La teología del pacto es una manera de leer la Biblia que trata de explicar la trama de las Escrituras, mostrando cómo las diversas partes de la Biblia se integran en una unidad que presenta un solo mensaje de salvación por la fe en Jesús.
La teología del pacto pretende resumir la enseñanza de toda la Biblia con el concepto de pacto. Un pacto es un acuerdo formal entre dos o más personas que establece y define los límites de la relación. La teología del pacto sostiene que Dios toma la iniciativa de relacionarse con el ser humano siempre por medio de pactos. También sostiene que existe cierta continuidad entre varios de estos pactos, y que reconocer esta continuidad nos ayuda a entender el mensaje principal de la Biblia.
La teología del pacto es una manera de leer la Biblia que trata de explicar la trama de las Escrituras, mostrando cómo las diversas partes de la Biblia se integran en una unidad que presenta un solo mensaje de salvación por la fe en Jesús.
La base bíblica
"La teología del pacto es una manera de leer la Biblia que trata de explicar la trama de las Escrituras, mostrando cómo las diversas partes de la Biblia se integran en una unidad que presenta un solo mensaje de salvación por la fe en Jesús."
Se habla mucho de los pactos en la Biblia. Comenzando en Génesis, pronto encuentras la palabra pacto. Dios establece un pacto con Noé (6-9), luego con Abraham (12-17). Seguimos leyendo en el Pentateuco y vemos que Dios entra en pacto con Israel en Sinaí bajo la mediación de Moisés (Éx. 19-24). Más adelante leemos acerca del pacto con David (2 S. 7; ver Sal. 89:3-4), y cuando llegamos al NT (y antes también) leemos acerca del nuevo pacto. La teología del pacto parte de estos pactos registrados en el relato bíblico.
Los teólogos del pacto suelen ver un pacto en Edén antes de la caída de Adán. Los primeros capítulos de Génesis no usan la palabra pacto para hablar de la relación entre Dios y Adán, pero hay varios indicios de que podía haber sido uno. Este pacto parece mencionarse en Os. 6:7: “mas ellos, como Adán, han transgredido el pacto”.
Estos datos bíblicos parecen indicar que Dios siempre se relaciona con el ser humano por medio de pactos. Por medio de los pactos, Dios comunica lo que espera de su pueblo, les ofrece y promete bendición, estipula consecuencias por la desobediencia, y especifica la manera de recibir la bendición (si por la fe o por la obediencia). Otro aspecto clave de los pactos bíblicos es el siguiente: suele haber representación; es decir, Dios trata con una sola persona en representación de los demás. Existe una solidaridad entre el pueblo y el representante. Un ejemplo es el trato de Dios con el pueblo de Israel y sus reyes. Si el rey obedecía, el pueblo disfrutaba de bendición. Por el contrario, si el rey desobedecía, el pueblo sufría las consecuencias.
Los tres pactos
La teología del pacto es una doctrina sistemática, en el sentido de ser una síntesis de los datos bíblicos relacionados con estos pactos que acabamos de mencionar. Una forma en la que la teología del pacto resume los tratos de Dios con su pueblo es según tres pactos: el de las obras, el de gracia, y el de la redención.
Pacto de las obras
Dios entró en un pacto condicional con Adán en el cual este tenía que obedecerle en el jardín para evitar la muerte y ser confirmado para siempre en justicia. Adán era el representante de la raza humana, de modo que, cuando desobedeció, Dios consideró a todo ser humano culpable. Romanos 5 dice que el pecado entró en el mundo y se extendió no debido a la desobediencia de cada ser humano, sino —de acuerdo a Pablo, inspirado por Dios— a la culpa a un individuo: Adán. Todos sufrimos las consecuencias de su pecado porque fue nuestro representante en el pacto de las obras.
Pacto de la gracia
Se suele explicar que este pacto entra en vigor a partir de Génesis 3:15 (la maldición de la serpiente). Este pacto establece la manera en que Dios salva a su pueblo: por gracia por medio de la fe en el mediador, que es el Cristo. Se argumenta (aunque con matices y diferencias, según el teólogo) que los pactos sucesivos en la Biblia incluyen y revelan este principio de salvación por gracia por medio de la fe. Esta continuidad se resume en el pacto de la gracia.
Pacto de la redención
El pacto de gracia se ejecuta en la historia humana, pero antes, en la eternidad, el Padre, el Hijo, y el Espíritu ya habían establecido un acuerdo según el cual el Padre le prometió un pueblo como herencia, del cual el Hijo sería cabeza y redentor. El Hijo, por su parte, voluntariamente decidió tomar el lugar de este pueblo en su vida encarnada y en su muerte. Y el Espíritu se comprometió a aplicar las bendiciones ganadas por Cristo a todo el pueblo. Este pacto encuentra apoyo bíblico, por ejemplo, en los salmos mesiánicos, en el lenguaje de Jesús cuando habla de la necesidad que tiene de cumplir la voluntad de su Padre, y en Efesios capítulo uno donde se habla de los roles de cada persona de la Trinidad en la redención.
