Nota del editor:
Te invitamos a explorar también esta selección de recursos cristianos para el “mes del orgullo”, los cuales pueden ayudarte a responder con sabiduría, valentía y compasión ante lo que este mes representa para muchas personas.
Junio es el «mes del orgullo». Para algunos, eso no significa nada. Para otros, lo es todo. Para muchos cristianos que luchan contra la atracción hacia personas del mismo sexo, el huracán de emociones es difícil de sortear. La propaganda del arcoíris inunda nuestras calles y pantallas, tentando a algunos a preguntarse si «el amor es amor» después de todo.
Debido al terreno espiritualmente traicionero que muchos enfrentan, me gustaría ofrecer seis palabras de aliento para los cristianos que luchan con la atracción hacia personas del mismo sexo, para ayudarlos a perseverar en hacer morir los deseos pecaminosos y aferrarse a una ética sexual bíblica.
1. Empápate de las Escrituras
Nada es más importante para los hijos de Dios que escuchar a nuestro Padre celestial, especialmente durante un ataque espiritual extremo. Este mes, millones de voces intentarán decirte cómo pensar. Por eso es peligroso descuidar tu Biblia. Presta atención al mandamiento de Romanos 12:2: «Y no se adapten a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable y perfecto».
El mundo quiere hacerte insensible a tu Creador. La voluntad de Dios es conformarte a Su imagen gloriosa (Col. 3:10). Jesús dice que deleitarse con la Palabra de Dios es tan esencial para tu supervivencia espiritual del mismo modo que comer alimentos lo es para tu supervivencia física (Mt. 4:4). Hijo de Dios, sube el volumen de tu lectura bíblica este mes para que puedas oír la voz de tu Padre celestial.
Este mes, millones de voces intentarán decirte cómo pensar. Por eso es peligroso descuidar tu Biblia
Pasa más tiempo a Sus pies (Lc 10:38-42). Protege tu tiempo con Él como si guardaras tus posesiones más preciadas. No te limites a leer las Escrituras; empápate de ellas. Escucha Sus promesas. Presta atención a Sus advertencias. Confía en Sus certezas. Memoriza las secciones que estimulen tu alma. Comenta lo que lees con amigos cristianos. Si hay un momento en el que necesitas deleitarte con la Palabra de Dios, es ahora.
2. Silencia al mundo
Mientras subes el volumen de la voz de tu Padre celestial, silencia al padre de la mentira. Satanás es un engañador, y el mundo es su megáfono. Dondequiera que mires, símbolos coloridos te llaman a reconsiderar tu compromiso con Jesús. Las celebraciones del pecado te aseguran que todo lo que no sea afirmación es opresión. Las redes sociales hacen desfilar ante tus ojos la mentira de que la verdadera libertad se encuentra fuera de los límites de la amorosa ley de tu Padre celestial.
Ayunar de las influencias mundanas debería ser una parte normal de la vida cristiana. Hazlo este mes. Mantente alerta para apagar la influencia del mundo. Pide a un amigo que cambie las contraseñas de tus redes sociales para reducir la afluencia de mensajes engañosos. Abstente de espectáculos que provoquen sentimientos románticos malsanos o indulgencia sexual. Si tu empresa organiza celebraciones del orgullo y te resultan tentadoras, considera la posibilidad de tomarte días de vacaciones. Si viejos amigos te invitan a fiestas que implican peligro, no vayas. Tu carne pecaminosa solo se fortalece cuando la alimentas. Así que mátala de hambre sin perder de vista tu llamado celestial.
3. Rodéate de amigos cristianos piadosos
Una de las cualidades más atractivas del movimiento LGBT+ es la comunidad. La familia LGBT+ acoge a quienes se sienten incomprendidos y marginados. Las historias de pasados dolorosos se reciben con brazos abiertos. La lealtad feroz defiende el derecho de cada persona a expresarse sin juicios ni correcciones. Es una «familia encontrada» con la bandera del «amor es amor» como punto de unidad.
Pero no todo «amor» es amor. La libertad no se encuentra en hacer todo lo que deseamos. Dios es amor, y define el verdadero amor humano para que no nos dejemos engañar por falsificaciones. El verdadero amor nunca daña la relación de otra persona con Dios. El amor lleva a las personas hacia el Jesús verdadero, no las aleja de Él.
El verdadero amor nunca daña la relación de otra persona con Dios. El amor lleva a las personas hacia el Jesús verdadero, no las aleja de Él
Por eso debes rodearte de amigos cristianos piadosos que te animen a seguir confiando en Jesús sin hacer concesiones a lo que declara Su Palabra. Este mes, llena tu tiempo con amigos de tu iglesia que amen a Jesús. Comparte tu historia con ellos. Pídeles que oren contigo. Expresa tus vulnerabilidades y comparte por qué hablar con ellos por momentos te produce temor. Canten juntos a Dios. Pasen tiempo juntos al aire libre. Rían, jueguen y disfruten juntos de sus aficiones.
