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«Cada día con Jesús no es más dulce que el anterior».
Este es un pensamiento de John Piper que me ha ayudado a entender la importancia de leer y meditar en las Escrituras. Sin embargo, luce deprimente a primera vista. ¿No te parece contraria a una frase inspiradora y digna de ser compartida en Instagram junto a un paisaje hermoso? Pero Piper explica que esto «lo sabemos por experiencia y lo sabemos por las Escrituras».
Por ejemplo, David canta que él era restaurado, avivado, por la Palabra de Dios (Sal 19:7). «Si cada día con Jesús fuera más dulce que el día anterior, si la vida fuera una ascensión firme sin pendientes en nuestro amor a Dios, no necesitaríamos ser avivados» (Sed de Dios, 147). Es por eso que, al igual que David, necesitamos la Escritura para ser fortalecidos una y otra vez en el Dios que nos ama.
Necesitamos profundizar en la Biblia para que nuestra fe pueda mantenerse firme cuando todo a nuestro alrededor parece venirse abajo. También la necesitamos para estar avivados para Dios en nuestros mejores días, cuando somos tentados a olvidarnos de Él porque estamos en alguna temporada de paz.
De hecho, cuanto más conozcamos y guardemos la Palabra, más discernimiento tendremos para enfrentar tantas otras voces que compiten por nuestra atención, más sabios seremos para responder a las mentiras que en nuestros días se levantan contra la verdad y más fruto daremos en nuestra generación para la gloria de nuestro Dios.
Los beneficios de profundizar en la Biblia son tan inagotables como las misericordias de nuestro Dios. Es por eso que en Noticias de lo Alto queremos invitarte a leer la Biblia junto a nosotros durante el 2024.
Esto es lo que necesitas saber al respecto:
Todos los días podrás acceder a esta página: leyendo-la-biblia. Allí tendrás las lecturas bíblicas diarias (incluyendo el Nuevo Testamento en audio).
Una vez más, seguiremos el clásico plan de lectura de Robert Murray M’Cheyne (1813-1843), el cual nos ayudará a leer la Biblia en un año (incluyendo el Nuevo Testamento y los Salmos dos veces).
Es cierto que cada día con Jesús no siempre es más dulce que el anterior. ¡Que esta verdad nos lleve entonces a atesorar más las Escrituras! Ellas son «más dulces que la miel y que el destilar del panal» (Sal 19:10). La Biblia es lo que endulza nuestro caminar. Al igual que David, meditemos en ella para ser avivados por el Dios que satisface nuestros corazones.
Franklin Mirabal, es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central de la ciudad de Higüey, República Dominicana.
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