Reflexiones

Procuremos con diligencia presentarnos a nuestro Dios

“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2 Timoteo 2:15)”

En este verso de la Escritura el apóstol Pablo le habla claramente a su discípulo Timoteo acerca de la manera en que debe acercarse a nuestro Dios y de hecho este consejo nos sirve a todos nosotros. Podríamos decir, que un 99.9% de los que entregamos un mensaje en nuestras iglesias, por lo general nos basamos en este verso, para hacer conciencia en la hermandad, para que entiendan acerca de la forma correcta de como poder allegarse a nuestro Dios.

Un ejemplo de esto lo podemos ver bíblicamente, cuando Moisés subió al monte Sinaí a recibir las tablas de los mandamientos; él recibió la orden de Dios para que todo el pueblo se santificara y que los hombres no tocaran mujer (que no tuviesen relación sexual), que se purificaran, y que se mantuvieran en oración y en ayuno, esperando el regreso de su líder Moisés. La mayor parte de las veces nosotros consciente o inconscientemente, evadimos la responsabilidad que esto implica para nosotros mismos. Este verso que leímos al comienzo de esta reflexión es clave para aquellos que desean servir en la obra de nuestro Dios y la Palabra de Dios, en este sentido nos muestra lo que debemos considerar.

1. – PROCURAR CON DILIGENCIA.

En realidad, lo que el apóstol Pablo le está diciendo a su discípulo Timoteo, es que haga todo lo que esté a su alcance y un poco más de aquello que este fuera de su propio alcance y al hacerlo, que procure ponerle un empeño más allá de lo normal y echarle muchas ganas con gran tesón.

2.- PRESENTARNOS A DIOS.

Cuando estamos en nuestras iglesias o en nuestro tabernáculo personal en casa, al presentarnos ante Dios, debemos considerar dos acciones elementales y estas son la oración y la alabanza, ya que de esta forma nos estamos presentado en forma correcta ante Su divina Presencia.

Por lo tanto, hagamos lo imposible por alcanzar Su manto, por tocar Sus manos y por mirar Su rostro al momento de buscarle, considerando que todo esto lo podemos lograr con mucha oración, en todo tiempo y sin desmayar como nos dice Su Palabra.

3.- COMO OBRERO APROBADO.

Esto quiere decir, que debemos presentarnos como Sus siervos al momento de presentar Su Palabra a las demás personas y en este sentido debemos procurar hacerlo con gran diligencia:

  • CON HONESTIDAD
  • CON FIDELIDAD
  • CON MORALIDAD
  • CON RESPETO
  • CON DIGNIDAD
  • CON PUREZA DE CORAZÓN.

Como Sus hijos siempre debemos considerar, que el mensaje que deseamos entregar a las personas debe ser aprobado primeramente por nuestro Dios, para que pueda surgir el efecto que realmente deseamos. Siempre que entreguemos un mensaje de la Palabra de Dios debemos ser cuidadosos en que sea un mensaje inspirado por nuestro Espíritu Santo, ya que cuando presentamos un mensaje humano, lleno de palabrerías exóticas que nadie entiende y las personas que nos escuchan se quedan en la luna o se confunden, en vez de que tengan la oportunidad de escuchar una buena enseñanza. El apóstol Pablo le enseñaba a Timoteo la manera de cómo debiese conducir su ministerio y le dice:

“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. (2 Timoteo 2:2)”

Y en este mismo sentido el apóstol Pablo les manifiesta a los hermanos de Filipos lo siguiente:

“Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros. (Filipenses 4:9)”

Esto es lo mismo que hizo nuestro Señor Jesucristo con Sus discípulos, Él les enseñó primeramente con Su propio ejemplo, con Sus palabras y con hechos concretos, y de esta misma manera ellos enseñaron a otros y esos otros somos todos nosotros, que tendremos la responsabilidad de trasmitir estas enseñanzas. Por lo tanto, mis hermanos tengamos la obligación moral y espiritual de traspasar estos conocimientos a nuestra generación, ya que esta es la manera correcta que podremos entregar crecimiento a nuestros hermanos menores y a nuestras iglesias y a todos los que sirven en la obra de Dios, para que seamos aprobados como buenos obreros en la viña de nuestro Señor.

