Plan
Lectura de Hoy
13-11-2023
Devocional
Devocional: Amós 2
¡Ay de China en el siglo XX! porque ha masacrado a cincuenta millones de personas de su propio pueblo en aras de la igualdad. Orgullosa y altiva, mantiene una postura de ateísmo oficial, persigue a la iglesia mientras que esta, nutrida por la sangre de los mártires, se ha multiplicado por cincuenta en medio siglo.
¡Ay de Rusia! En la segunda década del siglo XX, se embarcó en un experimento social masivo que produjo la muerte de más de cuarenta millones de personas. Subyugó a nación tras nación, absolutamente segura de tener la marea de la historia de su parte. Llegó a ser excelente en la producción del “hombre revolucionario”, pero no pudo crear el prometido “hombre nuevo” de pensamiento marxista y, por tanto, se escondió detrás de ilusiones y mentiras hasta que su incompetencia económica la hizo caer.
¡Ay de Alemania! Privilegiada por servir de hogar a algunos de los grandes Reformadores, se volvió extraordinariamente arrogante en cuanto al intelecto y, en el siglo XX, inició dos guerras mundiales que causaron muerte y caos, incluidos los horrores de los nazis sobre incontables millones de personas. Hoy, construye excelentes BMW, pero tiene un alma materialista, y lo más grande que adora es su poderío económico.
¡Ay de Gran Bretaña! En un tiempo, gobernó un cuarto de la población mundial; heredó algo del más grande pensamiento y literatura cristiana que jamás se ha producido; se volvió cada vez más orgullosa y condescendiente con las naciones que colonizó y con la gente a la que esclavizó. Tras despilfarrar una y otra vez la herencia del conocimiento de Dios, da vueltas sin dirección y se degrada.
¡Ay de Canadá! Le gusta pensar que es moralmente superior que su vecino más próximo, mientras se esconde bajo la sombrilla militar de los Estados Unidos. Deslizándose hacia el abismo moral, su Corte Suprema emite decisiones que son tan moralmente corrosivas como todas las del mundo occidental, mientras que el faccionalismo inglés-francés lo dirige hacia la enemistad y la ruptura por falta de cortesía y respeto en ambas partes.
¡Ay de los Estados Unidos! Se enorgullece de ser casi el único poder mundial que queda, pero nunca reflexiona en cómo Dios ha derrocado a todos los poderes mundiales de la historia. Ama sus libertados, una herencia enorme, se ha convertido cada vez más en una fachada tras la cual esconderse y defender la mayor inmoralidad y el peor egoísmo. Para la nación en general, no hay cuestión más importante, ninguna en absoluto, que el estado de la economía.
Este es el razonamiento de Amós. En Amós 1, gira en torno a los vecinos paganos, articulando el juicio de Dios. Aquí, en Amós 2, pasa a Moab, Judá (“Canadá”) y, finalmente, llega a Israel. Las audiencias israelitas empezarían con un contentamiento pedante durante las primeras partes: ¿cómo acabarán? Y entiende una cosa: mi secuencia de “ayes” anterior podría haberse reorganizado para acabar en cualquier país, incluso el tuyo.
Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Publicaciones Andamio, 2016. Usado con permiso.
Devocional: 1 Crónicas 1–2
Hay un enlace temático entre las dos lecturas principales de hoy.
Con 1 Crónicas 1-2 comienza una serie de largos capítulos de información genealógica.
Este no es el tipo de material que nos atrae inmediatamente. Sin embargo, las genealogías bíblicas logran muchas cosas además de lo obvio, que es registrar la descendencia genealógica. Si uno estuviera leyendo la Biblia entera, en este momento las listas de nombres servirían, en parte, como un repaso: los inicios hasta David, y luego 1 y 2 Crónicas llevan al lector hasta el final de la dinastía activa de David. La genealogía también presenta brevemente algunas de las ramas que fácilmente podemos perder de vista al leer los relatos en sí. ¿Cómo están conectados los descendientes de Abraham con Noé? El propio Abraham tuvo hijos de tres mujeres: Hagar, Cetura y Sara. ¿Dónde acabaron?
Ciertamente, la genealogía no pretende ser exhaustiva. Se dirige hacia Judá y la dinastía davídica. Hay movimiento y cambio, desarrollos y pactos nuevos, pero desde el principio, el argumento de la Biblia ha sido un relato unificado que se dirige hacia el linaje davídico y, como último objetivo, hacia el “Hijo grandísimo del gran David” (ver meditaciones del 17 de mayo y 10 de septiembre).
