Un recurso para ayudarte a esperar a la manera de Dios

Una reseña del libro “Anhelos insatisfechos” (B&H Español, 2024).

«Insatisfacción» es una de esas palabras que nuestra sociedad rechaza, esquiva y teme. Sin embargo, no podemos recibir algo diferente a la insatisfacción en un mundo caído que corre impaciente y desesperado tras lo instantáneo y pasajero. La ilusión de que algo temporal servirá para el gozo eterno, aun cuando venga del Señor, ha llevado al ser humano a poner su confianza en sí mismo —o en cualquier otra cosa— y no en el Dador de todo lo bueno.

Podemos idolatrar las cosas que nos «traerán gozo y paz» o podemos adorar al Cristo eterno, quien encarna el verdadero contentamiento y la satisfacción completa que solemos buscar en las cosas temporales.

Pero ¿cómo caminar sabiamente en el valle de la espera y confiar en la suficiencia de Dios? En su libro Anhelos insatisfechos: Aprendiendo a esperar a la manera de Dios (B&H Español, 2024), Paty Namnún —escritora y anfitriona del podcast De la Biblia a la vida— responde bíblicamente a esta pregunta.

En este nuevo recurso, ella medita en las diferentes etapas del peregrinaje de la espera y nos enseña con las Escrituras cómo dejar en las manos de Dios los deseos que se manifiestan por medio de oraciones, conversaciones, lágrimas o incluso convicciones.

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Anhelos insatisfechos

PATY NAMNÚN

En su libro Anhelos insatisfechos: Aprendiendo a esperar a la manera de Dios (B&H Español, 2024), Paty Namnún medita en las diferentes etapas del peregrinaje de la espera y nos enseña con las Escrituras cómo dejar en las manos de Dios los deseos que se manifiestan por medio de oraciones, conversaciones, lágrimas o incluso convicciones.

B&H ESPAÑOL. 176 PÁGINAS.


Identificando los roles del dolor y el clamor

La autora reconoce que no es ajena a los anhelos insatisfechos. Desde el principio comparte que el deseo de ser madre y la infertilidad jugaron un papel crucial en el desarrollo de su confianza y fe en el Señor.

Por medio de un estudio del Salmo 13, Namnún lleva a las lectoras a reflexionar en su caminar a través del sendero de la espera, reconociendo la existencia y el dolor de los anhelos insatisfechos, para llegar a comprender mejor la esperanza y el gozo verdaderos desde la perspectiva bíblica.

En medio del dolor, el salmista clama a Dios en una oración honesta que declara su convicción de la presencia y cercanía del Señor en el valle de la aflicción (v. 3). Así también, los creyentes obtenemos una libertad verdadera cuando entendemos que no hay nada mayor y más pleno que conocer a nuestro Salvador de manera más íntima, sea que recibamos o no lo que deseamos. Encontramos paz y confianza cuando ponemos nuestra mirada en nuestro Señor, quien nos ama profundamente, escucha nuestras peticiones y dará una respuesta oportuna (Mt 7:721:22He 4:16).

Pero ¿cómo vivimos atesorando a Cristo y confiando en Su respuesta a nuestros corazones inquietos? Namnún reconoce que los anhelos insatisfechos traen dolor y no está mal sentirlo. Sin embargo, creer que Dios es malo o injusto porque no tenemos lo que queremos es pecado. De hecho, Anhelos insatisfechos nos llama a evaluar la manera en que desarrollamos nuestra perspectiva de Dios, ya sea que lo hagamos por medio de la Palabra o de los sentimientos fluctuantes que derivan de nuestros deseos insatisfechos.

Un llamado a renunciar a los ídolos

Por medio de un análisis cuidadoso de la anatomía del pecado de la idolatría, Namnún ayuda al lector a identificar cómo los deseos insatisfechos se pueden convertir en ídolos demandantes que gritan: «¡Sin mí no estarás completo! ¡Dios no es suficiente!». Aún peor, estos deseos desmedidos disfrazan de inocencia el orgullo de sus demandas.

