¿Qué es la apostasía? ¿Puede un cristiano convertirse en apóstata?
DEFINICIÓN
La apostasía es el alejamiento decisivo de la fe. Un apóstata es una persona que en un momento afirmó ser cristiano pero ha abandonado y renunciado irreversiblemente al cristianismo ortodoxo.
SUMARIO
La apostasía es el alejamiento decisivo de la fe. Un apóstata es una persona que en un momento afirmó ser cristiano, pero que ha abandonado y renunciado irreversiblemente al cristianismo ortodoxo. Por un lado, la Biblia advierte a las personas que dicen ser seguidores de Cristo: Dios no te salvará finalmente si no perseveras en la fe y en las buenas obras. Por otro lado, la Biblia consuela a los seguidores de Cristo: Dios preserva a todos los cristianos genuinos de manera eternamente segura (preservación), y todos los cristianos genuinos continúan en la fe (perseverancia).
Introducción
La apostasía es el alejamiento decisivo de la fe. Un apóstata es una persona que durante un tiempo afirmó ser cristiano, pero que ha abandonado y renunciado al cristianismo ortodoxo de manera irreversible.
Existe una tensión en todo el Nuevo Testamento entre la advertencia y el consuelo. Por un lado, Dios advierte a los creyentes profesantes que no los salvará finalmente si no perseveran en la fe y en las buenas obras. Por otro lado, Dios consuela a los creyentes genuinos con que Él los preservará hasta el final.
La apostasía, la preservación, la perseverancia y la seguridad son cuatro conceptos teológicos distintos que se interrelacionan. Es difícil hablar de uno sin hablar de los otros tres. Este artículo se centra en la apostasía. (Ver los artículos «Preservación y perseverancia» y «Garantía de salvación: ¿Cómo puedo saber que soy salvo?»).
Advertencia: Dios no te salvará al final si no perseveras en la fe y en las buenas obras
No todo el que afirma ser seguidor de Cristo es en realidad un seguidor de Cristo (Mt 7:21-23). Lo que parece ser una fe genuina puede ser realmente espurio (Mt 13:1-23). Es por eso que la Biblia advierte repetidamente a aquellos que afirman ser cristianos que tengan cuidado con la apostasía (p. ej., Jn 15:1-8; 1 Co 15:1-2). Aquí hay diez pasajes de advertencia:
- Romanos 8:13: «Porque si ustedes viven conforme a la carne, habrán de morir; pero si por el Espíritu hacen morir las obras de la carne, vivirán». Aquellos que de manera consistente viven según su naturaleza pecaminosa experimentarán la muerte eterna.
- Romanos 11:20b-22: «Fueron [es decir, los judíos incrédulos] desgajadas por su incredulidad, pero tú por la fe te mantienes firme. No seas altanero, sino teme; porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará. Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: severidad para con los que cayeron, pero para ti, bondad de Dios si permaneces en Su bondad. De lo contrario también tú serás cortado». Pablo advierte a los cristianos gentiles que seguirán siendo parte del pueblo de Dios solo si perseveran en la fe.
- 1 Corintios 9:27: «Sino que golpeo mi cuerpo y lo hago mi esclavo, no sea que habiendo predicado a otros, yo mismo sea descalificado». Pablo ejerce autocontrol para no apostatar. Si no mantenía su cuerpo bajo control, podría, por ejemplo, tener relaciones sexuales inmorales, y aquellos que son sexualmente inmorales (es decir, las personas quiénes continuamente practican el sexo ilícito y por el cual nunca se arrepienten) no heredan el reino de Dios (1 Co 5-6). Ser «descalificado» de esta carrera significa ser descalificado de la herencia del reino de Dios.
- Colosenses 1:21-23a: «Y aunque ustedes antes estaban alejados y eran de ánimo hostil, ocupados en malas obras, sin embargo, ahora Dios los ha reconciliado en Cristo en Su cuerpo de carne, mediante Su muerte, a fin de presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de Él. Esto Él hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes, sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído…». Pablo advierte que el perseverar en la fe es una condición para poder ser salvos al final. Él no quiere que los falsos maestros descalifiquen a los cristianos de Colosenses (Col 2:18).
