Reflexiones

DE QUÉ NOS SIRVE LEER LA BIBLIA, SI NO CAMBIAMOS NUESTRO PROCEDER

El apóstol Pablo nos exhorta en su carta que él escribe a los hermanos que vivían en Roma; lo siguiente:

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)”

Este versículo resalta que el conocimiento de la Palabra de Dios debe transformar nuestra vida y moldear nuestro carácter según la voluntad divina. Sin embargo, muchos creyentes caen en el error de acumular conocimiento sin permitir que este produzca frutos visibles en su proceder diario. La Biblia nos enseña que el verdadero entendimiento de las Escrituras no se mide solo por lo que sabemos, sino por lo que vivimos y, en este sentido, Santiago nos advierte:

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. (Santiago 1:22)”

Un conocimiento bíblico sin acción es vano. Si nuestra vida no refleja el amor, la justicia y la humildad que nuestro Dios demanda, nuestro testimonio se desvanece como una nube de humo. Jesús mismo condenó a los fariseos por conocer la Ley, pero no aplicarla con misericordia y verdad. (Ver Mateo 23:3)

El Señor desea que su Palabra transforme nuestras prioridades, decisiones y nuestras relaciones con nuestros prójimos. Cuando somos hacedores de la Palabra, impactamos con nuestro buen testimonio a los demás. (Ver Mateo 5:16) El propósito final de nuestro cambio es glorificar a nuestro Dios, siendo ejemplos vivos de Su gracia y de Su verdad. Si solo acumulamos conocimiento sin aplicar lo aprendido, corremos el riesgo de endurecer nuestros corazones. Como así lo advirtió el apóstol Pablo:

¡¡EL CONOCIMIENTO ENVANECE, PERO EL AMOR EDIFICA!! (ver 1 Corintios 8:1)

La verdadera sabiduría es la que se traduce en un amor práctico hacia nuestro Dios y hacia nuestro prójimo.

CONCLUSIÓN

La Palabra de Dios tiene el poder de renovarnos y hacernos más como Cristo. Pero debemos ser conscientes de que no basta con memorizarla o enseñarla; debemos vivirla. Cada paso de obediencia y cada acto de amor reflejan el impacto transformador del evangelio. Seamos creyentes que encarnen las verdades bíblicas, para que nuestras vidas sean un testimonio claro y eficaz del poder de nuestro Dios. Así, como escribió el salmista:

“…Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.  (ver Salmo 119:105)

Permitamos que esa luz ilumine no solo nuestro entendimiento, sino también nuestro andar junto a nuestro amado Dios.

𝑸𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒂𝒏̃𝒂𝒅𝒂 𝒃𝒆𝒏𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊𝒐n

Que Dios te cuide y bendiga rica y abundantemente, junto a tus seres queridos, y anuncia al mundo que nuestro Señor Jesucristo vive y espera con Sus manos amorosas por el que quiera conocerle.


FRANKLIN MIRABAL, ES MIEMBRO LÍDER DE LA IGLESIA ASAMBLEA DE DIOS CENTRAL DE LA CIUDAD DE HIGUEY, REP. DOM.

Acerca del Autor

0.00 avg. rating (0% score) - 0 votes
Mostrar Más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Verifique también
Close
Back to top button