Reseñas
¿Eres un joven adolescente que quiere caminar en la verdad? Este libro es para ti.
Una reseña del libro «Hombre en camino».
Desde pequeño asistí a la iglesia e hice las cosas que se esperan de un niño y luego de un adolescente cristiano. Siempre volvía de las actividades de la iglesia con una convicción de que mi vida no sería igual. Aún con la melodía de la canción de adoración «Sumérgeme» en mi cabeza, salía al mundo para darme cuenta que no estaba preparado para caminar la vida cristiana. Quizás esta es la experiencia de muchos jóvenes cristianos de hoy, los cuales tienen un deseo sincero de seguir a Cristo, pero que tienen dificultades para permanecer firmes.
Es para estos cristianos que David McCormick —conferencista, psicólogo y director ejecutivo de la Alianza Cristiana para los Huérfanos— escribió el libro Hombre en camino: Una guía para los adolescentes (B&H Español, 2024).
Con 256 páginas y treinta capítulos divididos en cinco partes, este libro busca más que responder las dudas que los jóvenes de hoy tienen en un mundo cada vez más antagónico con los cristianos. En palabras del autor:
Más que un libro de consejos, esto será un camino para conocer más a Jesús, el autor de tu vida y el único que te puede conocer exactamente como tú eres, y amarte así. Dios tiene mucho que decir sobre las situaciones que estás viviendo y quiere iluminar tu camino para crecer en santidad. Ser un hombre de Dios se trata de eso. Vamos a desnudar las mentiras, una por una, y reemplazarlas con la verdad (p. 14).
Hombre en camino
David McCormick
Hombre en camino: Una guía para los adolescentes (B&H Español, 2024), con 256 páginas y treinta capítulos divididos en cinco partes, este libro busca más que responder las dudas que los jóvenes de hoy tienen en un mundo cada vez más antagónico con los cristianos.
B&H Español. 208 páginas.
Remansos en el camino
Ahora, ¿qué hace diferente a este libro frente a las muchas otras opciones que existen actualmente? En primer lugar, y quizá se deba a su pasión por los vulnerables, el autor es intencional en ir al corazón, al hablar de temas de identidad, creencias, verdades y mentiras con base en la Palabra de Dios.
Por otro lado, ninguna generación que fue joven alguna vez escuchó con demasiada atención a sus padres. La voz de McCormick —como de un amigo maduro que camina a tu lado— podría romper la barrera que los adolescentes ponen de cara a cualquiera que quiera aconsejarlos.
Es la valentía de McCormick en hablar de frente sobre temas difíciles lo que hace de este libro un excelente recurso. La estructura de Hombre en camino funciona a la perfección porque comienza enfrentando al lector consigo mismo, cuestionando sobre sus creencias, haciéndolo pensar sobre las implicaciones del diseño de Dios y el pecado. McCormick no tarda en manifestar que el pecado explica por qué las personas son como son y por qué les atraen ciertas cosas malas para su vida. Por lo tanto, la única salida es confiar en Cristo para salvación.
Uno de los mensajes principales de Jesús al vivir una vida humana en la tierra donde tú y yo seguimos dando vueltas miles de años más tarde, es que Dios nos entiende. Él llegó a sufrir todo lo que un ser humano podría sufrir y sintió las mismas tentaciones que todo hombre tiene (p. 12).
En este mismo sentido, el autor termina cada capítulo con aplicaciones prácticas y tareas que buscan cumplir el objetivo que estableció al principio: sustituir mentiras que los adolescentes creen con las verdades del evangelio.
Finalmente —y creo que esto también está relacionado con sus estudios en psicología y su ministerio a favor del huérfano—, McCormick toca temas que todavía son tabú para diversos sectores de la iglesia en Latinoamérica: depresión, ansiedad y trauma; temas que son considerados las principales causas de suicidio en la juventud. Es cierto que cada vez existen más libros traducidos al español que incluyen estos temas, pero que el origen y el contexto sea culturalmente relevante, como es el caso de este libro, abre la puerta a conversaciones más significativas.
Dios permita que esos capítulos abran el corazón de los jóvenes para reconocer que en sus corazones hay algo más profundo que una simple insatisfacción y que puedan conversar sin temor a ser juzgados o rechazados, porque hay algo más grande en juego y es su eternidad.
Pequeñas piedras en el camino
Ahora bien, algunos de los puntos positivos de la lectura, hasta cierto punto, pueden convertirse en riesgos para el aprovechamiento completo del libro. Por ejemplo, la empatía que muestra McCormick puede sentirse «forzada», principalmente ante una audiencia que tiende a desconfiar de las intenciones de las personas, incluso de aquellas que genuinamente quieren ayudarlas. Esto se ve reflejado en un lenguaje que puede atraer a una audiencia más joven pero alienar a los adolescentes mayores, haciendo que la forma se vuelva más importante que el fondo.
Por otro lado, este mismo tenor amigable de la conversación podría reforzar una reacción contraproducente, ya que en general, muchos de los argumentos, datos y citas que presenta McCormick, aunque verbalmente convincentes, carecen de fuentes (al menos a la vista). Para una generación que habita en medio de fake news, experta en teorías de conspiración y acostumbrada a la IA, los argumentos del autor podrían ser desestimados como una opinión y no como una fuente de certeza en un mundo que la necesita desesperadamente. Una buena idea sería integrar dichas fuentes en una siguiente edición o en algún espacio digital de la misma editorial.
Dar el primer paso
Por lo que he escuchado, leído y visto de McCormick en las redes sociales y en su pódcast, puedo decir con confianza que esas pequeñas piedras en el camino son una cuestión de forma y no de fondo. Sus participaciones en congresos muestran a un autor preparado que sabe de lo que habla, pero por encima de eso, manifiestan a un hombre preocupado por mostrarle a los jóvenes que hay un camino mejor.
Nuestros jóvenes varones necesitan una identidad basadaen un verdadero Hombre y no hay nadie mejor para esto que nuestro Señor Jesucristo.
Este libro será de gran ayuda para padres, maestros, instructores y amigos mayores que no encuentran cómo derribar las defensas de esta generación para hablarles la verdad. Como alguien en esta categoría, sus páginas son un gran recordatorio para vivir como es digno, para que podamos decir como Pablo a los Corintios: «Sean imitadores de mí, como también yo lo soy de Cristo» (1 Co 11:1).
Si eres un joven varón, da el primer paso y recibe la invitación de David en Hombre en camino:
En un mundo que te grita lo que debes ser y hacer, escucha la voz quieta de tu Maestro Jesús. Cuando te dicen que solo tienes que creer tu verdad, recuerda que la verdad se vistió de carne y hueso para llamarte a seguirlo. No lo tienes que inventar. El que te llamó es fiel. El que diseñó las galaxias te hizo un hombre. Seguir a Jesús es la forma máxima de manifestar tu masculinidad (p. 252).