¿Quién fue el profeta Sofonías y qué aprendemos de él?

El profeta Sofonías, cuyo nombre significa «el Señor oculta o protege»,1 vivió en el tiempo de Josías, rey de Judá (640-609 a. C.). Como dato inusual entre los así llamados «profetas menores» en la Biblia, Sofonías registra su ascendencia, la cual lo vincula a Ezequías, rey de Judá (716-687 a. C.; cp 1:1).

¿Quién fue en verdad este profeta y qué podemos aprender de su vida?

El panorama de la época

El pasaje de 2 de Reyes 22:1-2 sirve de ayuda para comprender el contexto histórico en los tiempos de Josías y del profeta Sofonías.

Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar, y reinó treinta y un años en Jerusalén. El nombre de su madre era Jedida, hija de Adaía, de Boscat. Hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR y anduvo en todo el camino de su padre David; no se apartó ni a la derecha ni a la izquierda.

Josías hizo lo correcto delante de Dios y promovió una especie de avivamiento espiritual en el pueblo judío, motivado por el descubrimiento del libro de la ley en el templo y que había sido olvidado por el pueblo (2 R 22:8).

Como mencioné, Josías gobernó Judá entre 640-609 a. C. aproximadamente. Esto coloca a Sofonías como contemporáneo del profeta Jeremías (quien vivió antes, durante y después de la caída de Jerusalén en 586 a. C.).

Se ha argumentado que para la época de Josías —antes del descubrimiento de la ley— se conservaban solo los escritos de Habacuc y Nahúm, aunque sus profecías estaban dirigidas esencialmente contra naciones vecinas, mientras que durante el régimen de Manasés, considerado un rey malo que antecedió a Sofonías, no había actividad profética. Sin embargo, con Sofonías se produjo un resurgimiento del testimonio profético, que anunciaba un juicio sobre Judá.2

Dos etapas importantes se pueden identificar en la vida de este profeta. La primera es una etapa de avivamiento espiritual entre el pueblo en tiempos del rey Josías, para el cual es muy probable que Sofonías haya sido una pieza clave.

Sin embargo, esta experiencia espiritual solo duró una temporada y el pueblo volvió a sus caminos malos. En estas condiciones, el Señor envía de nuevo a Sofonías para profetizar tanto en contra de Judá como de las naciones circundantes, dando lugar a una segunda etapa de avivamiento espiritual y reforma bíblica.

El impacto de cinco décadas de sincretismo religioso y pecado bajo el régimen de Manasés impregnaron el corazón del pueblo de Judá y forjaron a generaciones enteras (697-642 a. C.; 2 R 21:116).

El pecado y la maldad generan un estado de confusión. Sin embargo, cuando miramos al Cristo crucificado y resucitado, la luz de la esperanza se renueva

El intento de reforma por parte de Josías mostró poco resultado cuando era claro que, aunque las prácticas religiosas de los israelitas aparentemente cambiaron para bien, sus corazones seguían en la misma condición pecaminosa.

Sofonías escribió para iniciar cambios en Judá. Acusó a los israelitas de mantener oficiales corruptos y continuar su rebelión obstinada contra Dios (1:4; 3:1-4). Además, instruyó a los fieles, incentivándolos a buscar al Señor de manera que fueran librados de los efectos del juicio que vendría (2:1-3).

El día del Señor

«Juicio» y «restauración» constituyen dos factores esenciales en el concepto del día del Señor en el libro de Sofonías, lo que puede ser observado claramente en los pasajes claves del libro (p. ej., 1:14-15; 2:3).

En el tercer y último capítulo de este libro, el profeta anticipa la conversión de la nación y su restauración final (3:9-13). Bajo el gobierno justo del Señor, Israel participa de los beneficios de los pactos bíblicos.

En el Nuevo Testamento, el día del Señor es asociado inicialmente al retorno de Cristo. De hecho, hay eruditos que opinan que el mismo Jesús se refiere a la profecía de Sofonías en un par de ocasiones (Mt 13:41, cp. Sof 1:3Mt 24:29, cp. Sof 1:15).3 Ambos pasajes que hablan sobre el tema del día del Señor están asociados en el Nuevo Testamento con el retorno de Cristo.

Sin embargo, debemos admitir que no encontramos indicación directa del Mesías en el libro de Sofonías. No obstante, a la luz del resto de la Biblia es claro que Él es Aquel que cumplirá las grandes promesas que se pronuncian (3:9-20).4 Él reunirá a Su pueblo en una victoria gozosa (3:15).

Lecciones que aprendemos de Sofonías

1) Cristo regresará y juzgará en el día del Señor

El libro de Sofonías nos apunta a la verdad de que, aunque algunos desechen la idea, el Rey volverá con mano fuerte. Mucho tiempo después, Pedro advierte a los cristianos que en los últimos tiempos habrá personas que, por desconocimiento del carácter de Dios y de Su Palabra, harán burla del regreso de Cristo. No obstante, declara que «el día del Señor vendrá» y veremos su cumplimiento (2 P‬ ‭3‬:‭10‬).

2) Busquemos al Señor

Sofonías nos recuerda que estos son días que nos demandan una búsqueda especial del Señor. La convocatoria de Sofonías a los residentes de Judá debe impactarnos con sobriedad y movernos a la acción: «Busquen al SEÑOR» ‭‭(2‬:‭3a‬).

Es imposible llegar a la cama al final del día sin la carga que produce la situación del mundo actual. El pecado y la maldad generan naturalmente un estado de confusión. Sin embargo, cuando miramos al Cristo crucificado y resucitado, la luz de la esperanza se renueva.

Pongamos nuestra vista en Aquel que es justicia y esperanza viviente para el pecador arrepentido.

1. Bruce Wilkinson y Kenneth D. Boa, Talk Thru the Bible: A Quick Guide to Help You Get More Out of the Bible (Nashville: Thomas Nelson, 1983), p. 277. 
2. Andrew E. Hill y John H. Walton, A Survey of the Old Testament (Grand Rapids, Mich: Zondervan Academic, 2009), p. 670. 
3. Wilkinson y Boa, Talk Thru the Bible, p. 279. 
4. Ibíd. 

Leo Meyer es esposo de Masi Meyer, y padre de Mia y Zac. Nació en Santo Domingo, República Dominicana. Actualmente cursa su maestría en divinidad en el Southern Baptist Theological Seminary. Vive en Louisville, Kentucky, y sirve en la Iglesia Highview en español.

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