Reflexiones

TENDRÁN APARIENCIA DE PIEDAD, PERO NEGARÁN LA EFICACIA DE ELLA

Los tiempos actuales son peligrosos, porque nuestra sociedad está como en los días de Noé, el mundo en general sufre una escalada de violencia y los pensamientos de las personas son malos e inestables y carecen emocionalmente de sentimientos arraigados en las enseñanzas de las Escrituras. Y para tener un punto de vista más claro de lo que está sucediendo en el mundo actual, veremos este tema que es tan contingente para estos tiempos a través de la Biblia sin tratar de interpretarla, en otras palabras, dejaremos que ella nos hable claramente y dice así:

“Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. (2 Timoteo 3:2-5)”

Debemos tener en claro que la salvación que obtuvimos a través de nuestro Señor Jesucristo no es una decisión que hicimos en el pasado y que muchos ya olvidaron, todo lo contrario, nosotros como creyentes e hijos de Dios tenemos que velar por esa salvación hasta el fin de nuestros tiempos, y a la luz de estos acontecimientos que están sucediendo en el mundo entero, podríamos discernir que el regreso de nuestro Señor Jesucristo está a la vuelta de la esquina. Mira lo que dice la Biblia en este sentido:

“Por tanto, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Pues los que duermen, de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.  (1 Tesalonicenses 6: 6-8)”

Y para darle más claridad a este tema, lea lo que dice la Palabra de Dios en el libro de Miqueas 7:11-19. El tiempo que vivimos en la actualidad es un regalo que nos hace nuestro Dios y no se puede alterar la cantidad de días que por Su divina gracia nos entrega, de tal manera que debemos manejar las veinticuatro horas de cada día conforme a las demandas que Él nos hace y eso es lo que nos debe interesar, ya que nuestro Señor Jesucristo nos los dijo en Juan 9:4. Y lo dijo para enseñarnos cómo debemos usar el tiempo que Él nos regala día a día. Si el tiempo de nuestras vidas no se puede cambiar, lo que debemos hacer como hijos de Dios, es saber qué hacer con ese tiempo para Su obra y ejecutar lo que nos corresponde realizar con nuestros diferentes talentos y dones, pues al final de cuentas, la tarea es por una misma causa de la predicación del evangelio y de salvación para el inconverso.

El mundo siempre nos ofrecerá muchas opciones y alternativas, pues hoy vivimos en medio de tiempos engañosos, las cosas que parecen ser buenas no siempre lo son, de tal manera que debemos orar y buscar a nuestro Dios, para tener más discernimiento y poder invertir nuestro preciado tiempo en lo que realmente cuenta para la obra de Dios. Tú y yo como cristianos debemos saber discernir y dar prioridades a los trabajos que nuestro Dios nos demanda y no postergarlos para más adelante, ya que si así lo hacemos, esa acción nos pondrá bajo presiones innecesarias y en el peligro de no tener tiempo para las cosas más importantes que nuestro Dios nos quiere demandar.

Pensemos lo siguiente:

“¿Qué pasaría si hay alguna persona que esté agonizando por un cáncer agresivo y por el hecho de postergar nuestra visita perdemos la oportunidad de orar por esa alma? “

Sin duda que acongojados perderíamos la paz con nuestro Dios producto de nuestra negligencia. Tal vez has pensado en todo este tiempo lo que has perdido por no trabajar para nuestro Dios mientras el día duraba y te has detenido en cosas triviales, sin importancia y al término de tu día te sientes acongojado y con la sensación de no haber cumplido con lo que Dios te demanda. Por lo tanto, no se trata de lo que uno tiene que hacer para que otros puedan ser salvos, porque eso ya está inserto en cada uno de nosotros como cristianos, sino con premura debemos actuar para que otros puedan conocer a nuestro Señor Jesucristo. (vea Romanos 8:1)

Nuestra misión como fieles seguidores de nuestro Señor Jesucristo es abrirle los ojos a los que no conocen a nuestro Señor y así hacerles ver los peligros que corren en estos tiempos peligrosos y esforzar nuestras convicciones y nuestra fe para animarlos a vivir una vida que le agrade a nuestro Dios. Al entregar este mensaje alentador en medio del caos que vive el mundo, nos da la confianza y fortaleza en nuestro crecimiento espiritual. Examínese si realmente tiene fe, y pruébese a sí mismo para comprobar dicha fe. ¿O no os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados? (vea 2 Corintios 13:5) Nuestro Dios nos ama entrañablemente y Él quiere bendecirnos y prepararnos para Su Reino Celestial. Esta preparación es un proceso donde nadie está listo de la noche a la mañana. Pero sí aún no has logrado proyectarte hacia tu futuro como un hijo de Dios ¿No crees que ya es hora de comenzar a velar por tu futuro espiritual?

