Vida Cristiana

Conoce tu corazón a la luz de la Biblia: Una entrevista a Tony Segar

¿Cómo comprender bíblicamente el tema clave para conocerte a ti mismo como Dios te conoce? ¿Cómo hacerlo de manera que sea teología que encienda corazones en la iglesia y no solo ilumine las frías aulas de la erudición?

Estas son dos preguntas cruciales a las que responde el libro Teología del corazón (B&H Español, 2024), de Tony Segar, con quien tuve la oportunidad de conversar y hacerle algunas preguntas sobre este nuevo recurso.

¿Cuáles son las necesidades que viste y que te motivaron a escribir «Teología del corazón»?

Existe una cantidad desmedida de reflexión teológica dedicada a temas dogmáticos, pero una escasez sobre la experiencia cristiana. Sin embargo, para el creyente, la salvación no es solo una promesa externa, sino también una transformación interna. El profeta Ezequiel enmarca la importancia de esto cuando habla del corazón en el contexto del nuevo pacto: «Además, les daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes; quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne» (Ez 36:26).

Cuando consideramos la salvación solo como «el perdón de mis pecados», mostramos una falta de entendimiento de nuestro Padre. El propósito de salvarnos no es solo declararnos inocentes, sino también hacernos santos como Él. No nos redime de la culpa del pecado para dejarnos esclavizados a su práctica. Por esta razón, la salvación incluye el trasplante de un nuevo corazón.

La santificación no consiste en saber comportarnos en la iglesia. Esto es eclesianismo, no cristianismo. El cristianismo profundiza más allá de la moralidad; es una espiritualidad que brota de adentro hacia afuera y obra una santidad que comienza y termina en el corazón. Esta fue la enseñanza del Señor en el sermón en el que denunció el externalismo del fariseísmo y lo contrastó con la espiritualidad verdadera que se realiza primero en el corazón (Mt 5-7).

¿Cómo la antropología bíblica nos ayuda a comprender mejor el diseño de Dios para el corazón humano?

La Biblia no solo contiene teología, es decir, el discurso de Dios y todo lo que Él es, sino también el discurso de Dios acerca del ser humano y todo lo que es. A esto lo llamamos antropología bíblica. Si bien el término «antropología» se enfocó inicialmente en el estudio del aspecto físico del hombre, en la Biblia la antropología se centra principalmente en su interior.

La Biblia no es solo la revelación de Dios, sino también la revelación del ser humano, en la plenitud con que Dios lo ve. El mundo no piensa de esta manera. En un poema del siglo XVIII el poeta inglés Alexander Pope dijo: «Conócete a ti mismo, no presumas que Dios habrá de conocerte; el estudio apropiado del hombre es el hombre».

El propósito de Dios al salvarnos no es solo declararnos inocentes, sino también hacernos santos como Él

 

Este era el sentir durante el humanismo del periodo de la Ilustración. Sin embargo, la Biblia contradice este concepto, ya que, como Creador de los seres humanos, Dios conoce todo aspecto interno de Sus criaturas. En la Biblia, el término que se utiliza con más frecuencia para describir la experiencia del ser humano es el «corazón». Cuando se trata del problema del pecado, Dios revela que el corazón del problema está en el corazón, valga la redundancia. Así lo afirmó el profeta Jeremías al decir: «Más engañoso que todo es el corazón, / Y sin remedio; / ¿Quién lo comprenderá?» (17:9).

Este libro intenta destapar tu interior, tanto el estado de tu corazón antes de ser salvo como después. Profundiza de manera práctica en cuáles son las disciplinas espirituales mediante las cuales puedes llegar a conocer tu corazón y presenta formas prácticas para tratar con él.

Muchos cristianos viven sus vidas sin reflexionar en esto, convirtiéndose en víctimas del engaño de su propio corazón. Sin embargo, Dios nos ha dado la gracia y los medios para someter a Cristo el indómito corazón y encaminarlo hacia la santidad, conformándonos al Salvador, el modelo perfecto de la humanidad, el gran ejemplo al que la verdadera antropología debe aspirar.

¿Cuál es la faceta más difícil de comprender sobre la doctrina del corazón humano y por qué?

Para comprender lo que la Biblia dice acerca del corazón se requiere de la guía del Espíritu Santo para disipar la neblina que nos impide verlo claramente tal como Dios lo ve.

