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La generación Z tiene preguntas. La apologética ofrece respuestas.
En medio de la multitud de voces en las redes sociales, es difícil discernir la verdad de la mentira. Influencers prominentes, cristianos autoproclamados y «exvangélicos» difunden ideas que son rápidamente absorbidas por audiencias amplias.
Algunas de estas ideas pueden parecer verdaderas y bíblicas, pero las mentiras son evidentes para el oído bien informado. Estas se filtran fácilmente en las mentes y los corazones de la generación Z a través de algoritmos que recompensan el consumo constante.
Solo una comprensión segura del evangelio puede preparar a los jóvenes adultos para hacer frente a las voces engañosas. La teología débil y las creencias culturales no pueden resistir la presencia de la verdad del evangelio. Así que equipar las mentes de los jóvenes adultos con el razonamiento sólido de la apologética les ayudará a enfrentarse a la cultura sin caer presa de ella.
El escepticismo curioso de la generación Z
Muchos miembros de la generación Z son escépticos del cristianismo. Consideran que los valores bíblicos son irrelevantes para la cultura moderna y rechazan las enseñanzas bíblicas. Como resultado, la soledad y el vacío asolan a mi generación. Hay una clara necesidad de una relación con un Dios amoroso.
Solo una comprensión segura del evangelio puede preparar a los jóvenes adultos para hacer frente a las voces engañosas
A pesar de su renuencia a escuchar hablar de las Escrituras, la generación Z sigue sintiendo curiosidad por la fe. Tienen preguntas sinceras sobre todo tipo de asuntos teológicos, desde la injusticia social hasta la soberanía de Dios. Una apologética sólida, por tanto, ofrece la oportunidad de dar respuestas basadas en la lógica y la verdad.
Si bien la apologética es un método eficaz de «pre-evangelismo», también es necesaria para los que ya están involucrados en la iglesia, como lo demuestra el hecho de que más y más jóvenes de la generación Z abandonan las iglesias cada año. Vi a mis compañeros pasar por distintos niveles de participación en el grupo de jóvenes. Pocos de mis amigos continuaron asistiendo, ya que la verdad subjetiva parecía más tentadora que la verdad de la Biblia. En el último año, la mayoría de mis amigos con los que había crecido cantando himnos y compartiendo peticiones de oración habían elegido caminos que los alejaban de Dios. Muchos habían desarrollado inquietudes sobre la fe cristiana, pero carecían de suficiente comprensión bíblica para refutar sus preguntas y dudas. Muchos de sus malentendidos nunca fueron corregidos.
Finalmente me di cuenta de la importancia de la apologética en el ministerio juvenil después de trasladarme a una escuela cristiana y matricularme en una clase de apologética. Tenía una salida para mis preguntas y acceso a respuestas digeribles para mi mente de secundaria. A través de esta clase, mi fe se convirtió en algo propio: llegué a comprender por qué creía lo que me enseñaron a creer mientras crecía.
El poder de la apologética
Incorporar la apologética a nuestros esfuerzos evangelísticos anima a los jóvenes adultos a pensar bíblicamente. Proverbios 9:10 es claro: «El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR, / Y el conocimiento del Santo es inteligencia». Responder a preguntas sobre Cristo o la historicidad de la Biblia requiere un profundo conocimiento bíblico; el conocimiento superficial no sirve. Solo discipulando a la generación Z en esta práctica obtendrán un fundamento bíblico sólido para una relación significativa e íntima con Dios.
Incorporar la apologética a nuestros esfuerzos evangelísticos anima a los jóvenes adultos a pensar bíblicamente