Lectura de Hoy

03-10-2023

Devocional

Devocional: Ezequiel 36

Del mismo modo que en el capítulo 35 Dios se dirige por medio de Ezequiel a la montaña de Seír (la región de los edomitas), en Ezequiel 36 lo hace a los montes de Israel (36:1-15). Este recurso retórico vincula ambos capítulos, en particular desde que se ha distinguido a Edom de nuevo, esta vez de forma específica (36:5; véase la meditación de ayer). La primera parte del mensaje a las montañas de Israel condena a los enemigos que los han asolado y saqueado, especialmente a Edom (36:1-7); la segunda mitad (36:8-15) predice una época en que ellas serán prósperas de nuevo. La promesa de que las montañas serán de nuevo fértiles y densamente pobladas es exactamente lo contrario de la maldición pronunciada contra Edom (35:3, 7, 15).

Como estas palabras para las montañas de Israel traen consigo el peligro de que los israelitas se consideren simples víctimas, y no pecadores responsables de su propia destrucción, Dios presenta un pequeño repaso histórico (36:16-21). Su propósito es reiterar que él derramó su ira sobre la tierra porque el pueblo del pacto era demasiado malvado. “Ellos mismos la contaminaron con su conducta y sus acciones” (36:17).

Sin embargo, para el mundo pagano que observaba, era como si el Dios de Israel no fuese capaz de proteger a su propio pueblo. Por tanto, el Todopoderoso entrará en acción, porque está comprometido con mostrar su santidad entre las naciones del mundo, delante de las cuales el pueblo del pacto la ha profanado. No lo hará a causa de la casa de Israel (36:22), es decir, porque esta lo mereciese, sino debido a de su propio nombre (36:22- 23). ¿Qué hará él para vindicar su gloria? Primero, devolverá físicamente a los exiliados a su tierra (36:24). Segundo, tras ello introducirá grandes cambios morales y espirituales. El acto de rociar con agua pura (36:25) significa algo más que el perdón de pecados. El lenguaje deriva de los lavamientos rituales (Éxodo 30:17-21Levítico 14:52Números 19:17-19), pero aquí está relacionado con purificar a las personas de las inmundicias de la idolatría. El regalo de un “nuevo corazón” y de un “espíritu nuevo” no indica simples aspectos de la personalidad del ser humano, sino la transformación de todo su carácter, el equivalente de la promesa de Jeremías de un nuevo pacto (Jeremías 31:31ss.); el Señor Jesús emplea su lenguaje en su descripción del nuevo nacimiento (Juan. 3); Pablo describe la transformación (p. ej., Romanos 8). Esto es lo que produce el auténtico arrepentimiento (Ezequiel 36:31-32).


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Publicaciones Andamio, 2016. Usado con permiso.

Devocional: Efesios 3

Un “misterio” en los escritos de Pablo no suele ser algo “misterioso” y mucho menos un enigma al estilo de las novelas policíacas. Es una verdad o doctrina que, en cierta medida, estaba escondida durante las generaciones anteriores y que ahora, con la llegada del evangelio, se ha descubierto y publicado. A veces el evangelio mismo se trata como un misterio, pero lo más común es que se denomine así algún elemento del evangelio.

En Efesios 3:2-13, Pablo afirma que, junto con otros “apóstoles y profetas” (3:5), disfruta de un conocimiento profundo del “misterio de Cristo… que en otras generaciones no se dio a conocer a los seres humanos, ahora se les ha revelado por el Espíritu” (3:4-5). Luego nos expone el contenido de este misterio: “que los gentiles son, junto con Israel, beneficiarios de la misma herencia, miembros de un mismo cuerpo y participantes igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio” (3:6).

Debemos reflexionar sobre las maneras es que estaba escondido este misterio. Las Escrituras del Antiguo Testamento ciertamente en ocasiones adelantaban que la gracia de Dios se extendería a los hombres y las mujeres de todas las razas. El pacto abrahámico anticipó que en la descendencia de Abraham serían benditas todas las familias de la tierra (Génesis 12:3; ver meditación del 11 de enero). ¿Qué hay de escondido en eso? No obstante, el hecho es que el espacio que la Biblia le dedica a la ley de Moisés, sobre todo unido al creciente cuerpo de interpretación que hacía de la ley mosaica el marco interpretativo que controlaba la lectura de gran parte del Antiguo Testamento, causaba que este énfasis más amplio se perdiera de vista. Así que, por un lado, este ocultar se puede ver como un plan cuidadoso de Dios para esconder la gloria de su “propósito eterno” (3:11) hasta que llegara el tiempo adecuado para revelarla. Por otro, el ocultar se debe a la perversidad humana, que lee las Escrituras del Antiguo Testamento de tal manera que domestica y disminuye las verdaderas dimensiones de sus promesas.

