Reflexiones
¿Estás orando por un avivamiento?

Incluso si somos creyentes, es posible ser ciegos a las bendiciones que tenemos en Cristo reveladas en su Palabra. Es posible leer la Biblia sin sentir su impacto en nuestras vidas. Cuando eso ocurre, el problema no está en la Escritura sino en nosotros.
Por eso Pablo, luego de escribir uno de los párrafos más gloriosos sobre las riquezas de la gracia de Dios que tenemos en Cristo, ora por sus lectores así:
Mi oración es que los ojos de su corazón les sean iluminados, para que sepan cuál es la esperanza de Su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de Su herencia en los santos, y cuál es la extraordinaria grandeza de Su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de Su poder (Ef 1:18-19).