“Pasados algunos días, el rey Agripa y Berenice vinieron a Cesarea para saludar a Festo. Y como estuvieron allí muchos días, Festo expuso al rey la causa de Pablo, diciendo: Un hombre ha sido dejado preso por Félix, respecto al cual, cuando fui a Jerusalén, se me presentaron los principales sacerdotes y los ancianos de los judíos, pidiendo condenación contra él. A éstos respondí que no es costumbre de los romanos entregar alguno a la muerte antes que el acusado tenga delante a sus acusadores, y pueda defenderse de la acusación. Así que, habiendo venido ellos juntos acá, sin ninguna dilación, al día siguiente, sentado en el tribunal, mandé traer al hombre. Y estando presentes los acusadores, ningún cargo presentaron de los que yo sospechaba, sino que tenían contra él ciertas cuestiones acerca de su religión, y de un cierto Jesús, ya muerto, el que Pablo afirmaba estar vivo. (Hechos 25:13-19)”
Tal vez alguno de ustedes han tenido la bendición de viajar y conocer Israel, la Tierra Santa, donde se puede contemplar los lugares de los cuales la Biblia nos habla y poder caminar por los lugares donde Jesús anduvo, y también de poder conocer de la relación que hasta el dia de hoy, hay entre el pueblo judío y nuestro Señor Jesucristo.
Los judíos en la actualidad tienen un cierto respeto y conocimiento por ese hombre llamado Jesús que afirmaba ser el mesías y muchos de ellos aunque nos parezca extraño conocen Sus parábolas y de todos los lugares por los cuales Él anduvo, además conocen la historia de la crucifixión de Jesús y de lo que dicen de Su resurrección, pero lamentablemente todo este conocimiento no es por la devoción que ellos puedan manifestar por Jesús, más bien guardan todas estas historias biblicas por un asunto turístico y comercial que les trae muchos dividendos económicos con los turistas que visitan la Tierra Santa.
Pero lastimosamente la gran mayoría de los judíos que no profesan el cristianismo solo conocen a un Jesús histórico, a un Jesús que para ellos fue solo un maestro más de todos los que han habido en el pueblo de Israel.
En pocas palabras podemos decir que ellos conocen de Jesús, pero no creen en Él, conocen de su historia, pero no lo rconocen como su Señor y menos como su Salvador. Es por esto que es tan importante la pregunta que el mismo Señor Jesucristo les hizo a Sus discípulos: “Aconteció que mientras Jesús oraba aparte, estaban con Él los discípulos; y les preguntó, diciendo: ¿Quién dice la gente que soy yo? Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado. Él les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios. (Lucas 9:18-20)
Cuando el Señor pregunta: ¿Y vosotros quién decís que soy? La respuesta a esa pregunta es la clave para el desarrollo de nuestra vida cristiana, pues de la respuesta a esa pregunta depende nuestra vida eterna.
REFLEXIONEMOS AHORA EN NUESTRAS PROPIAS VIDAS:
Lastimosamente a muchos de nosotros se nos ha presentado o hemos conocido a un Jesús histórico o tenemos conocimiento de Él por lo que se nos predica en los cultos o por lo que se nos ha dicho y en este sentido hemos escuchado que Jesús es Dios hecho hombre y que Él sana y hace milagros, pero: ¿LE HEMOS CREÍDO VERDADERAMENTE?
En esta oportunidad la pregunta tiene un carácter radical para cada uno de nosotros:
¿QUIÉN ES JESÚS PARA NOSOTROS?
“Él les dijo: ¿Y vosotros, quién decís que soy? Entonces respondiendo Pedro, dijo: El Cristo de Dios. (Lucas 9:20)
Nuestra salvación y vida eterna no depende de lo que digan los demás (ver Lucas 9:18) Quizás puedas tener amigos ateos, quizás puedas tener maestros ateos, posiblemente puedes estar rodeados de personas que afirman que Jesús era un farsante o un impostor, pero la pregunta no es para los demás, la pregunta es para cada uno de nosotros: ¿Quién es Jesús para nosotros?
Nuestra salvación y vida eterna no depende del buen concepto que podamos tener sobre Jesús (ver Lucas 9:19), nadie tenía un mal concepto sobre Jesús, algunos dijeron que era Juan el Bautista, otros pensaron que era un profeta, otros creían que era el profeta Elías, pero la pregunta de Jesús no es que concepto tenemos sobre Él, sino lo que Jesús nos pregunta directamente es: ¿Quien es y que representa Él para nosotros?
Por lo tanto, entendemos que no es por lo que podemos escuchar o leer sobre Jesús, sino lo que Jesús realmente es para cada uno de nosotros y lo que Él representa en nuestras vidas.
Lo importante no es lo que podemos decir de Jesús por los conocimientos históricos que podemos tener de su persona, sino; ¿Quién es Jesús realmente para cada uno de nosotros en forrma personal?
Nuestra salvación y vida eterna depende de la fe que tengamos en Jesús, de la seguridad de saber que Él es Dios, que Él es nuestro salvador y que Él es el hijo de Dios (ver Lucas 9:20)
Por lo tanto, mis queridos hermanos no nos podemos quedarnos solamente con lo que los otros dicen acerca de Jesús, ni podemos conformarnos con los concepto que otros tienen sobre Jesús, mas bien tenemos que responder la pregunta que nos hizo Jesús, pero esta respuesta no es la que nos da el pastor de nuestra iglesia, ni tampoco es la que nos dan nuestros padres, o la que nos puedan dar nuestros amigos. La respuesta que Jesús desea oir hoy es la de cada uno de nosotros y que le podamos responder con sinceridad:
¿QUIÉN SOY YO PARA USTEDES?
“Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, (Juan 10:14)
¡¡¡SOLO USTEDES PUEDEN RESPONDER ESTA PREGUNTA!!!
QUE DIOS LES BENDIGA Y LES DE CADA DIA MAS ENTENDIMIENTO A CERCA DE SU PALABRA Y AMOR POR CADA UNO DE USTEDES. AMEN.
FRANKLIN MIRABAL, Es miembro lider de la Iglesia Asamblea de Dios Central de Higuey, Rep. Dominicana.
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