Cuando se identifican las Epístolas Pastorales del Nuevo Testamento, ¿cuáles libros se incluyen? La mayoría de los comentarios bíblicos agrupan 1 y 2 Timoteo y Tito en esta categoría. Algunos incluyen también Filemón.
Pero yo sostengo que hay otras siete epístolas pastorales en el Nuevo Testamento que son pasadas por alto.
Por encontrarse en un libro del género apocalíptico, no solemos asociar lo que Jesús dice a las siete iglesias en Apocalipsis 2-3 como algo dirigido a los pastores. El reto de traducir la frase «al ángel de la iglesia en…» ha oscurecido el mensaje vital de Jesús a los pastores sobre Su cuidado y amor por ellos.
¿Por qué pienso que esta frase repetida debería entenderse como dirigida a siete pastores?
Aquí te comparto siete razones.
1. La palabra griega angelos puede traducirse como «mensajero».
Empecemos por el término «ángel». Cada una de las siete cartas comienza con la frase «al ángel de la iglesia en…». Esa frase concluye con el nombre de una ciudad específica donde se encuentra cada iglesia. ¿Qué quiere decir Jesús con «el ángel de la iglesia»?
El Nuevo Testamento habla de ángeles presentes en nuestra adoración corporativa (1 Co 11:10, cp. He 12:22), pero no solemos pensar en ángeles pastoreando nuestras iglesias.
Sin embargo, el término griego para «ángel» se puede traducir también como «mensajero» en el Nuevo Testamento. Puede referirse tanto a personas humanas (Mt 11:10) como a seres espirituales (Mt 1:20).
En este caso, parece más probable que Jesús se refiera al que lee la carta ante la congregación en cada ciudad, muy probablemente el pastor o un anciano.
Esta interpretación no es innovadora. Ha sido sugerida por fieles expositores de todas las tradiciones confesionales, desde la Iglesia primitiva hasta nuestros días, maestros como Agustín de Hipona, John Owen, Jonathan Edwards, Peter Leithart y John MacArthur.
2. Como va el líder, va la iglesia.
La Biblia está llena de momentos en los que Dios se dirige a los líderes del pueblo de Su pacto como representantes del pueblo. Así como van los líderes, así va la iglesia.
Puesto que Jesús escribe para abordar las necesidades y preocupaciones particulares de cada una de estas iglesias, parece lógico (y sabio) que comience dirigiéndose a los líderes que participarán en la realización de los cambios necesarios.
3. Los temas presentados en cada carta requieren supervisión pastoral.
¿Quién puede ayudar a toda una congregación a no abandonar su primer amor (Ap 2:4)?
¿Quién debe corregir a los falsos maestros que se han propagado por la iglesia (vv. 19-20)?
¿Quién dirá a la iglesia que persevere y soporte los sufrimientos venideros (Ap 3:10-12)?
Se necesita un líder, un anciano, un pastor que apoye y dirija a la iglesia en estos asuntos complicados. Sí, Gabriel habló directamente a la ceguera espiritual de Zacarías (Lc 1:18-20), pero lo más habitual es que esta sea la función de un pastor con su congregación.
4. La responsabilidad del arrepentimiento recae sobre la iglesia y sus líderes, no sobre un ser angelical.
El arrepentimiento es una responsabilidad personal. Aunque ciertamente hay pecados corporativos de los que una iglesia o comunidad puede ser culpable, el acto de arrepentimiento debe venir de manera personal.
Por eso, cuando Jesús llama al arrepentimiento en las cartas del Apocalipsis (2:5, 16, 22; 3:3, 19), está llamando al «mensajero», o pastor, y a los miembros de su congregación a arrepentirse, no a un ser espiritual que simplemente representa a la iglesia como entidad corporativa.
Esta lectura se corresponde con la manera en que el Nuevo Testamento habla regularmente de los pastores como responsables de llamar a sus congregaciones al arrepentimiento.
El escritor de Hebreos, por ejemplo, no tiene reparos en decir a la iglesia que obedezca a sus pastores. Del mismo modo, en el Antiguo Testamento, Esdras, el líder, confesó primero sus pecados y luego condujo a la congregación al arrepentimiento por su pecado colectivo (Esd 9-10). En cada caso, la responsabilidad de velar por las almas de una congregación recae en su liderazgo. Ellos darán cuenta de la salud del pueblo (He 13:17).
5. Apocalipsis termina con bendiciones para los mensajeros.
El libro del Apocalipsis está enmarcado en torno a la proclamación de la victoria cósmica de Jesús y la consumación de todas las cosas.
Al comienzo del libro, se pronuncia una bendición sobre «el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella» (Ap 1:3).
Estas palabras suponen que un líder (probablemente un pastor) leería el libro del Apocalipsis a su congregación. Ha de ser elogiado por ello.
El libro del Apocalipsis está enmarcado en torno a la proclamación de la victoria cósmica de Jesús y la consumación de todas las cosas
Al final de Apocalipsis, se dan tanto bendiciones como advertencias a los que comparten, escuchan y guardan sin adulterar el mensaje de este libro (Ap 22:7, 16, 18-19).
Este final deja claro que los líderes de la iglesia, en concreto los pastores, tienen un papel importante a la hora de transmitir la palabra de Jesús a las iglesias.
6. El mensaje de Apocalipsis ofrece esperanza al pueblo de Dios, y esa es una parte importante del trabajo del pastor.
El libro concluye con la declaración de propósito de Jesús: «Yo, Jesús, he enviado a Mi ángel [mensajero] a fin de darles a ustedes testimonio de estas cosas para las iglesias» (Ap 22:16, énfasis añadido). Su propósito es fortalecer, animar y vigorizar a la iglesia con la buena noticia de que, aunque la iglesia de Jesús sufra y muera a manos de los poderes de «Babilonia» que la rodean, Jesús regresará para reinar y hacer nuevas todas las cosas.
Jesús no tendría una visión de la iglesia y su liderazgo aquí que sea inconsistente con la estructura de la iglesia dada en otras partes del Nuevo Testamento. Él ha designado pastores y ancianos para sus iglesias, no seres angelicales.
Así que parece apropiado leer estas cartas como dirigidas a pastores desde el principio, para entender que es su función proclamar las verdades del libro y guiar a su gente en esperanza.
7. Como pastor, necesito una palabra de Jesús.
Concluiré con una razón subjetiva para mi enfoque de estas cartas como epístolas pastorales. Nada ha ayudado más a mi crecimiento espiritual, desarrollo de liderazgo y comprensión de mi seguridad y posición en Cristo que leerlas como si estuvieran escritas para mí.
Como pastor, he afrontado la mayoría de los problemas de las siete cartas. Mi amor se ha enfriado. He tenido que confrontar la inmoralidad, soportar la calumnia, arrepentirme y apoyarme en amistades. Cuando leo y escucho estas cartas como cartas dirigidas a mí, un pastor, las fuerzas de Jesús y Sus promesas me impulsan a perseverar.
Me recuerdan una y otra vez que pertenezco a Jesús y que Él es suficiente para mí.
Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Eduardo Fergusson.
Jeremy Writebol es el pastor principal de la Woodside Bible Church en Plymouth, Michigan, y el director ejecutivo de Gospel-Centered Discipleship. Es autor de varias publicaciones, entre ellas Pastor, Jesus Is Enough (Lexham, 2023) y everPresent: How the Gospel Relocates Us in the Present (GCD Books, 2014).