En cuanto a género y énfasis, Hebreos 8 es muy distinto a las genealogías de los primeros capítulos de 1 Crónicas. No obstante, parte del argumento de este capítulo coincide con ciertas lecciones de 1 Crónicas. En este capítulo de Hebreos, el autor está afirmando que el tabernáculo (y, en principio, el templo) establecido por el pacto en el Sinaí no debe tomarse con la expresión final de la voluntad de Dios para la adoración de su pueblo. Esto sería malinterpretar su propósito en el panorama más amplio de la historia de la redención. El autor ya ha argumentado extensamente a favor de la superioridad del sacerdocio de Jesús frente al sacerdocio levítico (Hebreos 5-7) e incluso que este sacerdocio superior ya había sido anunciado por las mismas Escrituras del Antiguo Testamento. Ahora resalta el hecho de que el “santuario” construido en el desierto siguió exactamente el “patrón” que se le mostró a Moisés en el monte (8:5). El autor nos explica que se debía a que el santuario era sólo una sombra de la realidad. Convertirlo en la realidad final es malinterpretarlo. Además, los lectores del canon hebreo deberían saberlo. Ese tabernáculo estaba vinculado al pacto mosaico, pero siglos más tarde, en la época de Jeremías, Dios prometió la llegada de un nuevo pacto (8:7-12). “Al llamar ‘nuevo’ a ese pacto, ha declarado obsoleto al anterior; y lo que se vuelve obsoleto y envejece, ya está por desaparecer” (8:13). La llegada del nuevo pacto no sólo relega el tabernáculo del antiguo pacto al pasado, sino que demuestra la unidad del relato bíblico, pues utiliza corrientes diversas, aunque todas estas convergen en Jesús.
Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen I, por Donald A. Carson © Publicaciones Andamio, 2013. Usado con permiso.
1 Crónicas 1–2
Descendientes de Adán y Noé
1 Adán, Set, Enós, 2 Cainán, Mahalaleel, Jared, 3 Enoc, Matusalén, Lamec, 4 Noé, Sem, Cam y Jafet.
5 Los hijos de Jafet fueron Gomer, Magog, Madai, Javán, Tubal, Mesec y Tiras. 6 Los hijos de Gomer fueron Askenaz, Difat y Togarmá. 7 Los hijos de Javán fueron Elisa, Tarsis, Quitim y Rodanim.
8 Los hijos de Cam fueron Cus, Mizrayim, Fut y Canaán. 9 Los hijos de Cus fueron Seba, Havila, Sabta, Raama y Sabteca; y los hijos de Raama fueron Seba y Dedán. 10 Cus fue el padre de Nimrod; este llegó a ser poderoso sobre la tierra. 11 Y Mizrayim fue el padre del pueblo de Ludim, Anamim, Lehabim, Neftuhim, 12 Patrusim y Casluhim, de los cuales vinieron los filisteos, y Caftor.
13 Canaán fue el padre de Sidón su primogénito, y de Het, 14 y de los jebuseos, los amorreos, los gergeseos, 15 de los heveos, los araceos, los sineos, 16 de los arvadeos, los zemareos y hamateos.
17 Los hijos de Sem fueron Elam, Asur, Arfaxad, Lud, Aram, Uz, Hul, Geter y Mesec. 18 Arfaxad fue el padre de Sela, y Sela fue padre de Heber. 19 A Heber le nacieron dos hijos, el nombre de uno fue Peleg, porque en sus días fue repartida la tierra, y el nombre de su hermano era Joctán. 20 Joctán fue el padre de Almodad, Selef, Hazar Mavet, Jera, 21 Adoram, Uzal, Dicla, 22 Ebal, Abimael, Seba, 23 Ofir, Havila y Jobab; todos estos fueron hijos de Joctán.
24 Sem, Arfaxad, Sela, 25 Heber, Peleg, Reu, 26 Serug, Nacor, Taré, 27 Abram, es decir, Abraham.
Descendientes de Abraham
28 Los hijos de Abraham fueron Isaac e Ismael. 29 Estas son sus genealogías: el primogénito de Ismael, Nebaiot, luego Cedar, Adbeel, Mibsam, 30 Misma, Duma, Massa, Hadad, Tema, 31 Jetur, Nafis y Cedema; estos fueron los hijos de Ismael. 32 Los hijos que Cetura, concubina de Abraham, dio a luz, fueron Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa. Y los hijos de Jocsán fueron Seba y Dedán. 33 Los hijos de Madián fueron Efa, Efer, Hanoc, Abida y Elda. Todos estos fueron hijos de Cetura.