"En la eternidad el Padre y el Hijo ya habían establecido un acuerdo según el cual el Padre le prometió un pueblo como herencia, del cual el Hijo sería cabeza y redentor."
Proponentes históricos y modernos
Este resumen que acabamos de dar es general, y diferentes personas desarrollan la teología del pacto de diversas maneras. Lo que tienen en común, no obstante, es el postulado de que Dios siempre se relaciona con el ser humano por medio de pactos, y también el ver cierta continuidad entre los tratos pactuales de Dios, sobre todo en la manera en que el ser humano
se salva.
Hay teólogos antiguos que perciben continuidad entre los pactos bíblicos, como Ireneo (siglo II). No obstante, la teología del pacto recibe mayor desarrollo y énfasis a partir de la Reforma.
Representantes de esta teología incluyen a Zuinglio y Calvino (siglo XVI). La teología del pacto fue detallada mucho más en los escritos de teólogos como Cocceius, Witsius (siglo XVII); Hodge, Warfield (XIX); Berkhof, Murray, Kline (siglo XX); Grudem, Horton (actuales). Las grandes confesiones de la Reforma también reflejan esta teología.
Puntos fuertes de la teología del pacto
Base textual
La teología del pacto tiene una base textual muy clara en la abundancia de lenguaje pactual en la Biblia. La palabra pacto aparece en el Antiguo Testamento unas 275 veces, y unas 33 en el Nuevo. Esta repetición parece indicar que es un tema realmente destacado y digno de usarse como clave para leer e interpretar la Biblia.
Un solo plan de salvación
Explica la continuidad del plan de salvación por la fe en las promesas, y la provisión de Dios desde Génesis 3 hasta Apocalipsis.
Un solo pueblo
Este es de los puntos más controvertidos de la teología del pacto, que postula un solo pueblo de Dios a lo largo de la historia, aun con diferencias en sus leyes, instituciones, e integrantes bajo diferentes administraciones pactuales. Esto parece hacer justicia a Pablo cuando dice que los que tienen fe son hijos de Abraham (Gál. 3) y a Pedro cuando describe la iglesia usando el lenguaje que antes se aplicaba a Israel, como «real sacerdocio» y «nación santa» (1 P. 2:9). La teología del pacto afirma una continuidad no solo en el mensaje de salvación, sino en el pueblo que Dios está salvando.
Representación
La teología del pacto también trata de iluminar la importancia de la representación en la salvación, sobre todo el rol del mediador que muere en lugar del pueblo. Si Adán pecó en lugar de toda la humanidad, Cristo obedeció en lugar de su pueblo. Nos ayuda también a entender la muerte de Jesús. ¿Por qué muere Jesús? Muere bajo la maldición del pacto de obras que de otra manera le tocaría al ser humano por su pecado. También obedece y cumple en lugar de su pueblo, de modo que Dios los puede tomar por justos. Esta figura de representante y mediador se entiende muy bien según las categorías de la teología del pacto.
Seguridad
La seguridad de salvación del creyente, según la teología del pacto, descansa en las promesas solemnes de Dios expresadas en los pactos. Resulta ser un fundamento firme porque Dios jura por sí mismo que sus promesas se cumplirán.
Posibles puntos de crítica
¿Falta de base bíblica?
Aunque la palabra pacto aparece muchas veces en la Biblia, lo cierto es que la Biblia no menciona ni el pacto de la gracia, ni el de la redención, y muchos creen que tampoco el de obras. Son deducciones, según algunos, sin base bíblica.
¿No propone demasiada continuidad entre los pactos?
Algunos argumentan que la teología del pacto propone demasiada continuidad entre los tratos de Dios con su pueblo en una época y en otra. Por ejemplo, el debate entre bautistas y presbiterianos acerca del bautismo de infantes tiene que ver precisamente con el tema de la continuidad entre los pactos: los presbiterianos dicen que los hijos de creyentes se incluyen en la comunidad del pacto porque así fue con Abraham y con el pueblo de Israel, ambos partícipes del mismo pacto de gracia del cual participa la iglesia del nuevo pacto. Los bautistas que se consideran teólogos del pacto (y los hay) responden que el pacto de la gracia no incluye necesariamente los hijos de creyentes, a no ser que estos también respondan en fe.
Conclusión
Para saber más sobre la teología del pacto, se puede leer los resúmenes de la doctrina del pacto en manuales de teología sistemática como los siguientes:
– En castellano:
L. Berkhof, Teología sistemática.
W. Grudem, Teología sistemática: Una introducción a la doctrina bíblica.
– En inglés:
M. Horton, The Christian Faith: A Systematic Theology for Pilgrims on the Way.
J. Frame, Systematic Theology: An Introduction to Christian Belief.
Matthew Leighton (MDiv, ThD) es profesor y decano de estudiantes en la Facultad de Teología Internacional IBSTE, cerca de Barcelona. También es anciano en la Església Evangèlica de Vilassar de Mar. Él y su esposa, Núria, tienen cinco hijos.