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Lectura de Hoy

02-10-2024

DEVOCIONAL

Devocional: Efesios 2

A muchos cristianos se les enseña a memorizar Efesios 2:8-9: “Porque por gracia habéis sido salvados mediante la fe; esto no procede de vosotros, sino que es el regalo de Dios, 9 no por obras, para que nadie se jacte”. Ciertamente, estas líneas expresan unas verdades maravillosas. Pero quiero centrarme en algunas de las cosas que dice Pablo en los versículos cercanos.

(1) Antes de nuestra conversión, estábamos, como los efesios, muertos en nuestros “transgresiones y pecados” (2:1), debido a nuestra adicción a la transgresión y al pecado, por nuestra costumbre de seguir los caminos del mundo (2:2), porque hemos sido engañados por el diablo (2:2) a la vez que estamos comprometidos con satisfacer los deseos y pensamientos de nuestra naturaleza pecaminosa (2:3), sencillamente no teníamos manera de responder de manera positiva al evangelio. Peor aún, nuestra trágica incapacidad era moral: “Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios” (2:3). No había esperanza alguna para nosotros a menos que Dios mismo interviniera y produjera vida donde sólo había muerte, mostrara misericordia donde su propia justicia exigía la ira.

(2) Esto es lo que hizo Dios mientras aún estábamos muertos, por su gran amor hacia nosotros: “Dios, que es rico en misericordia, nos dio vida con Cristo” (2:4-5). Esto fue por pura gracia: ciertamente, no podíamos ayudarnos a nosotros mismos, pues estábamos “muertos” (2:5).

(3) De hecho, Dios nos une de tal manera a Cristo que, ante sus ojos, ya hemos sido levantados con él y estamos sentados “en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (2:6). Dios ha efectuado estos pasos “para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús” (2:7). De manera que nuestra máxima esperanza y expectativa es lo que todavía nos espera. Ningún cristiano puede ser estable sin ver y valorar esta perspectiva del futuro.

(4) En este momento, Pablo acentúa la absoluta gracia del don de la salvación, un regalo recibido por fe que, en sí mismo, es don de Dios y que es independiente de cualquier obra que podamos ejecutar; porque, si pudiéramos, nos jactaríamos de ellas.

(5)Ahora bien, nada de esto significa que continuamos viviendo como lo hacíamos antes: muertos en delitos, siguiendo nuestros propios deseos y pensamientos. Todo lo contrario: los que hemos recibido la gracia de Dios y la fe para aceptarla, somos “hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (2:10). Nadie puede disfrutar de la gracia salvadora sin que luego lleve a cabo buenas obras, de la misma manera que nadie puede experimentar la gracia salvadora sin conocer las incomparables riquezas que nos esperan en la era por venir. ¡Esta gran salvación es un compendio estupendo!


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen I, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2013. Usado con permiso.

Devocional: Ezequiel 35

Podríamos preguntarnos por qué se denuncia especialmente a Edom en Ezequiel 35. ¿No pertenece este material a los capítulos 25-32? ¿No debería encontrarse junto a la breve acusación contra esa misma nación en 25:12-14? La solución más fácil es suponer que este pasaje se insertase en el texto más adelante (algunos críticos así lo afirman). Sin embargo, eso pondría en duda la capacidad de quien lo hiciese. Además, si podemos hallar razones de por qué la ubicación de este capítulo resulta lógica, también se entenderá que se encuentre aquí en el texto original.

En cuanto a su forma, Ezequiel 35 mantiene algo de la estructura de las denuncias del capítulo 34: “porque… por tanto” (p. ej., 35:5-6, 10-11). Más importante aún es que Edom era un caso especial entre todas las naciones vecinas. Los edomitas eran descendientes de Esaú y la vieja rivalidad entre este y Jacob siguió existiendo entre Israel y Edom, dos naciones de familiares divididos por una antipatía común. No se menciona a Edom por su nombre en este capítulo; se hace referencia en su lugar a la montaña de Seír (35:2), es decir, el monte situado al este del Arabá, el valle que se extiende hacia el sur desde el Mar Muerto. Allí se inició su “enemistad perpetua” (35:5). Sin embargo, las referencias a la sangre y la muerte en este capítulo (en hebreo, dam) pueden constituir un juego de palabras intencionado con la no mencionada Edom, como una forma de señalar que su despreciable traición era mucho más repugnante por el grado de parentesco que mantenía con Israel. Cuando Jerusalén estaba al borde del colapso, Edom esperaba poder aprovecharse de la destrucción de “las dos naciones” (35:10, Israel y Judá) para ampliar su territorio. Probablemente, ofrecieron apoyo a Nabucodonosor a cambio de tierra. Sobre todo, su regodeo sobre los rivales caídos (35:12-15) es, bajo la perspectiva de Dios, un desafío contra él: “A pesar de que el Señor viva allí, las dos naciones y los dos territorios serán míos” (35:10); Dios advierte: “Me has desafiado con arrogancia e insolencia, y te he escuchado” (35:13). De hecho, parte de la restauración de los exiliados israelitas a su tierra implicará hacerla más segura para ellos: debe librarse de “las bestias feroces” (34:25) que la han asolado. Si se está haciendo una alusión sutil a las tribus de los alrededores que intentaban establecerse allí, esta profecía sobre la destrucción de Edom está convenientemente colocada aquí (véase también la meditación de mañana).