Con la llegada de Jesucristo, las formas con las cuales los libros del Antiguo Testamento apuntaban hacia el futuro se hicieron incalculablemente más claras. La gran comisión de Jesús selló la misión de sus discípulos con una dimensión internacional que avergüenza todo parroquialismo. Sobre todo, la comprensión que Jesús tenía del Antiguo Testamento estableció unos nuevos paradigmas. Si se lee correctamente, en su secuencia histórica lineal, el relato del Antiguo Testamento no enfatiza tanto la ley de Moisés como algunos pensaban. De hecho, el pacto mosaico resulta ser un fracaso, en términos de su efectividad para cambiar a la gente. Su mayor éxito radica en suministrar los modelos que predicen cómo sería el máximo salvador, el máximo sacerdote, el máximo templo y el máximo sacrificio. Y Pablo es el apóstol que no sólo predica este misterio, sino que lo hace a los gentiles, los más afectados por su contenido.

Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Publicaciones Andamio, 2016. Usado con permiso.

1 Reyes 6

6 Y sucedió que en el año 480 después que los israelitas salieron de la tierra de Egipto, en el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el segundo mes, comenzó Salomón a edificar la casa del Señor. La casa que el rey Salomón edificó para el Señor tenía 60 codos (27 metros) de largo, 20 codos (9 metros) de ancho y 30 codos (13.5 metros) de alto. Y el pórtico delante de la nave del templo tenía 20 codos (9 metros) de largo, conforme al ancho de la casa, y su ancho al frente de la casa era de 10 codos (4.5 metros). También para la casa hizo ventanas con celosías. Junto a la pared de la casa edificó pisos alrededor de las paredes de la casa, tanto de la nave como del santuario interior. También hizo cámaras laterales en derredor.

El piso inferior tenía 5 codos (2.25 metros) de ancho, el del medio tenía 6 codos (2.7 metros) de ancho, y el tercero tenía 7 codos (3.2 metros) de ancho; porque por fuera hizo rebajos en la pared de la casa por todo alrededor para no empotrar las vigas en las paredes de la casa. La casa, mientras se edificaba, se construía de piedras preparadas en la cantera; y no se oyó ni martillo ni hacha ni ningún instrumento de hierro en la casa mientras la construían. La entrada a la cámara lateral inferior estaba al lado derecho de la casa; y se subía por una escalera de caracol al piso del medio, y del medio al tercero. Edificó, pues, la casa y la terminó; y cubrió la casa con vigas y tablas de cedro. 10 También edificó pisos junto a toda la casa, cada uno de 5 codos (2.25 metros) de alto, y estaban asegurados a la casa con vigas de cedro.

11 Y la palabra del SEÑOR vino a Salomón, diciéndole: 12 «En cuanto a esta casa que estás edificando, si tú andas en Mis estatutos, cumples Mis ordenanzas y guardas todos Mis mandamientos andando en ellos, Yo cumpliré Mi palabra contigo, la cual hablé a David tu padre. 13 Habitaré en medio de los israelitas, y no abandonaré a Mi pueblo Israel».

El Lugar Santísimo

14 Cuando Salomón terminó de edificar la casa, 15 construyó las paredes de la casa por dentro con tablas de cedro. Desde el suelo de la casa hasta el techo recubrió las paredes interiores con madera. También recubrió el piso de la casa con tablas de ciprés. 16 Edificó los 20 codos (9 metros) del fondo de la casa con tablas de cedro desde el suelo hasta el techo. Así le edificó el santuario interior, el Lugar Santísimo. 17 La casa, es decir, la nave delante del santuario interior tenía 40 codos (18 metros) de largo18 Y por dentro la casa estaba revestida de cedro tallado en forma de calabazas y flores abiertas. Todo era de cedro, no se veía la piedra.