Oiga bien esto mis hermanos: hay personas inconversas que están esperando oír un mensaje que les llegue al corazón y nosotros como mensajeros de Su Palabra, debemos procurar que nuestro Dios llene esos corazones y las mentes de esas personas. Debemos entender que para que nuestro mensaje impacte las vidas de los oyentes, sean estos inconversos o no, debemos procurar entregar un mensaje claro y entendible, recordemos y partamos de la premisa que ellos no saben lo que nosotros sabemos, entonces dejemos el espacio que le corresponde al Espíritu Santo para que haga la obra de convencer al oyente. La Escritura en el evangelio del apóstol Juan nuestro Señor Jesucristo en este sentido manifiesta lo siguiente:

“Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os lo enviaré. Y cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado, por cuanto no creen en mí; de justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más; y de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya juzgado. (Juan 16:7-11) “

Esta Palabra nos dice que cuando el Espíritu Santo venga; convencerá al mundo de pecado, de Justicia y de juicio. Entonces seamos obreros aprobados por nuestro Dios, ya que esa debe ser nuestra posición como Sus hijos, por lo tanto, enseñemos la Palabra de Dios, porque nuestra misión, es presentarle al mundo el mensaje de salvación, porque esa debe ser nuestra principal tarea.

4.- QUE NO TIENE DE QUÉ AVERGONZARSE

Esto tiene que ver con el testimonio que proyecta cada obrero al servicio del Señor, a veces el testimonio de una persona predica con más efectividad que con nuestras propias palabras, aunque estén muy bien elaboradas. El apóstol Pablo nos aconseja que debemos pensar en lo bueno, en lo justo, en lo verdadero y en todo aquello que es digno de alabanza y así se los manifiesta a los hermanos de Filipos.

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.  (Filipenses 4:8)”

A veces nos preocupamos por estudiar mucho para poder entregar un buen mensaje y buscamos por aquí y buscamos por todas partes, las palabras en los textos bíblicos y examinamos sus contextos, pero nos olvidamos de nuestro propio testimonio.  ¡¡¡PREDICAMOS PARA LOS DEMÁS, PERO NO LO HACEMOS PARA NOSOTROS MISMOS!!!

Sin duda que La Palabra de Dios condena esta actitud de parte nuestra y en este sentido el apóstol Pablo, le recomienda a su discípulo Timoteo que no de razón a nadie para que caiga y que se mantenga por camino correcto, que no ponga palabras en la boca de nadie y que él no sea motivo de vergüenza, para que nadie se avergüence de él. También le manifiesta que viva en pureza como un obrero que no tiene de qué avergonzarse, que testifique con sus hechos para que las demás personas crean en sus palabras y lo puedan imitar en sus acciones.

5.- QUE TRAZE O USE BIEN LA PALABRA DE VERDAD

“Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. (Juan 17:17) “

Nuestro Señor Jesucristo orando por Sus discípulos le dice a Su Padre Celestial: “SANTIFÍCALOS EN TU VERDAD; TU PALABRA ES VERDAD.”  Trazar bien la Palabra de Dios significa que debemos entregar un mensaje:

  • DIVINO
  • SANTO
  • BÍBLICO
  • VERDADERO
  • DE SALVACIÓN PARA LOS INCONVERSOS.
  • LLENO DE SU ESPÍRITU SANTO.
  • CON UNCIÓN DE LO ALTO.
  • ESTUDIADO A CONCIENCIA.
  • APROBADO POR DIOS.
  • UN MENSAJE DONDE SE PUEDA SENTIR LA PRESENCIA DEL ALTÍSIMO.

Procurar con diligencia significa entonces que debemos esforzarnos al máximo por caminar rectamente delante de nuestro Dios, y hacer siempre Su perfecta voluntad. ¿Quizás en esta oportunidad más de alguno desea tener un nuevo encuentro con nuestro Dios? Nuestro amado Dios nos ofrece esta gran oportunidad, por lo tanto, no le rechacemos, y si ponemos atención podríamos hasta oír Su voz llamándonos suavemente al oído. Volvámonos a nuestro Dios, oremos fervientemente y mientras oramos hablemos confiadamente con nuestro amado Dios y Él sin lugar a duda nos escuchará y nos responderá

𝑸𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒂𝒏̃𝒂𝒅𝒂 𝒃𝒆𝒏𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊𝒐́𝒏

Que Dios te cuide y bendiga rica y abundantemente, junto a tus seres queridos y anuncia al mundo que nuestro Señor Jesucristo vive y espera con Sus manos amorosas por el que quiera conocerle.


FRANKLIN MIRABAL, es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central de la ciudad de Higuey, Rep. Dominicana.

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