Reflexiones

La Batalla de las emociones y deseos

No creo que nadie haya pecado fuera de esta área. Estaba allí sentado pasando el reposo de las 6 semanas que me dio el Dr. por mi lesión en la pierna izquierda, pensando en diferentes tipos de pecados, y no podía imaginar ningún pecado de ninguna clase, ni en la Biblia ni fuera de ella, donde no estuvieran involucradas las emociones y los deseos. Así que esta es un área capital que debo conocer, porque los tropiezos ocurren precisamente con la participación de los deseos y las emociones, y eso es de lo que quiero hablar en esta reflexión de hoy.

El apóstol Juan escribió varias cartas. Su primera carta es quizás la más teológica de las tres. Todas son breves, pero ésta es la más extensa de las tres. Juan escribió estas cartas probablemente entre los años 85 y 95 de nuestra era. Era ya una persona mayor, quizás de 80 o 90 años, con experiencia. Y cuando escribe en esa primera carta, en el capítulo 2, versículo 16, nos ayuda a empezar a entender todo este mundo de emociones y deseos.

Dice, porque todo, está la palabra todo, si hay algo que caracteriza esta primera carta de Juan son los absolutos con los que habla. Y esto es uno, todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos, y la arrogancia de la vida, no viene del Padre. ¿De dónde viene entonces? Del mundo.

Tenemos guerra en tres frentes: el mundo, Satanás y nuestras emociones en nuestro mundo interior. El problema con las emociones y los deseos, son humanos, fueron creados por Dios, pero desgraciadamente nuestros deseos, nuestras emociones, tienen su origen en lo que se ha llamado el pecado remanente. Dios nos hace nacer de nuevo, pero hay pecado residual en nosotros. Los reformadores lo llamaron remanente. Así que este pecado remanente origina emociones y deseos pecaminosos que me llevan a pecar una y otra vez. Las tentaciones no tendrían poder sobre nosotros, ni tienen poder sobre nosotros, precisamente porque disparan nuestros deseos.

Cuando estás tentado, puedes sentirte tentado a comer una galleta, por así decirlo, que no deberías comer. El problema es que cuando la ves, parece tan atractiva, tan brillante, que te recuerda cosas que ahora tienes ganas de comer. Antes de verla, no tenías ganas de comerla, la viste y ahora la quieres. Bueno, eso sucede en todas las áreas de nuestro ser interior. Las emociones actúan como un informe que nos envían. No están ahí para dictar la conducta que debemos seguir.

Así que estas emociones, estos deseos, son buenos indicadores de cosas malas. Pero también podrían ser buenos indicadores de cosas buenas. En realidad, estás creciendo en el amor al otro, al hermano, a Dios, a la palabra. Las emociones y los deseos son importantes, porque hemos conquistado muchas almas a través de ese instrumento. En todo caso, el placer es una invención de Dios. Nuestro Padre Celestial puso en nosotros receptores gustativos, olfativos, táctiles, auditivos, para poder sentir todas estas cosas.

Y el diablo nuestro enemigo, una de las formas en que busca hacernos caer es dándoles placer que su creador puso en ellos. Pero, aunque no hemos inventado ninguno de estos placeres, la clave está en esto, en que los demonios hacen que nosotros disfrutemos de estos placeres en momentos, o en formas, o en grados que Dios nos ha prohibido. Si, nuestro Padre, puso placeres en nosotros, o la capacidad de disfrutar de los placeres, pero esos placeres vinieron con un manual de instrucciones. ¿Cuándo lo disfrutas? ¿Cómo lo disfrutas? ¿Hasta cuándo lo disfrutas? ¿En qué momento de tu vida lo disfrutas? Entonces, la clave está, en que quienes tienen receptores creados, dados por su Dios, los usan. Pero ellos (los demonios) encuentran la forma ilegítima en que los usan. En momentos, en lugares, en formas, en grados, que nuestro creador nos prohibió.

Así que hermanos, vamos a cuidarnos de nuestras emociones y deseos, tenemos que lograr poner en práctica ese don especial como lo es el dominio propio, para que esas tentaciones que no son pecado se conviertan en pecado en el momento en que dejamos que nuestras emociones o deseos nos dominen.

¡¡¡GLORIA Y HONRA SEAN DADAS A NUESTRO DIOS ETERNO!!!

𝑸𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒂𝒏̃𝒂𝒅𝒂 𝒃𝒆𝒏𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊𝒐́𝒏

Que Dios te cuide y bendiga rica y abundantemente, junto a tus seres queridos, y anuncia al mundo que nuestro Señor Jesucristo vive y espera con Sus manos amorosas por el que quiera conocerle.


FRANKLIN MIRABAL, es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central en la ciudad de Higuey, Rep. Dom.

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