Reflexiones

¿Es la Biblia una espada de doble filo?

Todos los que hemos leído y estudiado la Biblia, hemos escuchado decir que este libro es como una espada de doble filo, pero muchos de nosotros en más de alguna oportunidad nos hemos preguntado:

¿Porque en el libro de Hebreos se compara la Biblia con la espada Gladius, un arma cortante de doble filo creada por el Imperio Romano?

Podríamos decir muchas cosas al respecto y seguramente cada una de ellas tendría su justificación, pero veamos lo que nos dice el Señor respecto de esta arma que Él mismo nos proporciona para enriquecer nuestro conocimiento y para presentar defensa contra los ataques del enemigo.

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12)”

Cuando un soldado romano se colocaba su armadura, tomaba con su mano izquierda el escudo y en su derecha empuñaba una espada corta de doble filo, y es en este contexto es que el autor de Hebreos nos hace una comparación a lo que él llama: “ESPADA DEL ESPÍRITU”

Está claro que lo que escribe el autor es una analogía espiritual, pues la Palabra de Dios no es una espada física sino más bien es la representación que él hace de la Palabra de Dios, y como tal la podemos empuñar a través del Espíritu Santo, pues es la única manera que este compilado de libros sean eficaces al momento de usarla.

Entonces debemos entender que cada vez que utilizamos la Palabra de Dios debemos asegurarnos de que la empuñaremos con las manos del Espíritu, y no tan sólo con nuestras manos físicas.

Si hay algo que Satanás sabe es que la Palabra de Dios es eficaz cuando la sabemos utilizar en su contra, es por eso que en muchas ocasiones nuestro enemigo quiere que el creyente maneje la Palabra de Dios de una forma incorrecta con el fin de que pierda su eficacia, y en vez de acercar a las personas a nuestro Dios, terminen alejándolas por el mal uso y por no saber entregar el mensaje que ellas contienen.

En la parábola del sembrador tenemos una clara ilustración de cómo Satanás trabaja en los que están recibiendo esa preciosa semilla, que es la Palabra, con el fin de que no se arraigue en nuestras vidas y sigamos inserto en el pecado y en nuestra pasada forma de vivir.

El enemigo siempre tratará de atacar el lugar en donde se plante esa semilla, pero cuando esa Palabra encuentra un corazón bien abonado con la fe y regado con la comunión que se mantiene con el Señor, será muy eficaz y dará frutos en abundancia, ya que como una espada de guerra será eficaz transformando y cambiando todo lo que se nos presente.

La misión de la Palabra de Dios es penetrar y partir al igual que lo hacían las espadas romanas, de manera que al usarla debe llegar a la vida de quién tengamos al frente con tal poder que invada todo su ser y el nuestro también y para que esto ocurra no basta solo con que leamos la Escritura, sino que deberemos escudriñarla, estudiarla, analizarla y memorizar los temas de su contenido.

Una realidad que debemos considerar es que la Palabra de Dios no podrá penetrar, ni tendrá eficacia para partir nuestras vidas, ni la de las personas a quien queremos entregárselas, si la mantenemos envainada o si solo la usamos una vez por semana solo cuando asistimos a nuestras iglesias.

Los soldados romanos no sólo usaban sus espadas para amedrentar a sus enemigos, ellos tenían diariamente un arduo entrenamiento para poder manejar esta arma con eficacia y destreza, de igual forma debemos usar nuestras Biblias para que al momento de usarla, sea eficaz y podamos defendernos con ella y corte las malas intenciones de nuestro enemigo, en este sentido la Palabra de Dios nos dice que:

 “DISCIERNE LOS PENSAMIENTOS Y LAS INTENCIONES DEL CORAZÓN” (ver Hebreos 4:12)

Los pensamientos a los que se refiere el apóstol Pablo son muy distintos a los pensamientos de nuestra mente que son lógicos, mientras que nuestro Señor Jesús dijo que del corazón del hombre salen los malos pensamientos, las malas obras, crímenes, adulterios, y toda obra de la carne, Su Palabra nos dice:

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? (Jeremías 17:9) “

Cuando la espada llega al corazón discierne lo que hay atesorado ahí y lo pone al descubierto:

“Porque no hay nada oculto que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de salir a luz. (Marcos 4:22) “

Algo que como cristianos sabemos y que todos nosotros deberíamos haber vivido es que el estudio de la Palabra de Dios nos llevará con convicción a un verdadero arrepentimiento de nuestras obras pecaminosas, ya que la Palabra de Dios penetra hasta lo más profundo de nuestro ser y acá esta la explicación de por qué el apóstol Pablo la compara con un arma tan penetrante, ya que los dos filos cortan por ambos lados, aumentando su poder de penetración y no habiendo nada que detenga su ingreso llegará hasta el corazón mismo del creyente y de las personas que aún no conocen a Cristo.

Por otro lado, debemos comprender mis hermanos, cuál es el significado espiritual que tiene esta espada que corta con su filo por ambos lados; por ejemplo, cuando hablamos de las promesas y de las bendiciones que el Señor estableció en Su Palabra, esas bendiciones las anhelaremos recibir, aunque en muchas ocasiones no comprendamos lo que leemos, o no queramos reconocer, que todas esas promesas que nuestro Dios nos da están bajo la condición de servirle.

Por otro lado, la Biblia nos dice en el libro de Filipenses que:

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)”

Con esta Palabra poderosa que nos entrega las Escrituras estamos proclamando que con nuestro Señor Jesucristo podemos sentirnos fuertes y que no hay nada ni nadie que nos haga bajar los brazos y que a pesar de las circunstancias permaneceremos fuertes superándolo todo, porque todo lo podemos hacer, ya que:

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. (Filipenses 4:13)”

Con esta actitud estamos diciendo que toda esta acción siempre será así mientras permanezcamos en Cristo, fieles y obedientes, haciendo Su perfecta voluntad.

