Para esta entrada de #CoaliciónResponde respondemos a la pregunta, “¿Debemos guardar el día sábado?”.
Esta en verdad es una pregunta muy importante, y es posible que cualquier persona que lea la Biblia se la haya hecho. Por lo menos, sé que yo mismo me debatí esto algunos años atrás.
Pienso que la mejor manera de contestar a esta pregunta es haciendo una teología bíblica del día de reposo. La teología bíblica es el estudio de la historia redentora de Dios en la Biblia al hacer un exégesis de cada libro para ver su teología y cómo se conecta a todo el consejo de Dios exaltando a Cristo. Esta definición servirá como base para lo que haremos a continuación. Aunque no podremos hacer una teología completa del día de reposo por espacio, sí cubriremos su fundamento.
Israel posterior a la creación
En Génesis 2:1–3 vemos que Dios cesa toda la obra de la creación en el séptimo día y lo santifica. Estos versículos son entonces el fundamento para el día de reposo que vemos en el resto de la Biblia.
En Éxodo 20:8-11, Moisés explica lo que “cesar” significa para el pueblo de Israel. Aquí observamos que el séptimo día se aplica al pueblo de Israel con el nombre “día de reposo”. Con este nombre, Moisés está haciendo referencia a Génesis 2:1–3, pero cambia el verbo de “cesar” a “descansar”. La idea de este cambio no es equiparar el séptimo día con el día de reposo, sino para mostrar que la acción de Dios de bendecir y santificar se aplica de la misma manera a ambos. Moisés estaba fundamentando el hecho de que Dios bendeciría el día de reposo porque así Él lo hizo con el séptimo día.
Podemos ver algo similar en Deuteronomio 5:12–15, ya que Moisés ordena a una nueva generación (la cual ha sido redimida de las manos del faraón) a que guarden este día.
Podríamos decir que vemos una trayectoria de la historia redentora de Dios desde su creación terminada en el séptimo día, hasta su aplicación al pueblo de Israel en el día de reposo, recordando que de la misma manera que Dios cesó de su obra en la creación, Israel ahora tenía descanso de la esclavitud en Egipto. Aun así, este día de descanso era una experiencia temporal porque en realidad, el descanso que necesitamos no es solo un descanso físico sino un descanso espiritual y eterno. Necesitamos un descanso que venga de una redención con un corazón nuevo para amar y obedecer a Dios (Ez. 36:24–27). La verdad es que el día del reposo era una imagen temporal de lo que vendría a ser un descanso eterno en Cristo.
Dios en la obra terminada en Cristo de la nueva creación
En Mateo 12:6,8 vemos cómo Cristo hace dos afirmaciones poderosas y gloriosas: “Pues les digo que algo mayor que el templo está aquí… Porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”. ¿Qué mas importante para los judíos que estas dos cosas? No hay duda que Jesús vino a dar vida para el verdadero reposo. En Juan 5:21 vemos a Jesús sanando en el día de reposo y diciendo cosas como, “Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere”. Cristo vino a mostrar que el día del reposo se celebra junto con la vida que el da. Por lo tanto, el día del reposo no es un día a la semana, sino todos los días de la semana, puesto que Cristo compró el descanso al que ese día apuntaba para los creyentes. Por lo tanto, vemos en Hebreos el descanso que Cristo ha comprado para su Iglesia (Heb. 2:9–10). En Cristo todos los días son para vivirlos en el descanso espiritual que Él ha comprado, porque “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn 10:10b). Incluso al morir dijo “¡Consumado es!” (Jn. 19:30). ¡Qué gran obra!
La iglesia posterior a la Cruz
Cristo no compró un día de reposo sino días de reposo. Es mas, nosotros ya disfrutamos el descanso que viviremos por la eternidad junto a nuestro Dios Trino porque Cristo ya lo ha asegurado por nosotros. Los creyentes no dejan de hacer sus actividades en un día en especial, porque cada día es una muestra de lo que Dios hizo en Cristo para que tú y yo viéramos Su gloria en Cristo por medio de Su Espíritu. El Dr. Tom Schreiner lo explica de esta manera:
“Los creyentes no están obligados a guardar el Sábado. El Sábado era la señal del pacto Mosaico. Este pacto Mosaico y el Sábado como señal del pacto no son aplicables ahora que ha venido el nuevo pacto en Jesucristo. Los creyentes sí están llamados a honrar y respetar a aquellos que aún piensan que el Sábado es mandatorio para los creyentes. Pero si alguien argumenta que el Sábado es requerido para salvación, tal enseñanza es contraria al evengelio y debe ser resistida. En cualquier caso, Pablo deja claro en Romanos 14:5 y en Colosenses 2:16-17 que el Sábado ha pasado ahora que Cristo ha venido. Es sabio para los creyentes el descansar, y por tanto un principio que podemos derivar el Sábado es que los creyentes deben descansar. Pero el Nuevo Testamento no especifica cuándo debe ocurrir tal descanso, ni presenta un período de tiempo donde debe ocurrir…El Sábado apuntaba al descanso escatológico en Cristo, que los creyentes disfrutan ahora en parte y disfrutarán por completo en el Último Día”.
Nuestro reposo no está en un día, sino en Cristo. ¡Nuestras reuniones dominicales son para celebrar esto! El domingo celebramos que Dios resucitó entre los muertos a nuestro Señor y Salvador Jesús (Hch. 20:7; Ef 1:20). Nos reunimos como una comunidad comprada por la sangre de Cristo para glorificar a nuestro Dios Trino, a compartir la Palabra de Dios con los demás, a amonestarnos unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales (Col. 3:16–17). La comunidad redimida por la sangre de Cristo es parte de la nueva creación que ya ha sido comprada, pero esperamos su revelación en gloria, (Ro. 8:19–25; 2 Co. 5:17; Ap. 21–22). ¡Descansa hoy, mañana y hasta la eternidad con Dios en Cristo y por medio de su Espíritu!
Nota del editor: #CoaliciónResponde es una serie donde pastores y líderes de la iglesia responden a inquietudes que llegan a Coalición por el Evangelio por diversos medios, y que son parte de las inquietudes que caracterizan la iglesia en nuestra región. Puedes usar #CoaliciónResponde en las redes sociales o escribirnos a coalicion@thegospelcoalition.org con tus preguntas.
Michel Galeano es colombiano, casado con Gaby, y padre de Priscilla y Sebastian. Obtuvo su licenciatura de ministerio cristiano y pastoral del Seminario Teológico Bautista de New Orleans, y una maestría en divinidad en el Seminario Bethlehem en Minneapolis. Michel es pastor de Gracia sobre Gracia, una iglesia en el sur del estado de Florida. Puedes seguirlo en Twitter.