Así pues, además de las advertencias implícitas contra el rencor enconado y las venganzas familiares, este capítu


Este devocional es un extracto de Por amor a Dios, Volumen II, por Donald A. Carson © Andamio Editorial, 2016. Usado con permiso.

1 Reyes 4–5

Oficiales del gobierno de Salomón

4 El rey Salomón fue rey sobre todo Israel, y estos eran sus oficiales: Azarías, hijo de Sadoc, era el sacerdote; Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, eran secretarios; Josafat, hijo de Ahilud, era el cronista; Benaía, hijo de Joiada, estaba sobre el ejército; y Sadoc y Abiatar eran sacerdotes; Azarías, hijo de Natán, estaba sobre los oficiales; y Zabud, hijo de Natán, un sacerdote, era amigo del rey; Ahisar, era el mayordomo; y Adoniram, hijo de Abda, estaba sobre los hombres que hacían trabajos forzados.

Salomón tenía doce oficiales sobre todo Israel, los cuales abastecían al rey y a su casa. Cada uno tenía que hacerlo un mes en el año. Y estos son sus nombres: Ben Hur, en la región montañosa de Efraín; Ben Decar en Macaz, en Saalbim, en Bet Semes y en Elón Bet Hanán; 10 Ben Hesed en Arubot (de él eran Soco y toda la tierra de Hefer); 11 Ben Abinadab, en toda la altura de Dor (Tafat, hija de Salomón, era su mujer); 12 Baana, hijo de Ahilud, en Taanac y Meguido y todo Bet Seán, que está junto a Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet Seán hasta Abel Mehola, hasta el otro lado de Jocmeam;

13 Ben Geber en Ramot de Galaad (las aldeas de Jair, hijo de Manasés, que están en Galaad eran de él: la región de Argob que está en Basán, sesenta ciudades grandes con muros y cerrojos de bronce eran de él); 14 Ahinadab, hijo de Iddo, en Mahanaim; 15 Ahimaas en Neftalí (también se casó con Basemat, hija de Salomón); 16 Baana, hijo de Husai, en Aser y Bealot; 17 Josafat, hijo de Parúa, en Isacar; 18 Simei, hijo de Ela, en Benjamín; 19 Geber, hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la región de Sehón, rey de los amorreos, y de Og, rey de Basán; él era el único gobernador que estaba en aquella tierra.

20 Judá e Israel eran tan numerosos como la arena que está en abundancia a la orilla del mar; comían, bebían y se alegraban.

Poder, riqueza y sabiduría de Salomón

21 Salomón gobernaba todos los reinos desde el Río hasta la tierra de los filisteos y hasta la frontera de Egipto. Ellos trajeron tributo y sirvieron a Salomón todos los días de su vida. 22 La provisión de Salomón para un día era de 30 coros (6,600 litros) de flor de harina y 60 coros (13,200 litros) de harina, 23 diez bueyes cebados, veinte bueyes de pasto y cien ovejas, sin contar los ciervos, gacelas, corzos y aves cebadas. 24 Porque Salomón tenía dominio sobre todos los reinos al oeste del Río, desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los reyes al oeste del Río; y tuvo paz por todos lados a su alrededor. 25 Y Judá e Israel vivieron seguros, cada uno bajo su parra y bajo su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.

26 Salomón tenía 40,000 establos de caballos para sus carros y 12,000 jinetes. 27 Y los gobernadores abastecían, cada uno un mes, al rey Salomón y a todos los que venían a la mesa del rey Salomón. No dejaban que faltara nada. 28 También llevaban, cada uno según su obligación, cebada y paja para los caballos de tiro y los corceles al lugar donde debieran estar.

