Vida Cristiana

¿Cómo saber cuándo es tiempo de renunciar a mi trabajo?

Durante varios años mi trabajo ha consistido en llevar a cabo entrevistas laborales. En cada reunión, una pregunta es inevitable: «¿Cuál es la razón de buscar un cambio en tu empleo actual?».

Como cristianos, cada decisión que tomamos debería de ser guiada por la mano de Dios, incluyendo la decisión de cuándo es un buen tiempo para cambiar de empleo.

No creo que debamos cambiar de trabajo así como cambiamos de ropa, por lo que mi propósito con este artículo no es alentarte a que escapes ante cualquier inconveniente. En cambio, mi objetivo es ayudarte a considerar algunas circunstancias clave para abordar esta decisión con sabiduría, mientras oras al respecto, buscas el consejo de creyentes maduros en la fe dentro de tu iglesia local y examinas tu corazón y tus motivaciones.

Creo que Dios te puede estar guiando a renunciar a tu trabajo…

1. Cuando permanecer va en contra de la conciencia 

Es posible encontrarnos con situaciones en nuestros trabajos que ponen a prueba nuestra integridad. Pero como cristianos hemos sido llamados a actuar y caminar en la verdad (Ef 4:15). Cuando hacemos lo opuesto, no estamos honrando a Dios. Por eso, es importante desarrollar una conciencia robusta, ceñida a las Escrituras.

Entonces, ¿qué hacemos cuando nos vemos envueltos en escenarios laborales que van en contra de la conciencia (como informes falsos de ganancias, falta de control de calidad, evasión de impuestos, alteración de productos, falsificación de productos, plagio o robo de propiedad intelectual, abuso de poder, incumplimiento de seguridad laboral, entre otros)?

Si estás atrapado en un entorno laboral donde la ética está comprometida, es imperativo señalar la situación y, si las cosas no cambian, salir de allí

 

Si estás atrapado en un entorno laboral donde la ética está comprometida, es imperativo señalar la situación y proponer mejoras y, si las cosas no cambian, salir de allí. No es tarea sencilla. De hecho, es un acto que requiere valor, especialmente cuando la incertidumbre sobre el futuro nos abruma y la presión del entorno nubla el discernimiento.

Pero, aunque el camino de la integridad puede ser difícil, es el único camino que preserva la conciencia. La Biblia nos exhorta a guardar la fe y una buena conciencia (1 Ti 1:19). Es un error pensar que la cosmovisión cristiana opera solo cuando hacemos actividades que llamamos «cristianas» (como estudiar la Biblia o ir el domingo a la iglesia); por el contrario, debe intervenir constantemente en nuestro diario vivir, de lunes a domingo, dentro y fuera de nuestros trabajos.

Como dijo el apóstol Pedro: «Mantengan entre los gentiles una conducta irreprochable, a fin de que en aquello que les calumnian como malhechores, ellos, por razón de las buenas obras de ustedes, al considerarlas, glorifiquen a Dios en el día de la visitación» (1 P 2:12).

2. Cuando afecta de manera perjudicial la salud

Sabemos que el trabajo es duro debido a que vivimos en un mundo caído (cp. Gn 3:17-19). Sin embargo, necesitamos diferenciar cuando enfrentamos un inconveniente del que podemos salir adelante y aprender (después de todo, somos llamados a perseverar haciendo el bien, en imitación de Cristo, aún en los entornos más difíciles; cp. 1 P 2:18-25), de cuando lidiamos con algo que afecta seriamente la salud.

Lamentablemente, llevar una carga laboral excesiva —tanto física como mental— al punto de enfermarte, cada vez es menos ajeno a nuestra realidad.

Por ejemplo, un informe de la Organización Internacional del Trabajo y la Organización Mundial de la Salud destacó que el estrés relacionado con el trabajo es un problema cada vez más importante en todo el mundo.1 Este informe resalta que los riesgos psicosociales en el trabajo, incluido el estrés crónico y el burnout, afectan a un gran número de trabajadores con consecuencias significativas para la salud.

Necesitamos ser buenos mayordomos de nuestro trabajo, pero también de nuestro cuerpo y mente. Así que, si estás enfrentando alguna situación laboral que está mermando significativamente tu salud en general, te animo a que busques el consejo y la ayuda de creyentes maduros, y también puedes buscarla de manera profesional. Esto te ayudará a discernir si puedes hacer algunos cambios en tu entorno laboral para lidiar mejor con la situación que enfrentas o si es tiempo de buscar un nuevo empleo.

3. Cuando no se respetan los derechos laborales conforme a la ley

He notado un aumento en el número de hermanos en la fe que consultan si es correcto que estén trabajando sin un contrato y que se les ofrezca que, después de varios meses, quizás sean incorporados formalmente en la planilla de la empresa. Esto es incorrecto en muchos países.

Es lamentable, pero muchas empresas han optado por contratar personal ahorrando costos, en lugar de asegurar condiciones laborales. Por ejemplo, no incluyen a sus empleados en la nómina, no les proporcionan un contrato vigente ni acceso a un seguro de salud, no les dan vacaciones o licencias en casos de enfermedad y los pagos se hacen evadiendo impuestos (sin mencionar la posibilidad de que permitan algún tipo de acoso laboral).