34 Abraham fue el padre de Isaac. Los hijos de Isaac fueron Esaú e Israel. 35 Los hijos de Esaú fueron Elifaz, Reuel, Jeús, Jaalam y Coré. 36 Los hijos de Elifaz fueron Temán, Omar, Zefí, Gatam, Quenaz, Timna y Amalec. 37 Los hijos de Reuel fueron Nahat, Zera, Sama y Miza. 38 Los hijos de Seir fueron Lotán, Sobal, Zibeón, Aná, Disón, Ezer y Disán. 39 Los hijos de Lotán fueron Hori y Homam, y la hermana de Lotán fue Timna. 40 Los hijos de Sobal fueron Alían, Manahat, Ebal, Sofi y Onam. Y los hijos de Zibeón fueron Aja y Aná. 41 El hijo de Aná fue Disón. Y los hijos de Disón fueron Amram, Esbán, Itrán y Querán. 42 Los hijos de Ezer fueron Bilhán, Zaaván y Jaacán. Los hijos de Disán fueron Uz y Arán.
43 Estos son los reyes que reinaron en la tierra de Edom antes que reinara rey alguno de los israelitas. Bela fue hijo de Beor, y el nombre de su ciudad era Dinaba. 44 Cuando murió Bela, reinó en su lugar Jobab, hijo de Zera, de Bosra. 45 Cuando murió Jobab, reinó en su lugar Husam de la tierra de los temanitas. 46 Cuando murió Husam, reinó en su lugar Hadad, hijo de Bedad, que derrotó a Madián en el campo de Moab. El nombre de su ciudad era Avit. 47 Cuando murió Hadad, reinó en su lugar Samla de Masreca. 48 Cuando murió Samla, reinó en su lugar Saúl de Rehobot, que está junto al río. 49 Cuando murió Saúl, reinó en su lugar Baal Hanán, hijo de Acbor. 50 Cuando murió Baal Hanán, reinó en su lugar Hadad. El nombre de su ciudad era Pai, y el nombre de su mujer era Mehetabel, hija de Matred, hija de Mezaab. 51 Hadad murió. Y los jefes de Edom fueron: el jefe Timna, el jefe Alya, el jefe Jetet, 52 el jefe Aholibama, el jefe Ela, el jefe Pinón, 53 el jefe Quenaz, el jefe Temán, el jefe Mibzar, 54 el jefe Magdiel, el jefe Iram. Estos fueron los jefes de Edom.
Descendientes de Jacob
2 Estos son los hijos de Israel: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, 2 Dan, José, Benjamín, Neftalí, Gad y Aser.
3 Los hijos de Judá fueron Er, Onán, y Sela; estos tres le nacieron de Bet Súa la cananea. Y Er, primogénito de Judá, fue malo ante los ojos del SEÑOR, quien le dio muerte. 4 Tamar, su nuera, dio a luz a Pérez y a Zera. Judá tuvo cinco hijos en total.
5 Los hijos de Pérez fueron Hezrón y Hamul. 6 Los hijos de Zera fueron Zimri, Etán, Hemán, Calcol y Dara: cinco en total. 7 El hijo de Carmi fue Acar, el perturbador de Israel, que hizo mal en cuanto al anatema. 8 El hijo de Etán fue Azarías.
9 Los hijos que le nacieron a Hezrón fueron Jerameel, Ram y Quelubai. 10 Ram fue el padre de Aminadab y Aminadab fue el padre de Naasón, jefe de los hijos de Judá; 11 Naasón fue el padre de Salmón y Salmón fue padre de Booz;
Genealogía de David
12 Booz fue el padre de Obed y Obed el padre de Isaí, 13 e Isaí fue el padre de Eliab su primogénito, luego Abinadab el segundo y Simea el tercero. 14 Natanael el cuarto, Radai el quinto, 15 Ozem el sexto, y David el séptimo; 16 y sus hermanas fueron Sarvia y Abigail. Y los tres hijos de Sarvia fueron Abisai, Joab y Asael. 17 Abigail dio a luz a Amasa, y el padre de Amasa fue Jeter el ismaelita.
18 Y Caleb, hijo de Hezrón, tuvo hijos de Azuba su mujer, y de Jeriot; y estos fueron los hijos de ella: Jeser, Sobab y Ardón. 19 Cuando Azuba murió, Caleb tomó por mujer a Efrata, la cual dio a luz a Hur. 20 Hur fue el padre de Uri y Uri fue el padre de Bezalel.
