Honrando a Dios trabajando desde casa: Entrevista a Kevin Halloran
Trabajar desde casa tiene muchos beneficios pero al mismo tiempo presenta algunos retos para el creyente. ¿Cómo podemos contribuir de esa manera a la gran comisión? ¿Cómo tener un balance correcto entre trabajo y descanso?
Pensando en estas y otras preguntas, aquí tienes una entrevista a Kevin Halloran. Él trabaja con Leadership Resources International en el equipo de América Latina entrenando a pastores en la predicación, laborando la mayor parte del tiempo desde su casa.
Para empezar, ¿cómo conociste el evangelio y llegaste a ver cómo Cristo transforma nuestra visión del trabajo?
Aunque había conocido a Cristo cuando era pequeño, no aprendí sobre cómo el evangelio transforma nuestra visión del trabajo hasta que empecé a trabajar y darme cuenta de que estaba creyendo mentiras acerca del trabajo.
Pensaba que el trabajo era malo y que no era parte de las intenciones de Dios en la creación. Pensaba que el trabajo era para mí y no para servir a Dios y a mi prójimo. No entendía la importancia de reposar. Por eso doy gracias a Dios por ayudarme a tener una visión del trabajo como bíblico y glorioso.
"Si no tenemos una visión bíblica del trabajo, vamos a estar frustrados, desequilibrados, o tentados a la pereza."
Si no tenemos una visión bíblica del trabajo, vamos a estar frustrados, desequilibrados, o tentados a la pereza. En Cristo, sabemos que el trabajo es bueno aun en un mundo manchado por el pecado. Y aunque es difícil trabajar como pecadores en un mundo lleno de pecado, tenemos esperanza y motivación al recordar que Dios es nuestro jefe supremo y que nos recompensará por nuestra labor.
El trabajo desde casa, o remoto, se hace más común incluso en empresas grandes. ¿Qué ventajas o desventajas hay en trabajar remoto?
He trabajado varios años en un rol que me permite trabajar desde casa tres días de la semana y he aprendido sobre varias ventajas y desventajas. Las describo en este artículo y lo resumo abajo:
Ventajas: te ayuda a aprovechar el tiempo, te permite reducir gastos, te permite trabajar desde muchos lugares, te puede dar un horario flexible, te da oportunidad de enfocarte y trabajar profundamente, y te puede reducir el estrés.
Desventajas: estar en la casa tiene sus distracciones, es más fácil ser perezoso si nadie te supervisa, las relaciones con compañeros pueden ser más difíciles, se necesita mucha más intencionalidad en la comunicación, es fácil aislarse al trabajar desde la casa, puede destruir tu cuerpo, y puede ser estresante balancear la vida y el trabajo.
Algunas personas sueñan con trabajar desde casa porque lo consideran más cómodo. ¿Qué dirías al respecto? ¿Por qué es importante abrazar la vocación que Dios nos haya dado, sin importar si sea un trabajo “cómodo” o no?
Es probable que trabajar desde casa sea más cómodo, pero necesitamos recordar que estar cómodo no es un llamado cristiano. Puede estar en conflicto con nuestro llamado de negarnos a nosotros mismos, tomar nuestras cruces, y seguir a Cristo fielmente (Mr. 8:34).
Necesitamos recordar que nuestro trabajo no es para nosotros: es para la gloria de Dios y para servir a otras personas (1 Co. 10:31). Si nuestro llamado es más difícil con más sacrificio, sabemos que Dios lo va a recordar y nos recompensará con justicia.
También si tenemos una carga más fácil, sabemos que somos responsables ante Dios para aprovechar nuestro tiempo y oportunidades para su gloria (Ef. 5:16).
¿Cuáles consejos compartirías a los creyentes que trabajan desde casa?
Toma en serio la oportunidad que tienes. Trata de aprovechar las ventajas y evitar los peligros que mencioné antes. Ora para que Dios te ayude a ser productivo, buen empleado, y luz en el trabajo. También habla con tu cónyuge y amigos de la iglesia, para hacerles saber que quieres honrar a Dios en todo desde la casa. Ellos pueden orar por ti.
Además, es importante tener una estructura en tu día. En mi caso, trato de empezar a trabajar a las 8 AM y terminar a las 4:30 PM. Este hábito enseñó a mi mente que ese es el tiempo para trabajar y pensar profundamente en el trabajo, no tiempo de relajarme o trabajar en asuntos de la casa. También hay que establecer límites con la familia para que puedan dejarte trabajar.