29 Dios dio a Salomón sabiduría, gran discernimiento y amplitud de corazón como la arena que está a la orilla del mar. 30 Y la sabiduría de Salomón sobrepasó la sabiduría de todos los hijos del oriente y toda la sabiduría de Egipto. 31 Porque era más sabio que todos los hombres, más que Etán el ezraíta, Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y su fama fue conocida por todas las naciones de alrededor. 32 También pronunció 3,000 proverbios, y sus cantares fueron 1,005. 33 Disertó sobre los árboles, desde el cedro que está en el Líbano hasta el hisopo que crece en la pared. También habló de ganados, aves, reptiles y peces. 34 Y venían de todos los pueblos para oír la sabiduría de Salomón, de parte de todos los reyes de la tierra que habían oído de su sabiduría.

Pacto de Salomón con Hiram

5 Hiram, rey de Tiro, envió sus siervos a Salomón, cuando oyó que lo habían ungido rey en lugar de su padre, pues Hiram siempre había sido amigo de David. Entonces Salomón envió a decir a Hiram: «Tú sabes que mi padre David no pudo edificar una casa al nombre del SEÑOR su Dios a causa de las guerras en que se vio envuelto, hasta que el SEÑOR puso a sus enemigos bajo las plantas de sus pies. Pero ahora el SEÑOR mi Dios me ha dado paz por todas partes; no hay adversario ni calamidad. Por tanto, pienso edificar una casa al nombre del SEÑOR mi Dios, como el SEÑOR habló a mi padre David: “Tu hijo, a quien pondré sobre el trono en tu lugar, él edificará la casa a Mi nombre”.

»Ahora pues, ordena que me corten cedros del Líbano, y mis siervos estarán con tus siervos. Te daré salarios para tus siervos conforme a todo lo que tú digas, pues sabes que no hay nadie entre nosotros que sepa labrar madera como los sidonios».

Cuando Hiram oyó las palabras de Salomón, se alegró mucho y dijo: «Bendito sea hoy el SEÑOR, que ha dado a David un hijo sabio sobre este pueblo tan numeroso». Y envió Hiram respuesta a Salomón: «He oído el mensaje que me enviaste; haré lo que tú quieras en cuanto a las maderas de cedro y de ciprés. Mis siervos las bajarán desde el Líbano hasta el mar; y haré de ellas balsas para ir por mar hasta el lugar adonde me indiques, y allí haré que las desaten y tú te las llevarás. Entonces cumplirás mi deseo dando alimento a mi casa».

10 Así Hiram dio a Salomón todo lo que deseaba de las maderas de cedro y de ciprés. 11 Y Salomón le daba a Hiram 20,000 coros (4.4 millones de litros) de trigo como alimento para su casa, y 20 coros (4,400 litros) de aceite batido. Esto daba Salomón a Hiram año tras año. 12 El SEÑOR dio sabiduría a Salomón, tal como le había prometido, y hubo paz entre Hiram y Salomón, y los dos hicieron un pacto.

Construcción del templo

13 El rey Salomón impuso una leva a todo Israel, y la leva fue de 30,000 hombres. 14 Y los envió al Líbano, en relevos de 10,000 cada mes; y se quedaban un mes en el Líbano y dos meses en su casa. Adoniram estaba al frente de la leva. 15 Salomón tenía 70,000 hombres que llevaban las cargas, y 80,000 canteros en las montañas, 16 además de los 3,300 oficiales de Salomón que estaban al frente de la obra y que gobernaban la gente que hacía el trabajo.

17 Entonces el rey dio órdenes, y sacaron grandes piedras, piedras costosas, para echar los cimientos de la casa con piedras labradas. 18 Y los constructores de Salomón, los constructores de Hiram y los giblitas cortaron y prepararon las maderas y las piedras para edificar la casa.


Nueva Biblia de las Américas Copyright © 2005 por The Lockman Foundation, La Habra, California. Todos los derechos reservados. Para más información, visita www.exploranbla.com

Efesios 2

De muerte a vida por Cristo

2 Y Él les dio vida a ustedes, que estaban muertos en sus delitos y pecados, en los cuales anduvieron en otro tiempo según la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia. Entre ellos también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en las pasiones de nuestra carne, satisfaciendo los deseos de la carne y de la mente, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia ustedes han sido salvados), y con Él nos resucitó y con Él nos sentó en los lugares celestiales en Cristo Jesús, a fin de poder mostrar en los siglos venideros las sobreabundantes riquezas de Su gracia por Su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.

Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. 10 Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.