19 Entonces preparó dentro de la casa el santuario interior, para colocar allí el arca del pacto del SEÑOR. 20 El santuario interior tenía 20 codos (9 metros) de largo, 20 codos de ancho y 20 codos de alto, y lo revistió de oro puro. El altar lo recubrió de cedro. 21 Salomón revistió el interior de la casa de oro puro. Puso cadenas de oro a lo largo del frente del santuario interior, y lo revistió de oro. 22 Revistió de oro toda la casa, hasta que toda la casa estuvo terminada. También revistió de oro todo el altar que estaba junto al santuario interior.

23 También en el santuario interior hizo dos querubines de madera de olivo, cada uno de 10 codos (4.5 metros) de alto. 24 Un ala del querubín tenía 5 codos (2.25 metros) y la otra ala del querubín 5 codos. Desde la punta de una de sus alas hasta la punta de la otra de sus alas había 10 codos (4.5 metros). 25 El otro querubín también medía 10 codos (4.5 metros); ambos querubines tenían la misma medida y la misma forma. 26 La altura de uno de los querubines era de 10 codos (4.5 metros), y asimismo la del otro querubín. 27 Colocó los querubines en medio de la casa interior; las alas de los querubines se extendían de modo que el ala del uno tocaba una pared y el ala del otro querubín tocaba la otra pared. Sus otras dos alas se tocaban ala con ala en el centro de la casa. 28 También revistió de oro los querubines.

29 Luego esculpió todas las paredes de la casa en derredor con grabados de figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, tanto el santuario interior como el exterior. 30 Revistió de oro el piso de la casa, del santuario interior y el exterior.

31 Para la entrada del santuario interior, Salomón hizo puertas de madera de olivo, el dintel y postes pentagonales. 32 Las dos puertas eran de madera de olivo, y talló en ellas figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, y las revistió de oro; cubrió también de oro los querubines y las palmeras. 33 Además para la entrada de la nave hizo postes cuadrangulares de madera de olivo, 34 y dos puertas de madera de ciprés; las dos hojas de una puerta eran giratorias, y las dos hojas de la otra puerta también eran giratorias. 35 Talló en ellas querubines, palmeras y flores abiertas, y las revistió de oro bien ajustado a la talladura. 36 Edificó el atrio interior con tres hileras de piedra labrada y una hilera de vigas de cedro.

37 En el cuarto año, en el mes de Zif, se echaron los cimientos de la casa del SEÑOR, 38 y en el año undécimo, en el mes de Bul, que es el mes octavo, la casa fue acabada en todas sus partes y conforme a todos sus planos. La edificó, pues, en siete años.


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Efesios 3

El ministerio de Pablo a los gentiles

3 Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor de ustedes los gentiles si en verdad han oído de la dispensación de la gracia de Dios que me fue dada para ustedes; que por revelación me fue dado a conocer el misterio, tal como antes les escribí brevemente.

En vista de lo cual, leyendo, podrán entender mi comprensión del misterio de Cristo, que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora ha sido revelado a Sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu; a saber, que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, participando igualmente de la promesa en Cristo Jesús mediante el evangelio.

Es de este evangelio que fui hecho ministro, conforme al don de la gracia de Dios que se me ha concedido según la eficacia de Su poder. A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, se me concedió esta gracia: anunciar a los gentiles las inescrutables riquezas de Cristo, y sacar a la luz cuál es la dispensación del misterio que por los siglos ha estado oculto en Dios, creador de todas las cosas.

10 De este modo, la infinita sabiduría de Dios puede ser dada a conocer ahora por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, 11 conforme al propósito eterno que llevó a cabo en Cristo Jesús nuestro Señor, 12 en quien tenemos libertad y acceso a Dios con confianza por medio de la fe en Él. 13 Ruego, por tanto, que no desmayen a causa de mis tribulaciones por ustedes, porque son su gloria.

Pablo ora otra vez por los efesios

14 Por esta causa, pues, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo, 15 de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra. 16 Le ruego que Él les conceda a ustedes, conforme a las riquezas de Su gloria, el ser fortalecidos con poder por Su Espíritu en el hombre interior;

17 de manera que Cristo habite por la fe en sus corazones. También ruego que arraigados y cimentados en amor, 18 ustedes sean capaces de comprender con todos los santos cuál es la anchura, la longitud, la altura y la profundidad, 19 y de conocer el amor de Cristo que sobrepasa el conocimiento, para que sean llenos hasta la medida de toda la plenitud de Dios.

