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¿Qué temas enseñar en una clase para nuevos miembros de la iglesia?

¿Alguna vez has sido sorprendido por la letra pequeña? Puede que tu factura de Internet se haya disparado y te hayas enterado de que la oferta que habías acordado solo era válida durante unos meses. O el repentino bombardeo de correos electrónicos de la tienda online significa que te inscribiste por error en su lista de promociones al hacer una compra reciente.

La iglesia nunca debería ser así. Los que se unen a una iglesia local nunca deberían sentir, meses o incluso años después, que se han apuntado a algo en lo que no creen plenamente. Nunca deberían sentirse sorprendidos por lo que la iglesia enseña o espera de ellos.

Los pastores y líderes de la iglesia tienen la responsabilidad única de dejar claro todo lo que la iglesia cree y cómo es la adoración que glorifica a Dios y el servicio al cuerpo de Cristo. Claridad, dirección y propósito son necesarios, si los creyentes van a usar sus dones de tal manera que la iglesia sea edificada (1 Co 14:5Ef 4:12).

Esta es una de las grandes ventajas de tener una clase de candidatos a miembros o de nuevos miembros para los interesados en la membresía formal. Es una oportunidad crítica para ampliar la «letra pequeña» y dejar que se escriba en grande para aquellos que anticipan hacer un compromiso con la iglesia.

Pero ¿qué se debe enseñar y compartir en esta clase? Se podrían decir muchas cosas, pero creo que debemos decir siempre lo siguiente. Mi esperanza es que esto te ayude mientras consideras cómo educar al pueblo de Dios sobre lo que significa la membresía en la iglesia local.

1. El evangelio

Lo primero y definitivo es Jesús. No hay nada más fundamental que se exija a un miembro de la iglesia que creer en el Señor Jesucristo. Esto es lo que estamos llamados a profesar, más que cualquier doctrina particular o distintivo denominacional: que «no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos» (Hch 4:12). El miembro fiel de la iglesia descansa solo en Cristo para salvación, recibiendo por la fe sola el don gratuito de la justicia de Cristo para cubrir todo pecado e iniquidad que nos separa de Dios.

No hay nada más fundamental que se exija a un miembro de la iglesia que creer en el Señor Jesucristo

 

No asumamos erróneamente que las personas entusiasmadas e interesadas en unirse a la iglesia tienen una comprensión completa de lo que hace que la iglesia sea la iglesia, es decir, el señorío de Cristo. Una clase para nuevos miembros debe concentrarse en lo principal y disfrutar de lo básico. Jesús dijo: «Todo el que me confiese delante de los hombres, Yo también lo confesaré delante de Mi Padre que está en los cielos. Pero cualquiera que me niegue delante de los hombres, Yo también lo negaré delante de Mi Padre que está en los cielos» (Mt 10:32-33).

Pastor, predica el evangelio en esas clases.

2. Distintivos doctrinales

Una clase útil para nuevos miembros cubrirá los compromisos teológicos y doctrinales de la iglesia. En algunos casos, no es fundamental que un miembro comparta cada distintivo, pero debe conocerlos.

Por ejemplo, nuestra iglesia sostiene que la Confesión de Fe de Westminster es un resumen fiel de las enseñanzas de la Biblia. Esto incluye convicciones teológicas sobre la soberanía de Dios en la elección (lo que a veces se llama «calvinismo»). De ninguna manera es un requisito que un miembro sea calvinista para unirse a nuestra iglesia. Pero aliviará mucho la frustración tanto del miembro como de los líderes si hay total transparencia sobre lo que se enseñará regularmente desde el púlpito.

3. Autoridad y sumisión

A lo largo de los años he aprendido que en estas clases hay que dedicar más tiempo a explicar las enseñanzas bíblicas sobre el liderazgo y los laicos en la iglesia. Unirse a una iglesia significa estar dispuesto a cumplir la enseñanza de «obedezcan a sus pastores y sujétense a ellos» (He 13:17; ver también 1 P 5:5). Esto a menudo incomoda a las personas cuando no está claro desde el principio.

La autoridad de un líder de la iglesia es estrictamente declarativa, lo que significa que un pastor solo puede declararte lo que la Biblia dice, no imponer sus preferencias en tu vida. Aún así, no es raro que un miembro se indigne ante la amonestación espiritual de un pastor o anciano en un área particular de la vida, asumiendo que están sobrepasando sus límites. Pero la membresía de la iglesia pierde su sentido si no existe una estructura de rendición de cuentas.

Lo que significa someterse a los ancianos variará de una iglesia a otra, al igual que la disciplina administrada cuando se rechaza la sumisión. Por eso es clave que los líderes sean claros sobre lo que se espera. Cualquiera que sean los detalles, la disciplina debe presentarse como un bien espiritual, no como una carga o una exigencia tiránica. Es un don de Dios para mantenernos alejados del pecado y en el camino de la santidad.

4. Una membresía significativa

El objetivo de una clase para nuevos miembros no debe ser simplemente incluir más nombres en las listas de miembros. Queremos que nuestra gente haga algo más que no meterse en líos, presentarse obedientemente los domingos y no causarnos nunca problemas. Eso es mera afiliación; lo que queremos es una membresía significativa.

No hay lugar en la tierra que Jesús ame más que Su iglesia. Los ministros siempre deben tratar de inculcar ese mismo amor por la iglesia en sus congregaciones

 

La iglesia debe vivir toda la vida juntos, dedicándose a reunirse para la adoración, la comunión y el servicio (p. ej., Hch 2:42). Muestra las hermosas bendiciones que se obtienen al construir nuestras vidas alrededor de la iglesia local. Resalta los diversos eventos, estudios y oportunidades de servicio entre semana. En nuestra época de falta de compromiso, llama a las personas a comprometerse con algo inherente y eternamente valioso. No hay lugar en la tierra que Jesús ame más que Su iglesia. Los ministros siempre deben tratar de inculcar ese mismo amor por la iglesia en sus congregaciones. Una clase para nuevos miembros es quizás la mejor oportunidad para hacerlo.

No descuides a quienes indagan

Aunque los líderes de la iglesia tienen una lista aparentemente interminable de cosas que hacer, reuniones que llevar a cabo, lecciones que preparar, no pases por alto la importancia de pasar tiempo concentrado con aquellos que están interesados en ser miembros. Enseñar clases a los interesados ha sido uno de mis momentos favoritos en el ministerio. Es bueno para mi propia alma repasar los privilegios de pertenecer a una iglesia local y es un gozo ver esa realidad amanecer en los corazones y mentes de las personas que el Señor nos trae. Además, las preguntas que los potenciales miembros hacen sobre la fe y la iglesia son algunas de las mejores que recibo.

Al estructurar una clase, rápidamente se hará evidente que hay mucho terreno que cubrir y que probablemente no tendrás tanto tiempo como quisieras. Estos cuatro temas pueden ayudarte a centrarte en lo más importante para que los interesados disfruten plenamente de las bendiciones de ser miembros de la iglesia.


Publicado originalmente en The Gospel CoalitionTraducido por Eduardo Fergusson.


Jonathan Landry Cruse 
es pastor de la Community Presbyterian Church (OPC) en Kalamazoo, Michigan (Estados Unidos), donde vive con su esposa y sus hijos. Es autor de varios libros, entre ellos What Happens When We Worship [Qué sucede cuando adoramos] (Reformation Heritage, 2020).

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