21 Después Hezrón se unió a la hija de Maquir, padre de Galaad, y la tomó por mujer cuando él tenía sesenta años; y ella dio a luz a Segub. 22 Segub fue el padre de Jair, que tuvo veintitrés ciudades en la tierra de Galaad. 23 Pero Gesur y Aram les tomaron las aldeas de Jair, con Kenat y sus aldeas, sesenta ciudades. Todos estos fueron los hijos de Maquir, padre de Galaad. 24 Después de la muerte de Hezrón en Caleb Efrata, Abías, mujer de Hezrón, dio a luz a Asur, padre de Tecoa.
25 Los hijos de Jerameel, primogénito de Hezrón, fueron Ram el primogénito, luego Buna, Orén, Ozem y Ahías. 26 Jerameel tuvo otra mujer, cuyo nombre era Atara; ella fue la madre de Onam. 27 Los hijos de Ram, primogénito de Jerameel, fueron Maaz, Jamín y Equer. 28 Los hijos de Onam fueron Samai y Jada. Y los hijos de Samai fueron Nadab y Abisur. 29 Y el nombre de la mujer de Abisur era Abihail, y ella dio a luz a Ahbán y a Molid. 30 Los hijos de Nadab fueron Seled y Apaim, y Seled murió sin hijos. 31 El hijo de Apaim fue Isi, el hijo de Isi fue Sesán, y el hijo de Sesán fue Ahlai. 32 Los hijos de Jada, hermano de Samai, fueron Jeter y Jonatán. Jeter murió sin hijos. 33 Los hijos de Jonatán fueron Pelet y Zaza. Estos fueron los hijos de Jerameel.
34 Sesán no tuvo hijos, sino hijas. Sesán tenía un siervo egipcio cuyo nombre era Jarha. 35 Sesán dio a su hija por mujer a Jarha su siervo, y ella dio a luz a Atai. 36 Atai fue el padre de Natán y Natán fue el padre de Zabad, 37 Zabad fue el padre de Eflal y Eflal fue el padre de Obed, 38 Obed fue el padre de Jehú y Jehú fue el padre de Azarías, 39 Azarías fue el padre de Heles y Heles fue el padre de Elasa, 40 Elasa fue el padre de Sismai y Sismai fue el padre de Salum, 41 Salum fue el padre de Jecamías y Jecamías fue el padre de Elisama.
42 Los hijos de Caleb, hermano de Jerameel, fueron Mesa su primogénito, que fue el padre de Zif; y su hijo fue Maresa, padre de Hebrón. 43 Los hijos de Hebrón fueron Coré, Tapúa, Requem y Sema. 44 Sema fue el padre de Raham, padre de Jorcoam; y Requem fue el padre de Samai. 45 El hijo de Samai fue Maón, y Maón fue el padre de Bet Sur. 46 Efa, concubina de Caleb, dio a luz a Harán, a Mosa y a Gazez. Y Harán fue el padre de Gazez. 47 Los hijos de Jahdai fueron Regem, Jotam, Gesam, Pelet, Efa y Saaf. 48 Maaca, concubina de Caleb, dio a luz a Seber y a Tirhana. 49 También dio a luz a Saaf, padre de Madmana, a Seva, padre de Macbena y padre de Gibea; y la hija de Caleb fue Acsa. 50 Estos fueron los hijos de Caleb.
Los hijos de Hur, primogénito de Efrata, fueron Sobal, padre de Quiriat Jearim, 51 Salma, padre de Belén, y Haref, padre de Bet Gader. 52 Sobal, padre de Quiriat Jearim, tuvo hijos: Haroe, la mitad de los manahetitas, 53 y las familias de Quiriat Jearim: los itritas, los futitas, los sumatitas y los misraítas; de estos salieron los zoratitas y los estaolitas. 54 Los hijos de Salma fueron Belén y los netofatitas, Atrot Bet Joab y la mitad de los manahetitas, los Zoraítas. 55 Y las familias de los escribas que habitaron en Jabes fueron los tirateos, los simeateos y los sucateos. Esos son los quenitas que vinieron de Hamat, padre de la casa de Recab.
Hebreos 8
Jesús, Sumo Sacerdote del santuario celestial
8 Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho es este: tenemos tal Sumo Sacerdote, que se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos, 2 como ministro del santuario y del tabernáculo verdadero, que el Señor erigió, no el hombre. 3 Porque todo sumo sacerdote está constituido para presentar ofrendas y sacrificios, por lo cual es necesario que este Sumo Sacerdote también tenga algo que ofrecer.
4 Así que si Él estuviera sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley; 5 los cuales sirven a lo que es copia y sombra de las cosas celestiales, tal como Moisés fue advertido por Dios cuando estaba a punto de erigir el tabernáculo. Pues, dice Él: «Haz todas las cosas CONFORME AL MODELO QUE TE FUE MOSTRADO EN EL MONTE».