Esto requiere disciplina y un enfoque fuerte, y es algo satisfactorio poder disciplinarnos y hacer un buen trabajo.
Muchos creyentes que trabajan desde casa encuentran que usualmente tienen menos oportunidades para evangelizar a otras personas. ¿Qué consejos darías al respecto?
He experimentado menos oportunidades de evangelizar cuando trabajo desde casa. También me ocurre que solo trabajo con cristianos. Así que tengo que ser intencional en buscar oportunidades y relaciones para compartir el evangelio.
La evangelización necesita ser una disciplina para mí. Trato de hablar con mis vecinos cuando están afuera y cuando nosotros estamos caminando en el vecindario. Oro por mis vecinos y la salvación de ellos, y que en mi familia seamos una luz en la comunidad.
Cuando no tengo las oportunidades que quiero para evangelizar, tengo que aprovechar las oportunidades que abren otras personas. Por ejemplo, mi esposa empezó un club evangelistico para niñas donde trabaja, y esto ha abierto muchas puertas para compartir el evangelio en esta comunidad con las niñas y sus padres. Algunos amigos son buenos ejemplos de evangelistas porque se han involucrado en deportes para tener la oportunidad de conocer a personas que necesitan a Cristo.
Tenemos que ser intencionales en buscar oportunidades y relaciones para compartir el evangelio."
No soy el mejor modelo de un evangelista que trabaja desde la casa, pero intento iniciar conversaciones que conduzcan a Cristo. Por ejemplo, cuando una persona me pregunta lo que hago, contesto que trabajo con una organización cristiana que ayuda a pastores a leer y predicar la Biblia. Después de decir esto, le pregunto a la persona si tiene creencias religiosas o si han leído la Biblia antes. Esto ha abierto muchas oportunidades de testificar de Cristo y animar a las personas a leer la Biblia.
¿Cómo tener un balance correcto entre el trabajo y el descanso cuando trabajamos desde casa?
Trabajar requiere disciplina y entendimiento de lo que requieren tus jefes. ¿Tienes que cumplir ciertas horas o ciertas responsabilidades? Asegúrate de que estás haciendo lo que debes hacer, y que estés haciéndolo con calidad.
Si estás casado, habla con tu esposa (o un buen amigo si estás soltero) acerca de tu día y productividad para estar seguro de que estás dando al Señor y a tu jefe todo lo que debes.
También hay que entender lo que perdemos cuando trabajamos demasiado y nos negamos el descanso. Debemos recordar que el ritmo que Dios nos dio en la creación muestra que necesitamos descansar, podemos decir “no” a trabajar más y aprender cómo reposar en la manera que nos ayudará a ser productivos y más felices al largo plazo.
Hay mucho más que puedo decir, pero lo importante es darse cuenta del regalo que es el reposo y siempre tratar de hacerlo en la manera que Dios quiere. A veces vamos a pasar a través de temporadas cuando lo hacemos bien o mal, pero con sabiduría y la ayuda de amigos y personas maduras en la iglesia, vamos a crecer y poder vivir con más equilibrio.
Josué Barrios sirve como Director Editorial en Coalición por el Evangelio. Ha contribuido en varios libros y es el autor de Espiritual y conectado: Cómo usar y entender las redes sociales con sabiduría bíblica. Tiene una Maestría en Estudios Teológicos del Southern Baptist Theological Seminary. Vive con su esposa Arianny y sus hijos en Córdoba, Argentina, y sirve en la Iglesia Bíblica Bautista Crecer como líder de jóvenes. Puedes leerlo en josuebarrios.com, donde su blog es leído por decenas de miles de lectores todos los meses. También puedes seguirlo en Youtube y unirte a la newsletter Sábados de sabiduría.
Kevin Halloran sirve en Abre la Biblia, un ministerio dedicado a proclamar a Cristo a través de los medios de comunicación, movilizar a los creyentes en el evangelismo y equipar a los líderes de la iglesia. Kevin vive cerca de Chicago, Illinois, con su esposa y dos hijas. Su pasión es fortalecer a la iglesia para el ministerio de la Palabra de Dios. Escribió el libro Cuando orar es una lucha: una guía práctica para superar los obstáculos en la oración. Puedes encontrarlo en su blog Anclado en Cristo, Facebook, Twitter y YouTube.