Satanás quiere atraparte para que pienses que tu vida está vacía. Pero cuando una comunidad diferente parece atractiva, los amigos cristianos piadosos pueden ayudarte a capear el temporal señalándote al Único que puede colmar los anhelos de tu corazón.
4. Calla la autocompasión
Seguir a Jesús es costoso. Él dice a cualquiera que le siga que tiene que perder su vida para ganar la vida verdadera (Mt 16:25). Por eso los susurros de la autocompasión pueden ser tan tentadores. Puede que empieces a pensar en lo difícil que es el camino de Jesús o en lo mucho a lo que has renunciado para seguirle. Puedes pensar en el dolor que conlleva morir a los deseos y renunciar a la esperanza de una vida «normal».
Protégete de la autocompasión. Aunque tu lucha sea única, la vida cristiana es costosa para todos. Todo el que sigue a Jesús está llamado a entregar su vida entera. Estamos llamados a confiar en que Él es digno de ello: que Su presencia es más preciosa. Que Su estímulo es más vivificante. Que Su gozo y Su paz no nos pueden ser quitados.
Nos han enseñado a cantar un himno que dice: «Calla, alma mía: tu Jesús puede pagar; de Su propia plenitud todo lo que Su voluntad pueda quitar». Calla la autocompasión viendo a Jesús como supremamente precioso.
5. Quédate cerca de la cruz
El «mes del orgullo» puede suscitar dudas sobre tu valor. Pero lo que el mundo piensa de ti, y lo que tú piensas de ti mismo, no es tan importante como lo que Dios piensa de ti. ¿Cómo sabes lo que Dios piensa de ti? Mira la cruz. Allí verás Su amor por ti en todo su esplendor.
En la cruz, el amor de Dios por los pecadores como tú y yo queda al descubierto para que todos lo contemplen. Nuestro historial de deudas ha sido clavado en la cruz. Ahora Dios declara que, gracias a Cristo, todo creyente es amado y perdonado (Col 2:13-15).
Dios no se avergüenza de ti (He 2:11). Tu condenación ha sido cancelada (Ro 8:1). Tu vergüenza y culpa han desaparecido (Sal 103:12). Tus faltas han sido olvidadas (He 8:12). Tus pecados se han ahogado en el fondo del mar (Mi 7:19). Los años perdidos pueden ser restaurados (Jl 2:25).
Mantén tus ojos en la cruz de Cristo, y ten la seguridad de que eres más que tus deseos pecaminosos. Jesús no está negándote el bien. Eres amado, salvado, sellado y guardado por el Dios del universo. Él no te ofrece menos que el mundo, sino más y un mejor amor que el que el mundo puede ofrecer.
6. Mira el arcoíris correctamente
Sin duda verás más arcoíris durante el mes de junio. Cuando lo hagas, recuerda lo que realmente significa el arcoíris. Mucho antes de que la comunidad LGBT+ utilizara el arcoíris para comunicar su mensaje, pertenecía a Dios y Él enviaba un mensaje diferente.
Después del juicio del diluvio (Gn 6-8), Dios dio una señal a Noé y a todos los que vendrían después de él. ¿Qué señal? Un arcoíris. Dios dijo a Noé: «Pongo Mi arco en las nubes» (Gn 9:13). La palabra «arco» es la misma que designa el instrumento de guerra que utilizaban los antiguos arqueros para disparar a sus enemigos. Cuando Dios puso el arcoíris en el cielo, declaró con colores resplandecientes: «Retiro mi arma de guerra contra ustedes».
Dios no colgó Su arco porque la humanidad dejara de pecar, sino porque Dios se deleita en extender misericordia. Era un estandarte de esperanza, que declaraba no que podemos hacer lo que queramos, sino que Dios concede misericordia a los pecadores que no la merecen, como tú y como yo. Cada vez que veas un arcoíris en el cielo, en una pantalla o en un cartel, recuerda lo que realmente significa. Dios tiene misericordia de ti a pesar de tu pecado. Deja que el arcoíris te apunte a Jesús, quien murió por tus pecados y resucitó para ayudarte a vivir en libertad verdadera.
Mientras pones en práctica cada una de estas palabras de ánimo, recuerda que se acerca rápidamente el día en que el pecado y la tentación dejarán de existir. La «celebración del orgullo» dará paso a la celebración del humilde que murió y resucitó para que pudiéramos vivir de verdad.
Mantén tus ojos en Jesús, estimado santo; ya casi estamos en casa.
Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Eduardo Fergusson.
Garrett Kell está casado con Carrie, y juntos tienen cinco hijos. Obtuvo una maestría en teología en Dallas Theological Seminary. Él sirve como pastor de Del Ray Baptist Church en Alexandria, Virginia. Puedes seguirlo en Twitter.
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