Cristo, mediador de un mejor pacto
6 Pero ahora Jesús ha obtenido un ministerio tanto mejor, por cuanto Él es también el mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. 7 Pues si aquel primer pacto hubiera sido sin defecto, no se hubiera buscado lugar para el segundo. 8 Porque reprochándolos, Él dice:
«MIREN QUE VIENEN DÍAS, DICE EL SEÑOR, EN QUE ESTABLECERÉ UN NUEVO PACTO CON LA CASA DE ISRAEL Y CON LA CASA DE JUDÁ; 9 NO COMO EL PACTO QUE HICE CON SUS PADRES EL DÍA QUE LOS TOMÉ DE LA MANO PARA SACARLOS DE LA TIERRA DE EGIPTO; PORQUE NO PERMANECIERON EN MI PACTO, Y YO ME DESENTENDÍ DE ELLOS, DICE EL SEÑOR.
10 »PORQUE ESTE ES EL PACTO QUE YO HARÉ CON LA CASA DE ISRAEL DESPUÉS DE AQUELLOS DÍAS, DICE EL SEÑOR: PONDRÉ MIS LEYES EN LA MENTE DE ELLOS, Y LAS ESCRIBIRÉ SOBRE SUS CORAZONES. YO SERÉ SU DIOS, Y ELLOS SERÁN MI PUEBLO. 11 Y NINGUNO DE ELLOS ENSEÑARÁ A SU CONCIUDADANO NI NINGUNO A SU HERMANO, DICIENDO: “CONOCE AL SEÑOR”, PORQUE TODOS ME CONOCERÁN, DESDE EL MENOR HASTA EL MAYOR DE ELLOS. 12 PUES TENDRÉ MISERICORDIA DE SUS INIQUIDADES, Y NUNCA MÁS ME ACORDARÉ DE SUS PECADOS».
13 Cuando Dios dijo: «Un nuevo pacto», hizo anticuado al primero; y lo que se hace anticuado y envejece, está próximo a desaparecer.
Amós 2
2 Así dice el SEÑOR:
«Por tres transgresiones de Moab, y por cuatro, No revocaré su castigo, Porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos. 2 Enviaré, pues, fuego sobre Moab, Que consumirá los palacios de Queriot, Y Moab morirá entre el tumulto, Entre gritos de guerra y sonido de trompeta. 3 También exterminaré al juez de en medio de ella, Y mataré a todos sus príncipes con él», dice el SEÑOR.
Juicio contra Judá e Israel
4 Así dice el SEÑOR: «Por tres transgresiones de Judá, y por cuatro, No revocaré su castigo, Porque desecharon la ley del SEÑOR Y no guardaron Sus estatutos; También les han hecho errar sus mentiras, Tras las cuales anduvieron sus padres. 5 Enviaré, pues, fuego sobre Judá, Y consumirá los palacios de Jerusalén».
6 Así dice el SEÑOR: «Por tres transgresiones de Israel, y por cuatro, No revocaré su castigo, Porque venden al justo por dinero Y al necesitado por un par de sandalias. 7 Los que pisotean en el polvo de la tierra la cabeza de los desvalidos, También tuercen el camino de los humildes. Un hombre y su padre se llegan a la misma joven Profanando Mi santo nombre. 8 Sobre ropas empeñadas se tienden junto a cualquier altar, Y el vino de los que han sido multados lo beben en la casa de su Dios.
9 »Yo mismo destruí a los amorreos delante de ellos, Cuya altura era como la altura de los cedros, Y era fuerte como las encinas; Destruí su fruto arriba y su raíz abajo. 10 Y a ustedes Yo los hice subir de la tierra de Egipto, Y los conduje por el desierto cuarenta años Para que tomaran posesión de la tierra del amorreo. 11 Y levanté profetas de entre sus hijos Y nazareos de entre sus jóvenes. ¿No es así, israelitas?», declara el SEÑOR. 12 «Pero ustedes hicieron beber vino a los nazareos, Y a los profetas les ordenaron: “No profeticen”. 13 Así que yo estoy oprimido debajo de ustedes Como está oprimida una carreta llena de gavillas. 14 La huida le fallará al ligero, Y el fuerte no fortalecerá su poder, Ni el valiente salvará su vida. 15 El que empuña el arco no resistirá, El ligero de pies no escapará, Ni el que monta a caballo salvará su vida. 16 Aun el más intrépido entre los valientes huirá desnudo aquel día», declara el SEÑOR.
Salmos 145