ReflexionesVida Cristiana

La ceguera espiritual que afecta al mundo

“En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. (2 Corintios 4:4)”

El título de esta reflexión nos lleva a interiorizarnos en la historia de Saulo de Tarso, quién después fue conocido entre los cristianos como el apóstol Pablo.  Saulo antes de seguir a Cristo, era un fariseo religioso y gran conocedor de las leyes judías y él era celoso de que se levantara otra verdad distinta, a la que se enseñaba en las sinagogas y por esta razón Saulo creía que hacía lo correcto, persiguiendo a los cristianos que pregonaban el evangelio en aquella época. En la Palabra de Dios, en el libro de los Hechos, capítulo nueve, se describe la impactante conversión que tuvo Saulo de Tarso al cristianismo de la siguiente manera:

“Mas yendo por el camino, aconteció que, al llegar cerca de Damasco, repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer. Y los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, más sin ver a nadie. Entonces Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco. (Hechos 9: 3-8)”

En ese momento, Saulo quedó ciego, y lo tuvieron que llevar de la mano hasta la ciudad.

1.- CEGUERA ESPIRITUAL

Saulo recobró su vista de forma sobrenatural y lo más notable de ese hecho, fue que también se abrieron sus ojos espirituales, convirtiéndose a la fe de Jesús, quién para ese momento ya había resucitado de entre los muertos. Cabe destacar que los esfuerzos del ya convertido apóstol Pablo en la presentación del evangelio, tuvieron una rápida difusión en las personas que no conocían el mensaje de Cristo y luego en su posterior consolidación como una doctrina universal. Sin duda que el apóstol Pablo fue un personaje influyente en las primeras iglesias cristianas. Hermanos, recordemos que antes de nuestra conversión, al igual que el apóstol Pablo, estábamos ciegos espiritualmente y no comprendíamos qué era tener una relación personal con nuestro Dios y confiar en Él.

Saulo de Tarso, al perseguir a los cristianos, era como si persiguiera a Jesús mismo, pero nuestro Dios en Su infinita misericordia le dio a entender cuán grande, amoroso y poderoso es Él. Y esto nos da a entender que nuestro Dios aborrece el pecado, pero no al pecador.

2.- DESPERTANDO DE LA CEGUERA ESPIRITUAL

Nuestro despertar espiritual, nos hace ser personas más sensibles al dolor y a la necesidad de los demás y nos gustaría que a quienes más amamos, también pudiesen llegar a conocer a nuestro Señor Jesucristo como ya lo conocemos nosotros. No es fácil renunciar a nuestra antigua manera de vivir, pero poco a poco vamos abriendo nuestros ojos espirituales y ya a Satanás no le será tan fácil zarandearnos como lo hacía antes. Cada vez vamos tomando más firmeza en el Señor, porque ahora entendemos y nos apropiamos de Su Palabra y sabemos que todo lo que pasa en nuestra vida Dios lo ha destinado para nuestro bien.

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28).”

Ahora como Sus hijos podemos llegar a soportar cualquier situación adversa, porque sabemos que nuestro Dios nos fortalece y nos ama. El Señor nos despejará nuestro camino y afianzará nuestra fe, y nos dará confianza, porque Su Palabra nos dice que es más grande el que está en nosotros que el que está en este mundo.

“Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el mundo. (1 Juan 4:4)”

Todos en este mundo nos relacionamos con todo tipo de personas y nos sorprendemos cuando alguien, habla y deja entrever en su persona, la ausencia de Dios y nosotros mismos, si nos hiciéramos un auto análisis, podríamos dar respuestas a las siguientes preguntas: ¿Te encuentras con orgullo, prepotencia o con displicencia (actitud de indiferencia)? ¿Continúas diciendo palabras groseras? ¿Aún sigues atrapado en las redes sociales viendo algún tipo de pornografía?

3.- LA CEGUERA ESPIRITUAL DESTRUYE.

Hoy en día podemos ver cómo muchas familias en el mundo se destruyen, porque han puesto el dinero y las cosas materiales como la prioridad principal en sus vidas, o con una actitud orgullosa caen en el egocentrismo y piensan solo en ellos mismos y les da lo mismo su pareja o sus hijos. Sin la presencia de nuestro Señor Jesucristo en nuestras vidas, caemos en la fatiga de tratar de hacer todo a nuestro modo, y esta acción sin lugar a duda nos producirá cansancio, derrota y en este sentido la Palabra de Dios nos aconseja y nos dice.

“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:33).”

Podemos ver personas inteligentes, famosas, estudiosas, buenas personas, adineradas, que supuestamente lo tienen todo lo que este mundo le ofrece, pero no tienen lo más importante, no tienen a nuestro Dios en sus vidas y por esta mala decisión, sufren las consecuencias por un buen tiempo o por toda la vida o no logran ser felices y dicen sentir un vacío en su interior. La Palabra de Dios nos da sabiduría, fortaleza y discernimiento para poder entender, ser, decir y hacer lo correcto y lo que le agrada a nuestro Dios. Por lo tanto, construyamos sobre la roca firme que es Cristo nuestras vidas y para que podamos estar preparados para los tiempos buenos y fortalecidos para los tiempos malos que nos toque vivir.

Hermanos, oremos para que podamos mirar cómo nuestro Dios lo hace y para que Él guíe nuestro caminar y nos sostenga de Su mano poderosa y nos haga libre de cualquier atadura mental, que nos haga sordos para las mentiras del enemigo, firmes en la fe, porque nuestra entera confianza está depositada en nuestro Señor Jesucristo. Cada uno de nosotros necesita sin excepción una dosis diaria de Su preciosa Palabra, ya que mientras más conocemos del Señor y más nos apropiamos de Sus promesas y de Sus enseñanzas, podremos saber a ciencia cierta, lo que proviene o no de nuestro Dios.

𝑸𝒖𝒆 𝒏𝒖𝒆𝒔𝒕𝒓𝒐 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒂𝒏̃𝒂𝒅𝒂 𝒃𝒆𝒏𝒅𝒊𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒓𝒆𝒇𝒍𝒆𝒙𝒊𝒐́𝒏

Que Dios te cuide y bendiga rica y abundantemente, todos los días de tú vida, junto a tus seres queridos, y anuncia al mundo que nuestro Señor Jesucristo vive y espera con Sus manos amorosas por el que quiera conocerle.


FRANKLIN MIRABAL, es miembro líder de la Iglesia Asamblea de Dios Central de la ciudad de Higuey, Rep. Dominicana

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