Cuando comenzamos a estudiar La Biblia, que para un creyente debiese ser la principal fuente de enseñanza para su crecimiento espiritual, y al estudiarla no conocemos el contexto histórico, religioso y cultural, y por ignorancia vamos sacando versículos fuera de su contexto e interpretamos sus versículos según nuestra propia opinión, sin duda que con esa acción erramos. La Iglesia es el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo y Él debe agradarse del que le teme y hace justicia, pues cualquiera podría decir que es cristiano, pero esto no significa nada, ya que una fe genuina siempre se reflejará en los hechos que dan evidencia de un verdadero seguidor de nuestro Señor Jesucristo. Ser un creyente fiel, es el que hace la voluntad de nuestro Dios declarada en Su Palabra y no vive en la excusa ni en medio del pecado. Por lo tanto, podemos decir que el cristianismo falso es el que no cumple con lo que establece la Palabra de Dios y menos aún si no tienen temor de Él y la Biblia en el libro de Apocalipsis clasifica a estos personajes como una prostituta, puesto que practican la fornicación espiritual y sus enseñanzas seudo cristianas las mezclan con enseñanzas paganas de creencias mundanas.  Nuestro Dios en este tiempo va a restaurar a Su iglesia, y es por eso que llama a Su pueblo a salir de este cristianismo falso y pagano, para volver a la fe apostólica.

“Para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. (Efesios 5:26-27)”

De tal manera mis queridos hermanos, que si queremos agradar a nuestro Dios y decimos amarle, empecemos a buscarle en el espíritu y a seguirle en Su plena voluntad en lugar de buscarle a través de nuestros propios conceptos y así evitaremos pecar en forma intencional, ya que solo de esta manera recibiremos la recompensa completa en el Reino de los Cielos, siendo lo más importante el deseo de nuestros corazones para servirle a Él con plena libertad, pues la vida en Cristo rompe todas las cadenas que nos subyugaran y alegres podremos transitar con nuestros corazones en paz, pues sabemos que nuestras vidas siempre tendrán un gran propósito junto a Él.

Si hoy decidimos velar por nuestras vidas espirituales, tenemos que aprender a orar cada día y entrar en una guerra espiritual con nuestro enemigo el diablo, pues solo de esta manera lograremos vencer las potestades de las tinieblas y liberar a nuestras familias y a nosotros mismos en el nombre poderoso de nuestro Señor Jesucristo, pero si no consideramos la oración en nuestras vidas cristianas, será como salir al campo de batalla con un palo carcomido por termitas, sin armadura o sin una protección adecuada en contra del enemigo y sin duda seremos presas fáciles de caer en el terreno de las tentaciones y por lógica esa actitud nos alejará de nuestro Dios. Si queremos velar en estos tiempos difíciles, debemos aprender a alabar a nuestro Dios, pues la alabanza no es algo insignificante. En el Nuevo Pacto, ya no se sacrifican animales para redimir nuestros pecados, sino que hoy hacemos sacrificios espirituales, y la alabanza es una de ellas. (vea Hebreos 13:15)

Así que mis queridos hermanos redimamos nuestro tiempo diligentemente y usemos los días que nuestro Dios nos regala en favor de Su gloriosa obra y de entregar Su mensaje de amor y esperanza a los que aún no le conocen.

𝑸𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒂𝒏̃𝒂𝒅𝒂 𝒃𝒆𝒏𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊𝒐́𝒏

Que Dios te cuide y bendiga rica y abundantemente, junto a tus seres queridos y anuncia al mundo que nuestro Señor Jesucristo vive y espera con sus manos amorosas por el que quiera conocerle.


FRANKLIN MIRABAL, es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central de la ciudad de Higuey, República Dominicana

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