¿Quién fue Habacuc y qué aprendemos de él? | Preguntas bíblicas

La frustración que un cristiano experimenta como producto del incremento de la maldad y la injusticia a su alrededor conduce a la pregunta: ¿Dónde está el Señor ante todo este panorama? Esta es una inquietud legítima que Habacuc tuvo y por la cual recibió una respuesta.
Al principio del libro que lleva su nombre, y en el salmo de cierre, el autor se identifica como Habacuc (1:1; 3:1), quien, probablemente, ministró entre los años 640 y 626 a. C., durante el reinado de Joacim (609-597 a. C.; ver 2 R 23:34 – 24:5Jr 22:17).1 Habacuc también fue contemporáneo del profeta Jeremías. Aunque desconocemos detalles de su trasfondo, la expresión «para el director del coro, con mis instrumentos de cuerda» (3:19) sugiere que el profeta pudo haber sido un sacerdote relacionado con la adoración del templo en Jerusalén.2
El panorama de la época y el mensaje de Habacuc
Habacuc no solo se pregunta por qué Dios guarda silencio mientra Su pueblo se degenera moralmente, sino que también se queja por el hecho de que Dios utilizaría a una nación tan persevera como Babilonia para castigar a Judá, que supuestamente es menos perversa.
De esa manera, el tema principal del libro de Habacuc consiste en reflexionar sobre el cumplimiento de la justicia de Dios en el entorno nacional de Judá, que está bajo la mira del ataque de los babilonios.3 Su contenido se desarrolla por medio de un diálogo entre el profeta y el Señor. La estructura de preguntas y respuestas es uno de sus rasgos distintivos y representa la manera en que Habacuc comunica el mensaje que recibió.
Judá había permanecido en idolatría y rebelión contra la ley de Dios. La violencia, el abuso del impío contra el justo, la corrupción y otras injusticias también conformaban la lista diaria de noticias en la sociedad contemporánea a Habacuc. Por tanto, el profeta lamenta tal condición y llora por el dolor de los pobres.
Como consecuencia, se desarrolla una lucha en su interior y Habacuc presenta su duda a Dios: Si eres bueno y poderoso, ¿por qué permites tanto dolor e injusticia?
¿Hasta cuándo, oh Señor, pediré ayuda,
Y no escucharás?
Clamo a Ti: «¡Violencia!».
Sin embargo, Tú no salvas.
¿Por qué me haces ver la iniquidad,
Y me haces mirar la opresión?
La destrucción y la violencia están delante de mí,
Hay rencilla y surge la discordia.
Por eso no se cumple la ley
Y nunca prevalece la justicia.
Porque el impío asedia al justo;
Por eso sale pervertida la justicia (1:2-4).
A diferencia de la experiencia de Job, a quien Dios no responde a todas sus inquietudes (ver Job 38 – 41), Habacuc sí recibe respuestas. El Señor usaría a los babilonios para castigar a Judá (1:5-11), pero eventualmente condenaría a los babilonios por hacerlo (2:8).
El mensaje principal de Habacuc para el pueblo de Dios es este: aunque no comprendas todo lo que sucede, Dios es justo y tiene el control. Por tanto, vive por fe: «Así es el orgulloso: / En él, su alma no es recta, / Mas el justo por su fe vivirá» (2:4). Este constituye el verso por el que se conoce a Habacuc en el Nuevo Testamento. Es un texto clave y que es utilizado por Pablo en Romanos 1:17 y por el autor de Hebreos (He 10:38).
A pesar de que el mundo se encuentra de cabeza, debemos vivir en obediencia a la Palabra, en un estilo de vida coherente con el evangelio
 
En cuanto a la redención, el profeta utiliza en tres ocasiones el término «salvación» (Hab 3:1318) que es la palabra raíz de la que proviene el nombre «Jesús» (cf. Mt 1:21). En el Nuevo Testamento entendemos con mayor plenitud aún que dicha salvación es segura para aquellos que han puesto su confianza en Él (Ro 10:9). En Su segunda venida, entonces «la tierra se llenará del conocimiento de la gloria del Señor como las aguas cubren el mar» (Hab 2:14).
Dos lecciones que aprendemos de Habacuc
De las varias enseñanzas que nos dejan Habacuc y su libro, quisiera invitarte a reflexionar en las siguientes dos:
1) El valor de la integridad en medio del caos
La primera lección que aprendemos del mensaje de Habacuc es que, a pesar de que el mundo se encuentra de cabeza, debemos vivir en obediencia a la Palabra, en un estilo de vida coherente con el evangelio. «Incluso cuando el mundo está en confusión y los propósitos y planes de Dios están oscurecidos, la persona justa tiene la responsabilidad de comportarse con integridad».[4] En medio de una oscuridad densa, la luz del evangelio brilla en nuestras vidas con mayor esplendor por el Espíritu y la Palabra.
2) El valor de la oración ante la confusión y la duda
Es clave presentarnos ante el Señor cuando nos sentimos abrumados ante las injusticias, los abusos y las maldades que vemos o experimentamos. Habacuc luchó con dudas y confusión. Sin embargo, las presentó ante Dios en oración.
Podemos sumergirnos en las Escrituras y la oración con la seguridad de que el Padre responderá a nuestras inquietudes y fortalecerá nuestra fe
 
De igual manera, los cristianos debemos presentar nuestras peticiones al Señor con confianza (1 Jn 5:14-15). Podemos sumergirnos en las Escrituras y la oración con la seguridad de que el Padre responderá a nuestras inquietudes y fortalecerá nuestra fe, mientras esperamos el retorno de Cristo.
El ejemplo de Habacuc, cuyo nombre significa «uno que abraza», es relevante hoy. Debido a la confusión de la sociedad de nuestros días es urgente que los cristianos recordemos que debemos vivir por fe, iluminados por la Palabra liberadora. La confianza en el carácter inmutable de Dios hará que sostengamos en alto el estandarte del evangelio, hasta que Cristo vuelva.

1 Andrew E. Hill y John H. Walton, A Survey of the Old Testament, 3ra. ed. (Grand Rapids, Mich: Zondervan Academic, 2009), p. 661.
2 Bruce Wilkinson y Kenneth D. Boa, Talk Thru the Bible: A Quick Guide to Help You Get More Out of the Bible, vol. 1 (Nashville: Thomas Nelson, 1983), p. 273.
3 Hill and Walton, A Survey of the Old Testament, p. 662.
4 Andrew Hill y John Walton, A Survey of the Old Testament (Zondervan Academic, 2009), p. 663.

<strong>Leo Meyer</strong>

Leo Meyer es esposo de Masi Meyer, y padre de Mia y Zac. Nació en Santo Domingo, República Dominicana. Actualmente cursa su maestría en divinidad en el Southern Baptist Theological Seminary. Vive en Louisville, Kentucky, y sirve en la Iglesia Highview en español.

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