Doxología

20 Y a Aquel que es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que obra en nosotros, 21 a Él sea la gloria en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los siglos de los siglos. Amén.

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Ezequiel 36

Los montes de Israel bendecidos

36 »Y tú, hijo de hombre, profetiza a los montes de Israel, y di: “Montes de Israel, oigan la palabra del SEÑOR. Así dice el Señor DIOS: ‘Por cuanto el enemigo ha dicho contra ustedes: “¡Ajá!” y: “Las alturas eternas han pasado a ser posesión nuestra”, por tanto, profetiza y di: “Así dice el Señor DIOS: ‘Porque los han asolado y aplastado por todos lados, para que fueran posesión de las demás naciones, a ustedes los han hecho el blanco de la habladuría y de la calumnia del pueblo’”’. Por tanto, montes de Israel, oigan la palabra del Señor DIOS. Así dice el Señor DIOS a los montes y a las colinas, a las barrancas y a los valles, a las ruinas desoladas y a las ciudades abandonadas, que han venido a ser presa y escarnio de las demás naciones alrededor; por eso, así dice el Señor DIOS: ‘Ciertamente en el fuego de Mi celo he hablado contra las demás naciones y contra todo Edom, que se han apropiado de Mi tierra como posesión, con alegría, de todo corazón y con desprecio de alma, para dejarla como presa’.

”Por tanto, profetiza acerca de la tierra de Israel, y diles a los montes y a las colinas, a las barrancas y a los valles: ‘Así dice el Señor DIOS: “Yo he hablado en mi celo y en mi furor porque han soportado los insultos de las naciones”. Por lo cual, así dice el Señor DIOS: “Yo he jurado que las naciones que los rodean, ellas mismas cargarán sus propios insultos. Pero ustedes, montes de Israel, echarán sus ramas y producirán su fruto para Mi pueblo Israel; porque pronto vendrán. Pues Yo estoy por ustedes y me volveré a ustedes, y serán labrados y sembrados. 10 Multiplicaré los hombres en ustedes, toda la casa de Israel, toda ella; y las ciudades serán habitadas, y las ruinas reedificadas. 11 Multiplicaré en ustedes hombres y animales; se multiplicarán y serán fecundos. Haré que sean habitados como lo fueron anteriormente y los trataré mejor que al principio. Así ustedes sabrán que Yo soy el SEÑOR. 12 Sí, haré que hombres anden sobre el territorio de ustedes (Mi pueblo Israel). Ellos tomarán posesión de ti, y serás su heredad, y nunca más les privarás de sus hijos”.

13 ’Así dice el Señor DIOS: “Porque te dicen: ‘Eres devoradora de hombres y has privado de hijos a tu nación’, 14 por tanto, ya no devorarás hombres y ya no privarás de hijos a tu nación”, declara el Señor DIOS. 15 Y nunca más te haré oír el ultraje de las naciones, ni soportarás más los insultos de los pueblos, ni harás que tu nación tropiece más’, declara el Señor DIOS”».

16 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR: 17 «Hijo de hombre, cuando la casa de Israel habitaba en su propia tierra, ellos mismos la contaminaron con su conducta y con sus obras; como la impureza de una mujer en su menstruación fue su conducta delante de Mí. 18 Por tanto, derramé Mi furor sobre ellos por la sangre que habían derramado sobre la tierra y por haberla contaminado con sus ídolos. 19 Los esparcí entre las naciones y fueron dispersados por las tierras. Conforme a sus caminos y a sus obras los juzgué. 20 Cuando llegaron a las naciones adonde fueron, profanaron Mi santo nombre, porque de ellos se decía: “Estos son el pueblo del SEÑOR, y han salido de Su tierra”. 21 Pero Yo he tenido compasión de Mi santo nombre, que la casa de Israel había profanado entre las naciones adonde fueron.