La autora también nos advierte de las profundas consecuencias espirituales, relacionales y emocionales de adorar aquello que deseamos. Por eso nos incentiva a procurar la sabiduría de Dios, a someter nuestros deseos a Su soberanía y a entregarlos en humildad y arrepentimiento.

La esperanza genuina no surge por la llegada de lo que deseamos, sino al ver atrás en la historia de la redención y encontrarnos con la mayor prueba del amor de Dios al enviar a Su Hijo

 

Después de analizar las consecuencias de la idolatría y el dolor que provoca, la lectora es guiada a tomar una decisión deliberada de confiar en Dios.

Confiar no significa que el dolor desaparecerá, pero sí que descanso en Alguien que entiende mi dolor, se duele conmigo y me brinda Su consuelo. Confiar en el Señor no implicará que de repente entenderé por completo todo lo que está ocurriendo en mi vida, pero sí descansaré en la certeza de que mi vida no está en el aire, sino en las manos de mi Redentor fiel (p. 96).

Para ayudarnos a tomar esta resolución, Namnún medita en diferentes pasajes bíblicos en donde la Palabra nos guía a descansar en la soberanía, la misericordia y la sabiduría divinas, las cuales funcionan como «antídotos» contra el temor y la desesperación que surgen de nuestros deseos frustrados (p. ej., Sal 4:562:8115:11Is 26:4).

Al ser confrontadas con las verdades sobre el carácter de Dios, las lectoras pueden quedar sin palabras ante el amor, el cuidado y la misericordia del Señor. Al mismo tiempo, sus corazones pueden llegar a quedar embargados por el gozo que surge al confiar en Cristo, quien no cambia, que ama perfectamente y que busca Su gloria y nuestro bien en cada circunstancia.

Promoviendo la gratitud en la espera

En este mundo que demanda la complacencia inmediata de los apetitos del corazón, la gratitud nos ayuda a batallar contra la envidia y la codicia que surgen al ver a otros que tienen lo que deseamos. Un corazón agradecido nos permite alcanzar un gozo superior cuando disciplinamos nuestras mentes para reconocer que en Cristo hemos recibido más de lo que merecemos.

Es por eso que en Anhelos insatisfechos la prioridad no se encuentra en el enfoque de las cosas dadas, sino en los atributos del Dador, y nos guía a reflexionar en pasajes que apuntan a la gratitud, no solo como una actitud del corazón, sino también como obediencia al Dios misericordioso, quien nos aleja de la duda y la queja.

Finalmente, la autora desea mostrar que la esperanza genuina no surge por la llegada de lo que deseamos, sino al ver atrás en la historia de la redención y encontrarnos con la mayor prueba del amor de Dios al enviar a Su Hijo a morir en nuestro lugar. Este hecho histórico nos permite ser más conscientes de nuestros pecados y del perdón eterno que Dios nos otorgó, a la vez que nos motiva a perseverar en fe hacia la promesa de que un día terminarán el clamor y la tristeza que vienen por causa de situaciones difíciles: un vientre vacío, un cuerpo enfermo, una mano sin anillo, un plan frustrado, una propuesta rechazada o una pérdida inesperada.

Nuestros anhelos insatisfechos serán parte de todas las cosas que nos encaminaron hacia el deleite en nuestro Redentor, si dejamos que el evangelio, el Dios Trino y la Palabra sean la fuente de nuestra mayor satisfacción.


Gabriela Puente es comunicadora social, está estudiando una maestría en Consejería Bíblica en Southern Seminary y se encuentra cursando una certificación en Consejería Bíblica con ACBC. Desde el 2015, Gabriela es miembro de la iglesia La Fuente en Quito y actualmente trabaja en su Centro de Consejería Bíblica. Su deseo es ver a las mujeres crecer en amor y conocimiento de Cristo por medio del estudio de la Palabra de Dios en toda Latinoamérica. Gabriela ha colaborado con artículos para Coalición por el Evangelio y puedes encontrarla en Instagram como @gaby_puentem.

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