En Cristo hay paz y unidad

11 Por tanto, recuerden que en otro tiempo, ustedes los gentiles en la carne, que son llamados «Incircuncisión» por la tal llamada «Circuncisión», hecha en la carne por manos humanas, 12 recuerden que en ese tiempo ustedes estaban separados de Cristo, excluidos de la ciudadanía de Israel, extraños a los pactos de la promesa, sin tener esperanza y sin Dios en el mundo. 13 Pero ahora en Cristo Jesús, ustedes, que en otro tiempo estaban lejos, han sido acercados por la sangre de Cristo.

14 Porque Él mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, 15 poniendo fin a la enemistad en Su carne, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Él mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz, 16 y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad. 17 Y VINO Y ANUNCIÓ PAZ A USTEDES QUE ESTABAN LEJOS, Y PAZ A LOS QUE ESTABAN CERCA. 18 Porque por medio de Cristo los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu.

19 Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios. 20 Están edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, 21 en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor. 22 En Cristo también ustedes son juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu.


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Ezequiel 35

Profecía contra Edom

35 Y vino a mí la palabra del SEÑOR: «Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el monte Seir, y profetiza contra él, y dile: “Así dice el Señor DIOS:

‘Yo estoy contra ti, monte Seir, Extenderé Mi mano contra ti, Y te convertiré en desolación y en soledad. -’Dejaré en ruinas tus ciudades, Y serás convertida en desolación; Y sabrás que Yo soy el SEÑOR.

Por cuanto tuviste enemistad perpetua y entregaste a los israelitas al poder de la espada en el tiempo de su calamidad, en el tiempo del castigo final, por tanto, vivo Yo’, declara el Señor DIOS, ‘que a sangre te entregaré y la sangre te perseguirá. Ya que no has odiado el derramamiento de sangre, la sangre te perseguirá. Haré del monte Seir un desierto y una desolación, y cortaré de él al que vaya y al que venga. Y llenaré sus montes de sus muertos. En tus colinas y en tus valles y en todas tus barrancas caerán los muertos a espada. Te haré una desolación perpetua, y tus ciudades no serán habitadas. Entonces ustedes sabrán que Yo soy el SEÑOR.

10 ’Por cuanto has dicho: “Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y las poseeremos”, aunque el SEÑOR estaba allí. 11 Por tanto, vivo Yo’, declara el Señor DIOS, ‘haré contigo conforme a tu ira y conforme al celo que mostraste a causa de tu odio contra ellos, y me haré conocer entre ellos cuando te juzgue. 12 Entonces sabrás que Yo, el SEÑOR, he oído todas las injurias que has hablado contra los montes de Israel, diciendo: “Están desolados; nos han sido dados para alimento”. 13 Con arrogancia ustedes han hablado contra Mí y han multiplicado sus palabras contra Mí; Yo lo he oído’. 14 Así dice el Señor DIOS: ‘Para alegría de toda la tierra, Yo haré de ti una desolación. 15 Como te alegraste sobre la heredad de la casa de Israel porque fue asolada, así te haré Yo a ti. Serás una desolación, monte Seir, y todo Edom, todo él. Entonces sabrán que Yo soy el SEÑOR’”.


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Salmos 85

Oración pidiendo misericordia para la nación

Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré.

85 Oh SEÑOR, Tú mostraste favor a Tu tierra,
Cambiaste la cautividad de Jacob.
Perdonaste la iniquidad de Tu pueblo,
Cubriste todo su pecado. (Selah)
Retiraste toda Tu furia,
Te apartaste del ardor de Tu ira.
Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación,
Haz cesar Tu indignación contra nosotros.
¿Estarás enojado con nosotros para siempre?
¿Prolongarás Tu ira de generación en generación?
¿No volverás a darnos vida
Para que Tu pueblo se regocije en Ti?
Muéstranos, oh SEÑOR, Tu misericordia,
Y danos Tu salvación.
Escucharé lo que dirá Dios el SEÑOR,
Porque hablará paz a Su pueblo, a Sus santos;
Pero que no vuelvan ellos a la insensatez.
Ciertamente cercana está Su salvación para los que le temen,
Para que more Su gloria en nuestra tierra.
10 La misericordia y la verdad se han encontrado,
La justicia y la paz se han besado.
11 La verdad brota de la tierra,
Y la justicia mira desde los cielos.
12 Ciertamente el SEÑOR dará lo que es bueno,
Y nuestra tierra dará su fruto.
13 La justicia irá delante de Él
Y pondrá por camino Sus pasos.


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