- 1 Timoteo 1:18-20: «Esta comisión te confío, hijo Timoteo, conforme a las profecías que antes se hicieron en cuanto a ti, a fin de que por ellas pelees la buena batalla, guardando la fe y una buena conciencia, que algunos han rechazado y naufragaron en lo que toca a la fe. Entre ellos están Himeneo y Alejandro, a quienes he entregado a Satanás, para que aprendan a no blasfemar». Himeneo y Alejandro eran probablemente falsos maestros que alguna vez afirmaron ser cristianos pero luego apostataron (cp. 2 Ti 2:17-19; 1 Jn 2:19).
- 1 Timoteo 4:1: «El Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios». Apartarnos de la fe es apostatar.
- 1 Timoteo 5:8, 11-12: «Pero si alguien no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo… Pero rehúsa poner en la lista a viudas más jóvenes, porque cuando sientan deseos sensuales, contrarios a Cristo, se quieren casar, incurriendo así en condenación, por haber abandonado su promesa anterior». Negar la fe (cp. 2 Ti 2:12b) y abandonar la antigua fe se considera apostasía.
- Hebreos 6:4-6: «Porque en el caso de los que fueron una vez iluminados, que probaron del don celestial y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, pero después cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y lo exponen a la ignominia pública». Dios utiliza advertencias como esta para exhortar a los cristianos genuinos a perseverar. Algunos que afirman ser cristianos tienen una fe superficial a pesar de que parecen ser cristianos genuinos. Solo los cristianos genuinos tienen una fe que persevera: «Porque somos hechos partícipes de Cristo, si es que retenemos firme hasta el fin el principio de nuestra seguridad» (He 3:14).1
- Hebreos 10:26-27, 29, 36, 39: «Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados, sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de UN FUEGO QUE HA DE CONSUMIR A LOS ADVERSARIOS… ¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merecerá el que ha pisoteado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia?… Porque ustedes tienen necesidad de paciencia, para que cuando hayan hecho la voluntad de Dios, obtengan la promesa… Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma». Algunos que parecían ser cristianos genuinos solo estaban apegados superficialmente a la comunidad cristiana y finalmente demostraron que nunca fueron cristianos genuinos (cp. 1 Jn 2:19). Apostataron rechazando la verdad y al propio Hijo de Dios. Dios utiliza esta advertencia como medio para exhortar a los cristianos genuinos a perseverar en la fe.
- 2 Pedro 2:20-21: «Porque si después de haber escapado de las contaminaciones del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, de nuevo son enredados en ellas y vencidos, su condición postrera viene a ser peor que la primera. Pues hubiera sido mejor para ellos no haber conocido el camino de la justicia, que habiéndolo conocido, apartarse del santo mandamiento que les fue dado». Estos falsos maestros parecían inicialmente ser cristianos, pero rechazaron la verdad y, por lo tanto, son más responsables de su pecado (cp. Lc 12:47-48).
Los pasajes de advertencia son un medio ordenado por Dios para un fin ordenado por Dios. Es decir, son una de las maneras en que Dios asegura que todos los creyentes genuinos perseverarán.
Consuelo: Dios preservará a los cristianos genuinos hasta el final
Alguien que en algún momento profesó ser cristiano puede convertirse en apóstata. Pero un cristiano genuino no puede convertirse en apóstata. Quienes apostatan demuestran que nunca fueron cristianos genuinos: «Ellos salieron de nosotros, pero en realidad no eran de nosotros, porque si hubieran sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, a fin de que se manifestara que no todos son de nosotros» (1 Jn 2:19).
Preservación: Dios conserva a todos los cristianos genuinos como eternamente seguros.
La preservación (o seguridad eterna) es la obra soberana de Dios de preservar a todos los cristianos genuinos a través de la fe como eternamente salvos y seguros (Jn 6:39; 17:11-12; 10:27-30; Ro 5:9-10; 8:1-4, 28-39; 11:29; 1 Co 1:4, 8-9; Ef 1:13-14; 4:30; Fil 1:6; 1 Ts 5:23-24; 2 Ts 3:3; He 6:17-20; 7:23-25; 1 P 1:3-5; 1 Jn 2:18-19; 5:18). Todos los creyentes tienen seguridad eterna y no pueden perderla porque Dios es fiel y todopoderoso.