Si Dios, en Su gracia, te dirige hacia un nuevo camino laboral o vocacional, te corresponde hacer una salida responsable y con orden

 

Es verdad que tenemos el ejemplo de nuestro Maestro de vivir en humildad y mansedumbre. Pero también debemos reconocer que no es justo permanecer en un lugar donde los derechos básicos, según lo establecido por la legislación laboral de tu país, no son respetados. Muchas veces sí es posible encontrar un mejor trabajo —donde también podremos vivir conforme el ejemplo de nuestro Maestro—, así que podemos confiar en que Dios nos puede guiar a un lugar en donde se nos dé un trato más digno por la obra de nuestras manos.

Por otro lado, es probable que tengas temor de renunciar, pues aunque tu trabajo no preste las condiciones mínimas, finalmente te proporciona un ingreso mensual necesario. Pero te aliento a orar a nuestro Dios por una salida. No hay nada incorrecto en pedir al Señor por un mejor trabajo, cuando tu intención es recta delante de Él. Recuerda que «el SEÑOR ama la justicia, / Y no abandona a Sus santos» (Sal 37:28).

4. Cuando es claro que es el tiempo de crecer laboralmente

Te pondré un ejemplo práctico:

Tienes más de cinco años en tu actual trabajo y te sientes bastante cómodo. Ya sabes cómo funciona el negocio, te conocen, te respetan, confían en ti; pero desde hace mucho tiempo ya no hay oportunidades de crecimiento, ni de algún incremento salarial, ni mucho menos un ascenso. En ocasiones piensas que podrías buscar otras oportunidades y renunciar, pero tienes dudas de no conseguir algo mejor o no tener algo tan «seguro» como lo que ya tienes, así que desistes. 

Crecer es parte inherente del ser humano; de hecho, es una buena señal de que estamos vivos. Como cristianos, deberíamos estar más familiarizados con este concepto; sin embargo, muchas veces lo limitamos.

No estoy insinuando que es malo quedarse en una empresa por muchos años; en efecto, es bueno cuando un creyente permanece por muchos años en un mismo lugar para ser de influencia duradera y glorificar a Dios desde esa plataforma.

Lo que trato de explicar es que tampoco hay nada necesariamente malo en buscar crecer profesionalmente a medida que pasa el tiempo y el Señor te abre nuevas oportunidades para esto, de tal manera que es claro para ti, y para tus hermanos en la iglesia, que Dios te está llamando a crecer laboralmente.

Esta puede ser una manera de honrar a Dios con el trabajo, y al mismo tiempo beneficiar a tu familia, a tu comunidad eclesial y a aquellos que más lo necesiten.

5. Cuando Dios te llama al ministerio a tiempo completo

Otra posibilidad es dejar tu empleo para dedicarte a tiempo completo al servicio en un ministerio cristiano, ya sea en tu iglesia local o como misionero, por ejemplo.

Como cristianos cada decisión debería de ser guiada por la mano de Dios, incluyendo la decisión de cuándo cambiar de empleo

 

Este es un llamado muy específico, pero si Dios te está guiando en esta dirección y lo confirma por medio de tu iglesia local y proveyendo el ingreso necesario, entonces renunciar a tu trabajo actual es parte de ese llamado.

Sin embargo, es importante recordar que, al igual que en cualquier otro aspecto de la vida, debes honrar a Dios y aplicar los mismos principios de integridad. No debes tomarte menos en serio tu servicio en la iglesia solo porque sea tu trabajo ministerial, para Dios no hay trabajos más sagrados que otros.

Renuncia y trabaja para la gloria de Dios

Además de todo lo mencionado, es crucial considerar si tu trabajo actual de alguna forma te apunta más a Dios o si, en cambio, te impide asistir a los servicios dominicales de tu iglesia, ha frenado alguna buena oportunidad para servir a la iglesia con tus dones o desarrollar tus disciplinas espirituales (Mt 16:24-26). Esto debe ser algo que no podemos ignorar al buscar la dirección de Dios en este asunto.

Si Dios, en Su gracia, te dirige hacia un nuevo camino laboral o vocacional, te corresponde hacer una salida responsable y con orden. Incluso en este proceso es importante dar testimonio de a quién servimos y, entonces, buscar «salir por la puerta grande». Ser siempre bienvenido y recordado después de una salida laboral es una buena señal de que te fuiste haciendo las cosas bien.

De manera similar, si el Señor te conduce a permanecer en el trabajo que tienes, te insto a buscar de Su fortaleza para mostrar Su evangelio, ser de influencia verdadera y que tu perseverancia allí honre al Señor y sea de testimonio para tu prójimo. Recuerda que nosotros no perseguimos las mismas metas que el mundo: prestigio, riquezas o poder, sino que buscamos exaltar a Cristo con todo lo que hacemos en nuestras vidas (1 Co 10:31).


1. «Salud en el Trabajo: El rumbo de los sistemas de salud para el futuro», 2017. 


Karina Evaristo es psicóloga, especializada en adquisición del talento. Es graduada del Instituto Integridad & Sabiduría. Colabora escribiendo para Coalición por el Evangelio y BITE. Forma parte de «Moldeadas». Sirvió más de diez años como líder de jóvenes en la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Comas en Lima, Perú. Trabaja para una compañía internacional de software. Puedes seguirla en instagram como @karievaristo.

Acerca del Autor

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