los ancianos de la iglesia
La sección de Tito 1:10-16 comienza y termina con dos versículos importantes. En el versículo 9, Pablo dice que un anciano “debe retener la palabra fiel a que es conforme a la enseñanza, para que sea capaz también de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen”. Más tarde escribe: “Pero en cuanto a ti, enseña lo que está de acuerdo con la sana doctrina” (2:1). Ambos versículos sugieren que los ancianos deben entender la doctrina bíblica y ser capaces de comunicar eficazmente esa doctrina al pueblo de Dios, lo que Timoteo llama ser “apto para enseñar” (1 Tim 3:2).
Cuando consideramos los diferentes requisitos para los ancianos en 1 Timoteo 3 y Tito 1, observamos que la mayor parte de estas características deben caracterizar a los cristianos maduros en general. La única capacidad que no poseen todos los cristianos, sino que debe caracterizar a un anciano, es la capacidad de enseñar fielmente la Palabra de Dios. Los ancianos, y cualquiera que aspire al ministerio de la Palabra, necesitan dedicar una cantidad considerable de tiempo a estudiar la Biblia y aprender la sana doctrina para que puedan enseñar a las personas que Dios les confía. Esta es una razón por la que los seminarios son tan importantes, por la que las conferencias sanas pueden ser tan útiles, y por la que cada pastor debe seguir aprendiendo teología a lo largo de la vida.
Pablo indica que no es suficiente simplemente abogar por la sana doctrina, también los ancianos deben hacer frente a los falsos maestros y contrarrestar la mala teología. Él dice que los ancianos deben “refutar a los que contradicen” a la sana doctrina (Tito 1:9), y cuatro versículos después le dice a Tito, “repréndelos severamente para que sean sanos en la fe” (Tito 1:13). En otras palabras, los ancianos deben estar dispuestos a “llamar al pan pan y al vino vino” cuando se trata de falsa enseñanza.
El triaje teológico
Es cierto que debemos tratar este tema con cuidado, puesto que, después de todo, no todas las malas doctrinas son igualmente peligrosas. Como entiendo las Escrituras, las doctrinas tales como el bautismo de infantes, las mujeres pastores, la continuación de la profecía y los verdaderos creyentes que caen de la gracia son todas doctrinas aberrantes, pero creo que cristianos sinceros e incluso maduros afirman cada una de ellas. Aunque creo que cada uno de estos puntos de vista es equivocado, ninguno de ellos es una herejía condenablemente incorrecta tales como el rechazo de la Trinidad, el argumento que Jesús era solo un hombre, la negación de la expiación sustitutiva, o la denuncia de su resurrección corporal.
Muchos lectores estarán familiarizados con la analogía útil de Al Mohler del “triaje teológico” en la que habla de las doctrinas de primer, segundo, y tercer grado. Las doctrinas de primer grado son las afirmaciones fundamentales del cristianismo que distinguen la fe verdadera de la fe falsa, por ejemplo piensa en la Trinidad, la encarnación, la expiación sustitutiva y la resurrección corporal. Las doctrinas de segundo grado conducen a diferentes tradiciones denominacionales, por ejemplo piensa en el bautismo, la forma de gobierno, los dones milagrosos, y los roles de género. Las doctrinas de tercer grado son esas opiniones teológicas sobre las que cristianos genuinos puedan estar en desacuerdo y aún así ser parte de la misma iglesia o grupo de iglesias, por ejemplo piensa en el milenio, el alcance de la expiación y la edad de la tierra. El triaje teológico no resuelve todos los conflictos. Podríamos estar en desacuerdo sobre si la edad de la tierra o los roles de género son de segundo o tercer orden. Sin embargo, es una herramienta útil para ayudarnos a determinar la diferencia entre la doctrina sospechosa y la herejía condenable.
Los riesgos más elevados
No todos los líderes cristianos que están equivocados son lobos, razón por la que los ancianos deben navegar la doctrina errónea con una actitud caritativa hacia las personas piadosas que creemos que tienen unas creencias y prácticas equivocadas.
Pero cuando un anciano ve un lobo, debe estar dispuesto a “descubrir” la identidad del lobo por la seguridad espiritual de las ovejas. La enseñanza falsa es una cuestión de vida eterna frente a la muerte espiritual.
Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Rachel Jobson.
Nathan A. Finn es el decano de la Escuela de Teología y Misiones y prefesor de pensamiento y tradición Cristiana en Union University en Jackson, Tennessee.