22 »Por tanto, dile a la casa de Israel: “Así dice el Señor DIOS: ‘No es por ustedes, casa de Israel, que voy a actuar, sino por Mi santo nombre, que han profanado entre las naciones adonde fueron. 23 Vindicaré la santidad de Mi gran nombre profanado entre las naciones, el cual ustedes han profanado en medio de ellas. Entonces las naciones sabrán que Yo soy el SEÑOR’, declara el Señor DIOS, ‘cuando demuestre Mi santidad entre ustedes a la vista de ellas. 24 Porque los tomaré de las naciones, los recogeré de todas las tierras y los llevaré a su propia tierra. 25 Entonces los rociaré con agua limpia y quedarán limpios; de todas sus inmundicias y de todos sus ídolos los limpiaré.

26 ’Además, les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes; quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne. 27 Pondré dentro de ustedes Mi espíritu y haré que anden en Mis estatutos, y que cumplan cuidadosamente Mis ordenanzas. 28 Habitarán en la tierra que di a sus padres; y ustedes serán Mi pueblo y Yo seré su Dios. 29 Los libraré de todas sus inmundicias; llamaré al trigo y lo multiplicaré, y no traeré hambre sobre ustedes. 30 Y multiplicaré el fruto de los árboles y el producto del campo, para que no reciban más el oprobio del hambre entre las naciones. 31 Entonces se acordarán de sus malos caminos y de sus obras que no eran buenas, y se aborrecerán a ustedes mismos por sus iniquidades y por sus abominaciones. 32 No hago esto por ustedes’, declara el Señor DIOS, ‘sépanlo bien. Avergüéncense y abochórnense de su conducta, casa de Israel’.

33 ”Así dice el Señor DIOS: ‘En el día que Yo los limpie de todas sus iniquidades, haré que las ciudades sean habitadas y las ruinas reedificadas. 34 La tierra desolada será cultivada en vez de ser desolación a la vista de todo el que pasa. 35 Y dirán: “Esta tierra desolada se ha hecho como el huerto del Edén; y las ciudades desiertas, desoladas y arruinadas están fortificadas y habitadas”. 36 Y las naciones que quedan a su alrededor sabrán que Yo, el SEÑOR, he reedificado los lugares en ruinas y plantado lo que estaba desolado. Yo, el SEÑOR, he hablado y lo haré’.

37 ”Así dice el Señor DIOS: ‘Aún permitiré a la casa de Israel que me pida hacer esto por ellos: Multiplicar sus hombres como un rebaño. 38 Como el rebaño para los sacrificios, como el rebaño en Jerusalén en sus fiestas señaladas, así se llenarán las ciudades desiertas de rebaños de hombres. Entonces sabrán que Yo soy el SEÑOR’”».


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Salmos 86

Salmo de súplica y confianza

Oración de David.

86 Inclina, oh SEÑOR, Tu oído y respóndeme, Porque estoy afligido y necesitado. Guarda mi alma, pues soy piadoso; Tú eres mi Dios; salva a Tu siervo que en Ti confía. Ten piedad de mí, oh Señor, Porque a Ti clamo todo el día. Alegra el alma de Tu siervo, Porque a Ti, oh Señor, elevo mi alma. Pues Tú, Señor, eres bueno y perdonador, Abundante en misericordia para con todos los que te invocan. Escucha, oh SEÑOR, mi oración, Y atiende a la voz de mis súplicas. En el día de la angustia te invocaré, Porque Tú me responderás. No hay nadie como Tú entre los dioses, oh Señor, Ni hay obras como las Tuyas. Todas las naciones que Tú has hecho vendrán y adorarán delante de Ti, Señor, Y glorificarán Tu nombre. 10 Porque Tú eres grande y haces maravillas; Solo Tú eres Dios.

11 Enséñame, oh SEÑOR, Tu camino; Andaré en Tu verdad; Unifica mi corazón para que tema Tu nombre. 12 Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón, Y glorificaré Tu nombre para siempre. 13 Porque grande es Tu misericordia para conmigo, Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.

14 Oh Dios, los arrogantes se han levantado contra mí, Y una banda de violentos ha buscado mi vida, Y no te han tenido en cuenta. 15 Pero Tú, Señor, eres un Dios compasivo y lleno de piedad, Lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad. 16 Vuélvete hacia mí, y tenme piedad; Da Tu poder a Tu siervo, Y salva al hijo de Tu sierva. 17 Muéstrame una señal de bondad, Para que la vean los que me aborrecen y se avergüencen, Porque Tú, oh SEÑOR, me has ayudado y consolado.

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