Perseverancia: Todos los cristianos genuinos continúan en la fe
La perseverancia significa que los cristianos genuinos no pueden alejarse ni total ni finalmente de la fe, sino que ciertamente continuarán en la fe hasta el final y serán salvados eternamente (Col 1:22-23; He 3:14). Las áreas en las que los creyentes deben perseverar incluyen su fe personal (Jn 8:31; 1 Jn 4:15; 5:1,4; He 3:14; 6:11; 10:22; Jud 1:21), doctrina sana (Jn 7:17; Col 1:22-23; 1 Jn 4:6), y buenas obras (Jn 10:27; Ef 2:10). Todos los cristianos genuinos perseveran en la fe. «Jamás perecerán» (Jn 10:28).
Eso no significa que los cristianos genuinos nunca pierden temporalmente su fe, resistan a Dios o pecan de otro modo. Los cristianos son pecadores, pecadores arrepentidos. Aquellos que afirman ser cristianos deben tener cuidado con la fe falsa. Los cristianos profesantes con garantías falsas terminan inevitablemente en el infierno, contrario a sus expectativas (Mt 7:21-23). Así que aquellos que afirman ser cristianos deben ser diligentes en confirmar su vocación y elección cultivando las cualidades de la fe, la virtud, el conocimiento, el autocontrol, la firmeza, la piedad, el afecto fraternal y el amor (2 P 1:5-7, 10). Los cristianos deben cultivar «la fe que obra por amor» (Gá 5:6).
«Y a Aquel que es poderoso para guardarlos a ustedes sin caída y para presentarlos sin mancha en presencia de Su gloria con gran alegría, al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén» (Jud 1:24-25).
Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Lauren Charruf Morris.
Este ensayo es parte de la serie Concise Theology (Teología concisa). Todas las opiniones expresadas en este ensayo pertenecen al autor. Este ensayo está disponible gratuitamente bajo la licencia Creative Commons con Attribution-ShareAlike (CC BY-SA 3.0 US), lo que permite a los usuarios compartirlo en otros medios/formatos y adaptar/traducir el contenido siempre que haya un enlace de atribución, indicación de cambios, y se aplique la misma licencia de Creative Commons a ese material. Si estás interesado en traducir nuestro contenido o estás interesado en unirte a nuestra comunidad de traductores, comunícate con nosotros.
NOTAS AL PIE
1R. Bruce Compton, Persevering and Falling Away: A Reexamination of Hebrews 6:4–6 (Detroit Baptist Seminary Journal 1.1; 1996) p. 135–67.
LECTURAS ADICIONALES
- Herbert W. Bateman IV, ed., Four Views on the Warning Passages in Hebrews.
- John Bunyan, The Pilgrim’s Progress (1678). Bunyan retrata magistralmente cómo Dios permite que todos los cristianos genuinos perseveren hasta el final. Para conocer algunas versiones que mi familia disfruta, ver aquí.
- D. A. Carson:
- “Granted That There Are Spurious Conversions in the Bible, What Criteria Help Us to Discern That a Profession of Faith Is Genuine?”
- “Reflections on Assurance,” ch. 10 in Still Sovereign: Contemporary Perspectives on Election, Foreknowledge, and Grace.
- Bruce Compton, “Persevering and Falling Away: A Reexamination of Hebrews 6:4–6.”
- Wayne Grudem, “The Perseverance of the Saints (Remaining a Christian),” ch. 40 in Systematic Theology: An Introduction to Biblical Doctrine.
- John Murray, “Perseverance,” ch. 8 in Redemption: Accomplished and Applied.
- Robert A. Peterson, Our Secure Salvation: Preservation and Apostasy.
- Matthew Pinson, ed., Four Views on Eternal Security.
- John Piper, Five Points: Toward a Deeper Experience of God’s Grace, in vol. 8 of The Collected Works of John Piper.
- Thomas R. Schreiner, Run to Win the Prize: Perseverance in the New Testament.
- Thomas R. Schreiner and Ardel B. Caneday, The Race Set Before Us: A Biblical Theology of Perseverance and Assurance.
- Sam Storms, Kept for Jesus: What the New Testament Really Teaches about Assurance of Salvation and Eternal Security.