Reflexiones

Quién busca a nuestro Dios siempre lo encontrará

“He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen, Sobre los que esperan en su misericordia, Para librar sus almas de la muerte, Y para darles vida en tiempo de hambre. (Salmos 33:18-19)”

Las Escrituras nos muestran cómo nuestro Dios nos anima a través del salmista a sentir confianza en nuestros corazones y a no desfallecer. Tal vez todos hemos pensado cómo llegar a cumplir los sueños que por años hemos guardado en nuestros corazones, pero al poco caminar, la realidad nos golpea como una puerta en medio de nuestros rostros.

Tener esperanza en lo que uno desea es algo muy válido para todo el mundo, pero déjenme decirles que cuando nos acercamos a nuestro Dios con un corazón sincero, este deseo siempre estará más cerca de convertirse en una realidad y la razón es muy simple de entender y es porque primeramente pusimos nuestra confianza y esperanza en nuestro Dios. Nuestro Señor Jesucristo sabía muy bien que Su naturaleza era divina, pero también sabía que Su condición en este mundo era la de un ser humano común, pero la gran diferencia es que Su vida estuvo llena de certezas y esas certezas en Sus manos se convertían en realidad.

El rey David, al escribir gran parte de los Salmos, sabía que era Dios el que inspiraba su corazón y sabía que esas palabras se transformarían en confianza, porque cuando la Biblia dice que Él tiene Su ojo sobre nosotros, sencillamente: ¡¡¡DEBEMOS CREERLO!!!

Si analizamos los Salmos escritos por el rey David, nos daremos cuenta de que él expresaba esa confianza con certeza. El rey David, al darle gracias a Dios él estaba confiado en que su Dios le respondería. Hoy tú y yo damos gracias a nuestro Dios, porque nos ha permitido conocerle a través de nuestro Señor Jesucristo y Su Palabra nos dice que la esperanza que tenemos en Él, no nos avergonzará, porque Su amor ha sido derramado a través de Su Espíritu Santo en nosotros y Él no permitirá que nos llamen locos, ni tampoco que ellos nos avergüencen, porque nuestra esperanza la hemos puesto en nuestro Dios Todopoderoso.

El rey David tuvo muchos conflictos en el transcurso de su vida y por supuesto que en muchas ocasiones se sintió amenazado. ¿Ustedes se han sentido amenazados por algún problema en más de alguna ocasión?

Yo creo que sí, pero como enseñanza podemos ver que el rey David en su tiempo reflexionó acerca de sus problemas y en vez de deprimirse, se fortaleció en la Palabra de Dios para proclamarle y ser testigo fiel del poder milagroso de su Creador.

Tenemos una meta, tenemos una misión, tenemos un tiempo para cumplir Su visión y todos nosotros somos parte de esa acción en la cual deberemos trabajar arduamente para cambiar con la ayuda del Espíritu Santo, las vidas de millones de personas y yo sé que si hoy sentimos Su llamado susurrando en nuestros oídos, lo más probable es que como hijos de Dios reaccionaremos positivamente, para que seamos parte de esta gran misión y hacernos partícipes como agentes activos, para anunciarle al mundo el mensaje de salvación y esperanza de nuestro Señor Jesucristo.

“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. (Efesios 2:12)”

Si nos identificamos con esta gran misión, aquí está Cristo resucitado, quien nos ama. Nuestro Señor Jesucristo ha preparado todo para que hoy podamos leer este mensaje y abramos nuestros corazones para venir a Él en forma activa y para hacernos parte de Su pacto. Es una gran oportunidad que Él nos regala para que tengamos una vida plena al servicio de Su maravillosa obra.

Si hoy nos encontramos sin esperanza, angustiados y sentimos que Dios está demasiado lejos de nuestras vidas: ¡¡¡LEVANTEMONOS DE NUESTRO LETARGO Y VOLVÁMONOS A ÉL!!!

El deseo de nuestro Señor Jesucristo siempre ha sido llenarnos de esperanzas y en esta oportunidad los invito a levantar una oración con todo el corazón y con todo el entendimiento y si más de alguno se ha apartado de nuestro Señor por las razones que sean, les invito a reconciliarte nuevamente con nuestro Señor Jesucristo, Él nunca se ha ido de nuestro lado y ahí nos ha estado esperando con Sus brazos abiertos para abrazarnos nuevamente.

REPITE ESTA SENTIDA ORACIÓN CONMIGO

SEÑOR MI DIOS, HOY VENGO A USTED HUMILDEMENTE A TRAVÉS DE JESUCRISTO, SU HIJO AMADO, PARA RECONOCERLO Y DARLE GRACIAS POR SER UN DIOS BUENO Y POR DARNOS SUS MISERICORDIAS CADA DÍA. Y EN ESTE MOMENTO LE PIDIO QUE USTED ME TOQUE CON SU SANTO ESPÍRITU Y ME PERMITA CONOCER EL PODER DE SU AMOR, Y EL DESEO DE SU CORAZÓN PARA MI VIDA, PARA PODER HACER SU PERFECTA VOLUNTAD EN EL NOMBRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, AMÉN Y AMÉN.

𝑸𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒂𝒏̃𝒂𝒅𝒂 𝒃𝒆𝒏𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊𝒐́𝒏

Que Dios te cuide y bendiga rica y abundantemente, junto a tus seres queridos y anúnciale al mundo que nuestro Señor Jesucristo vive y espera con Sus manos amorosas por el que quiera conocerle.


FRANKLIN MIRABAL, es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central de la ciudad de Higuey, República Dominicana.

Acerca del Autor

0.00 avg. rating (0% score) - 0 votes
Mostrar Más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Verifique también
Close
Back to top button