Debemos entender mis queridos hermanos que esta fuerza no proviene de nosotros, esta fuerza nos ha sido dada por nuestro Señor Jesucristo para usarla cuando nos sea necesario, ya que es Cristo quien nos fortalece, y para que nuestro Señor Jesucristo nos fortalezca debemos permanecer en Él, por eso Su Palabra nos dice:

“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.  Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. (Juan 15:4-7) “

Al leer la Biblia buscando las promesas de nuestro Dios, veremos que todas están condicionadas directa o indirectamente por un requisito que es necesario cumplir si es que queremos recibir estas bendiciones de dichas promesas en nuestras vidas.

Acá podemos ver los dos filos de esta espada:

  1. LA PROMESA; La bendición, el perdón y la cobertura espiritual.
  2. LA CONDICIÓN; Los mandamientos y la obediencia al propósito de Dios.

Y si nos preguntamos porque Dios nos entregó la Palabra condicionada, también está claro que con dos propósitos fundamentales:

  1. Que nos sintamos obligados a ser obedientes y que dejemos de hacer lo mismo que hace el mundo, es decir, hacer lo que nos parece mejor, sin importar lo que Dios desea y piensa al respecto.
  2. Evitar que Su Palabra se use para propósitos personales o tan solo para burlarse de ella.

En el libro de Apocalipsis, el apóstol Juan escribe las revelaciones que Jesucristo le da, y dice que él vio en medio de los siete candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre;

….. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos” (ver Apocalipsis 1:13-16)

La visión del apóstol Juan al ver a esta figura semejante al Hijo del Hombre como él lo describe, dice que ésta figura se presenta con “UNA ESPADA AGUDA DE DOS FILOS QUE SALÍA DE SU BOCA” con esta visión nuestro Señor le estaba revelando que necesitaba que su pueblo le oyera, pero no que oyera cualquier cosa o lo que el hombre puede creer, sino esa Palabra que sale de Su boca, que corta y separa lo malo de lo bueno, pues; el que tiene la espada aguda de dos filos dice esto:

"Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás; pero retienes mi nombre, y no has negado mi fe, ni aun en los días en que Antipas mi testigo fiel fue muerto entre vosotros, donde mora Satanás. (Apocalipsis 2:12-13.)”

Nuestro Señor hace ver que esta visión se le presenta a la Iglesia de Pérgamo presentándose Él como; “El que tiene la espada aguda de dos filos,” porque esta iglesia que se decía ser seguidora de Cristo había caído en una mezcla de doctrinas ajenas a las de Dios y entre sus enseñanzas ejercían la idolatría que acarreaban desde la época del Éxodo mezclándolas con las doctrinas de Balaam.

Doctrinas que los Caldeos mezclaban con la filosofía de los Nicolaítas; y con todo esto, esta iglesia de Pérgamo se atrevía llamarse cristiana, por eso la “Espada aguda de doble filo” tenía que hablarles a ellos para cortar y separar esa mezcla religiosa que llamaban cristianismo y que es lo mismo que necesitan escuchar muchas iglesias y creyentes en la actualidad, pues la sana doctrina de nuestro Señor Jesucristo es la única que tiene poder contra la hipocresía, el engaño y el doble ánimo.

La enseñanza de nuestro Señor Jesucristo es la única que nos muestra transparentemente, la sana doctrina, ya que cuándo la fe está formada y distorsionada en base a la idolatría mezcladas con el nombre de Jesucristo como lo estaban haciendo los creyentes de la iglesia de Pérgamo, y lo están haciendo muchos en la iglesia de hoy, se van apartando de la sana doctrina de nuestro Señor, aun cuando dicen que siguen siendo cristianos.

Por eso hoy hay tantas doctrinas humanas filosóficas que se van enredando entre sí y que hacen interpretaciones dogmáticas de los diferentes versículos de la Palabra de Dios, hasta convertirnos en creyentes de la Iglesia de Pérgamo que reprendió el Señor.

Recuerden que la venida de nuestro Señor Jesucristo está cada vez más cercana y todos nosotros no estamos exentos de problemas, por lo tanto, tengamos un cambio de actitud y en cuanto se pueda, asistamos a nuestras Iglesias acercándonos cada vez más a nuestro Dios y no nos sintamos seres todopoderosos o super hombres diciendo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”.

Si primero no reconocemos que esa fuerza no proviene de nosotros y cada vez que sientas el impulso de hacerlo recuerda en plantearte esta pregunta: ¿todo lo puedo en quién? y recuerda también que la respuesta es: ¡¡¡EN CRISTO!!!

Porque todo lo puedes en nuestro Señor Jesucristo quien nos fortalecerá, para que podamos superar las pruebas y las circunstancias en la cual estemos pasando, así usaremos esta espada que Dios nos da en forma diligente para que muchas más personas puedan conocer a Cristo y como dice Su Palabra:

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que USA BIEN LA PALABRA DE VERDAD (2 Timoteo 2:15)”

𝑸𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒂𝒏̃𝒂𝒅𝒂 𝒃𝒆𝒏𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊𝒐́𝒏 Que Dios te cuide y bendiga rica y abundantemente junto a tus seres queridos, todos los días de sus vidas y anúnciale al mundo que nuestro Señor Jesucristo vive y espera con Sus manos amorosas por el que quiera conocerle.


FRANKLIN MIRABAL, es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central en la ciudad de Higüey, Rep. Dominicana.

Acerca del Autor

0.00 avg. rating (0% score) - 0 votes
Mostrar Más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Back to top button