Para comenzar, la cultura actual relaciona el corazón con las emociones. Miles de canciones hablan acerca de los sentimientos del corazón. Este no es el concepto bíblico. El corazón en realidad abarca a la persona interior en su plenitud: su mente, su conciencia, sus emociones, su voluntad, sus intenciones y sus móviles.

Cuando se trata del problema del pecado, Dios revela que el corazón del problema está en el corazón

 

Asimismo, la cultura actual pone un énfasis desmedido en la mente, lo cual es herencia de la filosofía griega. Desde esta perspectiva, lo que el ser humano actual necesita es conocimiento para combatir la ignorancia. La Biblia, en cambio, afirma que la solución al problema no es el conocimiento sino la conversión. La necesidad urgente del hombre no es el conocimiento, sino un nuevo corazón. Así podemos entender cómo Albert Einstein, por ejemplo, fue un genio de la ciencia, pero tuvo un pésimo comportamiento con su esposa, a quien trataba despectivamente. Bien dice la Escritura: «El Señor conoce los razonamientos de los sabios, los cuales son inútiles» (1 Co 3:20). Es el corazón el que controla la inteligencia, no la inteligencia al corazón.

¿Cuáles son los errores más comunes que se cometen al estudiar la doctrina del corazón?

El apóstol Pablo señaló: «Pues Dios, que dijo: “De las tinieblas resplandecerá la luz”, es el que ha resplandecido en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Cristo (2 Co 4:6).

Sin la luz divina en el corazón, no podemos conocer a Dios. La misma luz que ilumina los ojos espirituales del corazón ilumina la faz de Dios. La esencia de la salvación no es solo escapar de las llamas del infierno, sino alcanzar el conocimiento pleno de Dios.

Uno de los errores más comunes en el desarrollo teológico del corazón es pensar que la implantación del nuevo corazón en el nuevo nacimiento es suficiente para conocer a Dios y conocernos plenamente. Sin embargo, tal como la mente de un niño no puede comprender muchas cosas del mundo de los adultos, así el recién nacido espiritual no puede comprender de inmediato las lecciones más avanzadas del conocimiento de Dios (1 Co 3:1-3).

Dios no creó a la iglesia para ser una guardería de niños, sino para desarrollar los corazones de los creyentes hacia la madurez. Cuanta más madurez tenga tu corazón, más conocerás a Dios, y cuanto más conozcas a Dios, más te conocerás a ti mismo.

Otro error común es descuidar el examen del propio corazón. Al igual que una persona desfigurada evita ver su rostro en el espejo, muchos evitan confrontar sus problemas internos. La contemplación de Dios es una actividad edificante y gloriosa, pero el escrutinio de nuestro corazón puede ser muy desagradable. Por esta razón, el corazón resiste ser examinado y prefiere vivir en el anonimato durante la vida cristiana. Pero quien no mira a su corazón no podrá descubrir su pecado, y quien no conoce su pecado desconocerá la ruta a tomar hacia la santidad.

¿Qué consejos darías a los que desean leer «Teología del corazón»?

Primero, que considere que este libro no es uno de teología árida. La intención del libro no es curar el insomnio de nadie. El libro se distingue de otros por no ser un tratado académico para mentes privilegiadas, sino un recurso que, después de establecer la importancia del corazón en la Biblia, procede a hablar de cómo conocer tu propio corazón de forma práctica y de cómo tratar con él. El propósito del libro no es información sino transformación.

Este libro busca ayudarte a crecer en tu vida cristiana, y además, ayudar a tu familia y a otros a quienes aconsejas a conocer sus corazones. Cuando cierres el libro después de leer la última parte, creo que podrás entender porque Salomón, el hombre más sabio del Antiguo Testamento, afirmó: «Con toda diligencia guarda tu corazón, / Porque de él brotan los manantiales de la vida» (Pr 4:23).


Tony Segar (MDiv, Seminario Teológico Talbot) es el director de la división hispana del Logo Bible Software. Aparte de su rol en Logos, enseña a personas de habla hispana en los Estados Unidos y en otros países. Ha estado casado por más de cuarenta años con Priscila, tienen cuatro hijos y catorce nietos.

Nimrod López Noj posee una licenciatura en teología y estudios de maestría en Biblia del Seminario Teológico Centroamericano (SETECA) en Guatemala. Es profesor en el Instituto Bíblico Bautista de Ecuador y editor en Coalición por el Evangelio. Vive en Ecuador con su esposa Jeanine y su bebé.

Acerca del Autor

0.00 avg. rating (0% score) - 0 votes
Mostrar Más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Back to top button
18405