Devocionales

Devocional: Seremos glorificados

Y si somos hijos, somos también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él a fin de que también seamos glorificados con Él (Ro 8:17).

Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de Su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a Él mismo (Fil 3:20-21).

Hermanos, ¡seremos glorificados! Aguardamos el día y la hora cuando experimentaremos el efecto último y definitivo de nuestra redención, al cual el apóstol Pablo llama glorificación (Ro 8:17). En ese momento, si somos de Cristo, nuestra existencia quedará cambiada para siempre.

Nuestra participación en la gloria de Dios será total y definitiva. Será una situación superior al estado actual, en una medida inusual e inmejorable. Seremos glorificados juntamente con el Señor. La vida, la paz, la justicia y la felicidad no tendrán interrupciones.

Si tomamos en cuenta lo que Pablo dice de esto en Filipenses, podemos concluir que seremos glorificados por Cristo, en unión con Él y en un cuerpo como el Suyo (Fil 3:20-21; cp. Ro 8:17).

Nuestra fe necesita una conciencia clara y vigente de lo que será nuestro futuro. Una convicción fuerte y creciente de lo que nos espera. Por eso la gloria venidera debe estar al alcance de la mano, asomando la mente, acariciando la imaginación y rodeando el corazón redimido. Nuestra glorificación final debe estar frente a nosotros y no como una mera idea o un lindo pensamiento, sino como lo que es: una realidad viva, objetiva y segura.

El futuro para el cristiano es espectacular y debemos tenerlo en cuenta para el día de la prueba. Cuando evaluamos nuestras dificultades, debemos hacerlo conscientes de lo que nos espera. La esperanza viva de la gloria venidera ayuda al creyente a luchar contra el pecado. Es más viable resistir la tentación con una mente y corazón llenos de la herencia y el deleite que nos espera. Por eso debemos tener fresca en la memoria e imaginación la esperanza segura de nuestra glorificación. Es menester tenerla cerca y presente para ser sostenidos en la aflicción.

¡Hermanos, seremos glorificados!


Acerca del Autor

0.00 avg. rating (0% score) - 0 votes
Mostrar Más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Verifique también
Close
Back to top button